capitulo 26

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Me preocupa la temperatura y estado en que se encuentra el joven gabe por lo que sin pensarlo mucho me pongo en marcha para servir la avena y colocar a tostar el pan en la tostadora, sirvo todo rápidamente en una bandeja y una vez tengo la bandeja tomada de manera segura salgo con rumbo a la habitación.

al entrar carraspeo y el quita la almohada que tenia sobre su rostro y voltea a verme con sus ojos entrecerrados pues parece que la luz irrita ese par de ojos azules, me hace con la cabeza que entre a la habitación, por lo que sigo hacia el interior, dejo la bandeja sobre los pies de la cama y espero a que el se siente para caminar los poco metros que me faltan y colocarla sobre sus piernas, el come de manera lenta y parece que no puede mantener sus ojos muy abiertos por lo que decido ofrecerme a ayudarlo

-me deja ayudarle a comer?-le pregunto y el me mira y baja la mirada y niega

-estoy...bien-dice a media voz y niego, tomo la bandeja y la coloco sobre mis piernas para partir el pan en trozos y comenzar a darle tomando una cucharada de avena y poniendo sobre esta el trozo de pan, el come lento y a pesar de estar en silencio me siento cómoda, como si lo conociera de hace mucho y frente a el no tuviera que avergonzarme o ocultar nada, tambien siempre me ha gustado cuidar de los demás pero de el no había tenido la oportunidad

...

una vez termino de comer le pedí que se recostara en lo que yo me dirigía a comprar algo de medicinas, la señora thompson parece que en su afán olvido el dinero para el medicamento pero me importa mas el ayudarlo a el asi que tomo mi cartera y salgo del armario con dirección a la puerta de la entrada, una vez en la calle camino al menos una manzana hasta la farmacia mas cercana, cabe aclarar que estamos finalizando los 50's los negros hasta hace poco eramos esclavos y aun seguimos siendo vistos como animales por lo que el entrar a un establecimiento para personas exclusivamente blancas hace que todos me miren como menos lo que me incomoda pero enfurece pues se que tengo los mismos derechos de poblar este mundo pues para algo Dios nos creo, pero aun hay personas que no comprenden eso y ven el mundo desde su pedestal

En fin, luego de pagar los medicamentos regrese a casa corriendo y deje mi bolso tirado en cualquier lugar del closet pues algo me dice que el joven gabe no esta muy bien,por lo que subo las escaleras con cuidado que le vaso de agua no se riegue de manera rápida para finalmente  encontrarme con que... duerme, plácidamente, su pecho desnudo sube y baja levemente y sus labios carmesí se mantienen entre abiertos, el es una escultura viviente pero si pudiera tener un momento que se quedara en mi memoria por siempre diría que este, pues el aparenta ser paz, pero se que oculta su tormenta y ahora realmente se ve tranquilo, sin hacer mucho ruido y sosteniendo el vaso de agua con mas fuerza pues ahora todo tiembla en mi, carraspeo un poco pero el no parece despertarse, por lo que dejo el vaso a un lado y toco su hombro, aun frió pero noto sudoración por lo que sin dudarlo comienzo a agitarlo cosa que hace que el se levante alerta y tome mi muñeca con fuerza, sus ojos me enfocan y parece poco a poco entrar en razón y en la realidad en la que esta actualmente pues su agarre se alivia y aunque siento que me dejara marca lo ignoro y me preocupo por darle su medicamento junto al vaso de agua, el se sienta en la cama para recibirlo y siento que mis ojos bajan por su pecho hasta que me topo con la cadena que le entrega el ejercito y mi mirada regresa a su rostro sus ojos y expresión son fríos,distantes, supongo que efecto del virus que habita ahora en su cuerpo

- debe...debe..debe tomar su medicamento-digo sintiendo mi corazón en mi garganta pues estoy aun mas nerviosa

-gracias-dice con voz rasposa y sonríe de medio lado, le doy la pastilla y seguido el vaso con agua una vez el pone la pasta en su boca, toma un sorbo grande de agua y traga y seguido otro poco mas -gracias por ayudarme abi..-dice mientras se recuesta. <<abi, que bien suena cuando el lo dice, es como si nunca fuese escuchado que alguien mas lo dijera>>

Abi Y Gabe: El Amor En Tiempos De LuchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora