capitulo 6

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Junto a violet servimos las bandejas de lo que será el almuerzo y preparamos la mesa para que los Thompson y la joven Miriam pasen a la mesa, al acabar Violet les avisa que está todo listo para que pasen y mientras tanto yo podré ir a tomar mi almuerzo, solemos hacer eso, mientras una atiende a la familia durante el tiempo que comen la otra toma su hora de almuerzo y al finalizar de atenderlos la otra que se supone ya debería de haber terminado de comer, se dedica a sus labores.

Abro la bolsa en dónde traigo mi comida, se trata de arroz blanco, ensalada de brócoli y coliflor y un poco de carne, mamá suele prepararme  el almuerzo a escondidas de mi y a regañadientes lo traigo cada día, todo se debe a que me oponga que se exija demás cuando ha de estar descansando pues por mas que se repuso del cáncer aún está terminando de salir de esa etapa.

- terminaste de almorzar?- pregunta Violet y niego viéndola con el seño fruncido sentarse frente a mi- los jefes me enviaron a almorzar, dijeron que podían servirse ellos solos- menciona y asiento

- creo que se debe a la señorita Miriam- digo y Violet asiente

- estás en lo correcto, es que a ella no le gusta que le sirvan, ni nada del protocolo- comienza a contarme un poco más sobre la dinámica en este hogar cada vez que la joven Smith venía a esta casa, no tengo mucha idea de cómo era, pues en esos años era mamá quien trabajaba en este lugar- ella es más bien, Anti- reglas, por eso me agrada- finaliza Violet y asiento

- cualquiera que esté en contra de los estigmas y dictámenes de la sociedad blanca es un aliado- menciono y Violet asiente

Comenzamos a comer juntas mientras platicamos y una vez terminamos volvemos a nuestras actividades yo dejo en el horno lo que la señora Thompson me pidió,son galletas de avena con frutos secos y creo que son para consentir a su hijo pero a lo que iba es que me pidió acompañarla a hacer las compras después de  que la señorita Miriam se fue e  iremos acompañadas y/o escoltadas  por el joven gabe también

- estás lista Abi?- pregunta la señora Eva entrando al cuarto de utensilios dónde tenemos todas las cosas para cumplir con los quehaceres de este hogar, asiento y ella me da una sonrisa pequeña - te esperamos afuera entonces.

Cuando ella se retira voy al baño y me miró en el espejo para ver qué todo esté en orden, que los cabellos que están comenzando a nacer en mi cabeza  estén en su lugar y mi informe luzca bien, paso mis manos por mi falda y me refresco un poco el cuello con agua, pasando mis manos húmedas después de haberlas mojado con el agua de la llave del lavamanos, me miró una última vez y salgo para cruzar el pasillo, pasando primero por la cocina, seguido de la sala de estar y el comedor frente a esta del otro lado y por fin logro cruzar la puerta de la entrada unos metros más adelante de la sala la cual equivale a casi toda mi casa, niego y camino hasta estar frente a la familia Thompson

- por hoy iremos al mercado de frutas y verduras, así que llevanos al centro cariño- dice la señora Eva al joven gabe y este asiente, me da una mirada corta la cual se cruza con la mía y nos movemos hacia su auto, el más lustroso y de los de última generación del todo pueblo

El abre mi puerta para que suba a la parte de atrás y también abre la del copiloto para que su madre se siente junto a el en la parte delantera

Conduce por algunos minutos hasta el centro del pueblo, el cual tiene muchísimas tiendas lujosas en su gran mayoría rechazan personas de color, pero vamos! vivimos a finales de los cincuenta el nuevo hoy sigue sin aceptar que lo negros vencimos la esclavitud pero parece que no nos perdonarán eso jamás

En fin, también hay pequeños puestos donde venden frutas, verduras y más abarrotes, el joven gabe se estaciona lo más cerca que puede a estos lugares y una vez el auto está apagado bajo de el y su madre si espera adentro a que el sea quien abra la puerta

- porque no déjaste que abriera la puerta por ti?- pregunta en un susurro antes de abrir la puerta de su madre y niego

Caminamos un poco hasta encontrar el puesto favorito de la señora Thompson, mientras ella compra nosotros la esperamos unos metros más adelante

- llevaba tiempo sin ver todo esto- dice el y asiento

- en cambio yo lo veo cada semana- hablo con desdén y volteo a verlo, mi mente delinea cada uno de sus rasgos pero me regaño por mirarlo de más

-te aburre?- pregunta y ladeó la cabeza por instinto pero no con la intención que el supone y la que hace que ria y  sin querer niego frenéticamente  durante unos segundos pero él sigue riendo a lo que intento explicarle:

- no, no me refería a que me aburre, de hecho me parece precioso los colores de las frutas cuando el sol choca contra ellos, la sensación cálida de las personas saludandose entre si y el azul y blanco de las tiendas es...lindo pero si se da cuenta...- me detengo y lo miro a los ojos como pidiéndole permiso a decir lo que corre por mi cabeza y el asiente

- continúa...- dice y apasigua un poco el miedo que tenía a decir lo que cruza por mi mente

- no le parece que es un cuadro donde alguien como yo no cabe?- pregunto y el baja la mirada- perdone, no quería incomodar es solo que...

-tiene toda la razón, es demasiado blanco para mí gusto- dice y me da una pequeña sonrisa -y es triste que hagan a un lado o rechacen  a alguien por simplemente no ser "lo que la sociedad dice" o ni siquiera considerarla persona, ah  pero las vidas que los hombres negros pierden durante la guerra, que sacrifican esas tampoco importan, tienen relevancia cuando están en las filas pero una vez les dan de baja no- me asombra un poco lo que dice, no pensaba que alguien como el lo llegará a ver de esa manera pero me alegra que sea así,  asiento y bajo mi mirada

- por eso no me resulta muy cómodo venir a este tipo de lugares- digo y el está por decir algo más pero es su madre quien nos interrumpe cuando se acerca a nosotros con la bolsa de papel llena, se la entrega al joven gabe y es el quien la carga, al igual que el resto de bolsas de las compras que realizamos durante el resto de la tarde.

Abi Y Gabe: El Amor En Tiempos De LuchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora