Carraspean - señor thompson - escuchó su voz del otro lado del umbral de la puerta y volteó a verla, abigail baja la mirada y se hace hacia un lado - la señorita Miriam lo está buscando - dice mientras divisó a la rubia junto a ella - con su permiso- finaliza Abi
- gracias abigail- el decir su nombre completo lo siento como un trago amargo, abi me mira un microsegundo al escuchar la mención de su nombre completo y finalmente se retira
- ok....bien, tienes mucho que contarme- dice Miriam acercándose a la cama en donde ahora me encuentro sentado en el borde de esta - pero antes, te extrañe- dice esta y me lanza un golpe al hombro, le reprochó y miriam ríe
- sabes que golpeas fuerte- reclamó y ella asiente
- por eso lo hice y como soy una dama no puedes hacer lo mismo para conmigo - dice y sonrió
- donde estuviste?- pregunto y ella niega
- es un secreto, finalmente no me prestaste el dinero así que no tienes derecho a saber- me recuerda que me negué a prestarle sino me decía para que usaría la cantidad
- con que ahora tenemos secretos con precio- digo poniendo en pie y caminando a mi armario para ponerme una camisa y no estar ensañando mi pecho al desnudó
- estás más delgado...- comenta miriam y volteó hacia ella - has estado fumando demás gabe?- pregunta y niego
- es solo estrés, estoy comiendo poco debido al trabajo- digo y ella asiente no muy convencida y procede a decir
- también es el efecto post ruptura - afirma, termino de colocarme la camisa y me detengo, bajo la mirada, asiento y camino a sentarme a su lado - estás bien?- pregunta y la miro a los ojos un par de segundos, retiro mi mirada de la suya y siento un nudo en mi garganta
- puedo ser sincero?- pregunto y ella asiente - me...me estoy enloqueciendo- logro decir antes que se me quiebre la voz
- que sucedió? Tuvo que ver la desgraciada de hellen en esto?- pregunta doble y asiento antes ambas
- solo me aleje tanto que abi no pudo seguir sosteniendo mi mano, mira, nos prometimos enfrentar todo siempre y cuando estuviéramos juntos- digo y siento una lágrima bajar por mi mejilla- falte al trato, la abandone
- a que te refieres?- pregunta mientras se levanta para sentarse en el suelo frente a mí
- no lo sé, hasta otoño todo...todo fue perfecto pero luego ya no tenía ni tiempo de verla, decidimos vernos una vez a la semana y siempre llegaba tarde a nuestras citas, la dejaba plantada, discutimos sobre eso varias veces pero no...no podía solo escapar e ir con ella, abi se resigno y finalmente se hartó... no sé si ella me ame ahora...poco a poco apague todo aquello que sentía por mí - digo y ella toma mi mano y le da un apretón
- lo siento...de verdad lo siento, se lo mucho que la amas- dice y me da una pequeña sonrisa afable - ella también te ama, noto el efecto post ruptura en ella y bastante debo decir, está mucho más delgada....
- se desmayo- digo interrumpiendola y miriam me ve con una expresión de sorpresa
- como que se desmayó? Esta enferma?- pregunta y asiento
- ahora está mejor, pero debido...estoy seguro que por mi culpa ella dejó de alimentarse, abigail tiene algo con sus globulos rojos y debido a su mala alimentación, falta de sueño y demás...solo se descompensó...por eso está más delgada , la he hecho sufrir demasiado...
- odio a esa hellen, todo es su culpa - dice Miriam y río con amargura
- no, es mía, siempre he sido el chico trofeo, mamá tiene que mantener esa estatuilla perfecta, admirable y pues yo arrastre a abigail en el proceso...- digo y siento otra lágrima caer - ahora ni siquiera...me trata con tanta indiferencia, quiere un límite, se lo estoy dando pero... me quema por dentro el saber que ni siquiera puedo preguntar sobre cómo va su día sin que me responda dos monosílabos y ponga una muralla entre ambos- digo y agachó mi cabeza colocándola entre mis manos
- no es tu culpa...gabe, a veces hay cosas las cuales no podemos controlar, el hecho de que tus padres te criaran con esa imagen no es algo que tú pediste, se que pudiste haber manejado mejor la situación pero te entiendo, es la primera vez que te veo así de enamorado, entregado y hasta llorando- reímos ante lo ultimo- así que no te culpes, el sufrimiento de ambos les está pasando factura pero lo que cada uno haga para sobrellevarlo es su decisión, ahora, si tu de verdad la amas como me lo estás demostrando, que piensas hacer?- pregunta y niego y levanto mi cabeza sintiendo lágrimas empapar mis mejillas
- no sé si luchar por ella es lo que ella quiere...y si se cansó de todo esto?- le pregunto y ella sonrie levemente
- eso tendrás que averiguarlo querido amigo- dice miriam y acaricia mi mejilla
Reímos un poco y decido preguntarle sobre ella
- bien...demasiado drama de entrada, cuéntame dónde estabas?- pregunto y ella sonrie intrépida
- me fui a un viaje por Suramérica, a escondidas de papá claro está, no recorrí todo lo que quería pero...gabe conocí lugares inigualables...personas increíbles y ayudé a tantas personas...
Sonrió ante aquello que miriam me relata, me siento felíz por ella, algo aliviado de sacar mis sentimientos a flote pues con Jhonny solo cuando bebo es que puedo hablar sobre abigail y en su mayoría solo es hablar sobre nuestros recuerdos, nunca conversando acerca de lo que sucedió entre ella y yo
- deberíamos salir los tres, jhonny, tú y yo, te agradará, es divertido y tiene gustos parecidos a los tuyos
- no intentarás emparejarme verdad?- pregunta miriam mientras conversamos tumbados en el suelo sobre el tapete que cubre este
- no, prometo que no, ya sí tu te enamoras es tu lío- digo y ella empuja mi hombro y reímos
Conversamos sobre todo hasta que llega casi el anochecer y decido acompañarla, llevarla a su casa, no habiéndome dado cuenta de en qué momento mamá llegó a casa y tampoco de cuando abigail se fue a la suya de lo envueltos que estábamos en nuestra plática.
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Todos deseamos amigos tan espectaculares como lo son violet y Miriam prometo que las conocerán mucho mejor y también a Jhonny, disfruten su fin de semana, los quiero, bye! Dejenmen sus dudas, quejas, sugerencias en los comentarios.
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Abi Y Gabe: El Amor En Tiempos De Lucha
RandomEntonces la conocí....con su cabello rizado, sus ojos oscuros y con todo aquello que me recordaba a un hogar, ella era mi hogar y desde aquella primera vez le pertenecí Fuimos fuego, ardimos, sedientos el uno del otro tanto que nos quemamos en el pr...