Desaparecida misteriosamente.

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Desesperada, destendió la cama, con la esperanza de que estuviera bajo las sabanas. Pero no. Busco en su tocador, es sus cajones, bajo la cama, hasta en el mismo baño, pero nada. No había rastro de la preciada caja. Entonces pensó en Damiana ¡Sí, seguro ella la habría guardado! 

Se cambió la ropa de dormir, y bajó de nuevo al salón donde había estado hacia unos minutos. Al llegar ya no estaban. Supuso que el trabajo estaba terminado.

Corrió por los pasillos, buscaba la recamara de la sirvienta. Cuando llegó, vió la puerta entre abierta y decidió entrar.

No era un mal cuarto, de hecho estaba muy bien acondicionado, al rey siempre la había gustado tratar bien a la servidumbre y trabajadores.

Había una cama, un ropero, y un pequeño tocador. Se dirigió al baño del mismo sigilosamente, pensado que tal vez Damiana estuviera dentro.

Alguien carraspeó, y Alantana se giró rapidamente asustada.

-Señorita ¿busca algo?

-A ti te buscaba Damiana ¿No viste una pequeña caja de madera en mi habitación? La deje ahí antes de bajar a desayunar- preguntó.

-No princesa, yo no he visto nada. Solo arregle su cama, y escogí su ropa. Despues Friedrich me ha  dicho que la modista ya se encontraba aquí, y baje en seguida.

-Esta bien, pero se me hace raro no encontrarla por ninguna parte.

-Ya le he dicho, señorita, que yo no he visto nada ¿Cuantas veces ha desaparecido de su habitación algun objeto cuando yo limpio?- preguntó indignada.

-Ninguna vez Damina. Y te creo, solo te digo que es raro, yo la deje junto a la almohada.

-Pues tal vez no ha buscado bien- dijo cortante- Y si me permite, voy a seguir con mis quehaceres, así que cerraré mi recamara- Damiana hacia el ademan con las manos para que saliera de su cuarto.

-Ah, si, claro- y salió rapidamente la chica. Damiana ultimadamente se estaba portando un poco descortés con ella.

"Pero ¿Donde puede estar? Subiré a buscala de nuevo.

                                                                                       ***

-Muchas gracias, Friedrich ¿Y quién me haz dicho que te la dió?

-Damiana, mi rey. Ha dicho que la enctro por ahí.

-¿Por ahí? He estado buscando esta caja mucho tiempo atrás, pero la di por perdida.

-Pues así me ha dicho ella, su majestad.

-Sí, esta bien. Muchas gracias, puedes retirarte.

-Con su permiso- y Friedrich se retiró dejando al rey asombrado.

Cuando Friedrich desapareció de su vista, abrio la caja con la mano temblorosa.

-Tanto tiempo, tanto pasado en esta caja... ¡Aqui estan!- exclamó emocionado. Y comenzó a leer los pergaminos una y otra vez, llorando en silencio.

Cuando termino, guardo con su contenido en un lugar muy seguro, no queria perderla de nuevo.

"Quizá sea tiempo de contarle la verdad a Alantana... Pero tal vez con esto de la venida de los principes no sea lo correcto. Quiero que tenga la cabeza bien despejada para escoger al indicado, después le contaré lo mio con Melisa"

                                                                                        ***

-¡No puede ser! ¡No esta por ninguna parte!- y se tumbó al suelo enfadada.

Capulín entro, y acomodo su cabeza en las piernas de Alantana. Sabía cuando su ama se encontraba enojada y triste, y él siempre estaba ahí para acompañala fielmente.

-¿Sabes por que estoy molesta, Capu? Porque he encontrado una caja con pistas sobre mi madre ¡Había unas cartas dentro, pero no las he leído todas, porque misteriosamente ya no esta! !Arrrrg, estoy tan molesta! ¿Como pudo ser posible que desapareciera así, de la nada?

Capulín comenzó a lamer su mano.

-Ahora no Capu... No quiero jugar.

-Y siguió lamiendo. Lo que en realidad tocaba con su lengua era el anillo que llevaba puesto.

-¿Que pasa? ¿te gusta el anillo?- dijo algo más calmada-  sí, es muy lindo. Lo he encontrado en la caja también, junto a este colgante, mira, es de una mariposa- y le acerco al collar al perro para que lo viera- Supongo que eran de mamá... Tenía muy buenos gustos.

Y se tiró por completo en el piso, con Capulín hechado a su lado, y divagó en su pasado. En esos pocos recuerdos que le quedaban de su madre. Cerró los ojos, y se quedó dormida.

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Hola! Este ha sido el más pequeño de los capitulos, pero eso hara que suba mas pronto (: en el siguiente los pincipes vendran! :D que emocion!

Bueno, muchas gracias por leer, espero no defraudarlos n.n

un abrazote de oso!!!!!! (:

La chica color de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora