Recibid al Supremo Canciller del Distrito Número Uno.
Una multitud llena de euforia controlada, domificada y observada gritaban exaltados el nombre de un cargo político.“Supremo Canciller, Supremo Canciller, Supremo Canciller”
Lo repetían incesantemente, de manera coordinada y al unísono de forma automática y repetitiva, autómatas no pensaban, apenas podían respirar por su propia cuenta o quizás ni eso hacían.
Recuerdo caminar sin observar a nadie, sin mostrar signo alguno de respecto o igualdad, no existía carisma ni benevolencia, yo era un ser superior caminando por encima de las escorias a las cuales yo debía de servir como su supuesto líder, aquel por el cual habían elegido para que resguardara su bienestar, protegiera su integridad y sobre todo lo mas importante, mantuviera de pie su utopía.
Jamás me imagine tal escenario, un agente del caos, una enfermedad en la sociedad, un liberador de pensamientos, el asesino de una utopía, un forastero, un exiliado, un completo desconocido, habría alcanzado tanto poder, había llegado a lo mas alto de la cúspide de un sistema corrupto, haberme convertido en el supremo canciller del distrito sin derramar una gota de sangre. ¡JA! Seria decir una piltrafa, un engaño, fomentar una falsedad, nada de esto se hubiera logrado sin el asedio de aquella fatídica noche.
En mis manos había sangre, en mis piernas había ruinas, en mis ojos había llanto, pero en mi mente existía el sueño de la libertad, el cual no seria arrebatado tan fácilmente, así que por el bienestar de ese sueño, el cual no era solo mío debía aguantar esta falsa un poco mas de tiempo, ya estábamos dentro del sistema, habíamos llegado a donde jamás pensamos hacerlo, los últimos cuatro distritos eran nuestros, una ves dentro del sistema solo era cuestión de tiempo para que nuestras tropas entraran y tomáramos control de los distritos restantes entonces allí el golpe final al señor sociedad seria inminente.
Habían pasado ya unos cuantos meses de estar al cargo del distrito numero uno, como lo habíamos planeado, ya los otros profetas habían tomado el control de los distritos faltantes, una vez pasada todas las alarmas de seguridad puesta por el señor sociedad comenzó la fase dos de la infiltración sigilosa, desactivamos las cámaras, fuimos remplazando los cargos de menor importancia, desarticulando los sistemas de seguridad fronterizos, de manera periódica se realizaban renovaciones en el sistema policial.
Cada aspecto de importancia fue tratado minuciosamente, tuvimos que asistir a reuniones y planificar ataques contra nuestra propia organización, era inevitable por ende tendría que haber bajas de nuestra parte, pero su sacrificio no seria olvidado.
Todo iba a la perfección, todo salía de acuerdo al plan, habíamos estudiado la estrategia miles de veces, solo faltaban unos cuantos meses para acertar la ultima estocada al putrefacto corazón del señor sociedad y acabar con su utopía, despertar de su nefasto sueño, poder ser libres sin temor a las represalias, pero no siempre las cosas resultan ser como se planean, siempre hay un factor que altera la ecuación en este caso fue Julieth.
Su compromiso con el hijo menor de la familia más adinerada del distrito numero uno fue la gran noticia de la semana, todos los medio audiovisuales querían tener la primicia, un evento de tal magnitud e importancia, todos querían estar allí, aunque muy pocos fueron los invitados a tal galardonado evento. En primera fila en la ceremonia se encontraba los representantes de ambas familias y todo los invitados del Supremo Canciller, algo dentro de mi, gritaba con furia, “no vallas, inventa una reunión, inventa una enfermedad, se déspota y no te presentes”
Pero las ganas de volver a ver a Julieth eran enormes, y no solo ha ella a mi familiares, a mis padres, a mis hermanos y mas importante saber si aun se encontraba con vida la vieja cuervo, no hice caso a mis instintos y me presente el día de la ceremonia, fue impecable, un evento digno de la presencia del supremo canciller, ya habían pasado varios años y mi familia simplemente había borrado todo recuerdo de mi existencia o así yo lo había pensado.
¿Eres tú? ¿No puedo creer que seas tú? ¿Dime que realmente esto no es un engaño?
Las preguntas las realizaba una vieja y quebradiza voz, pude reconocerla de inmediato, era mi querida madre.¿Puedes voltear he venido sola?
Esta equivocada mi queridísima anfitriona, lamento si me le he parecido a algún miembro de su muy distinguida familia, lo decía en un tono de voz calmado y elegante, digno de un supremo canciller de distrito mientras daba media vuelta para ver de frente a la vieja mujer que me había detenido. Sus ojos se desbordaron en lagrimas, jamás pensé volverte a ver dijo mientras mantenía su distancia, pasaron muchas cosas desde tu destierro, tu padre no soporto haberte desterrado y a los meses cayo en una fuerte depresión que termino acabando con su vida, tus hermanas y hermanos menores fueron enviados a estudiar al exterior la vieja cuervo así lo ordeno como una de las ultimas acciones antes de morir, dijo que ellos no debía ser contaminados con este retorcido sistema.
Recuerdo que la vieja mujer me seguía contando sus problemas, contando todos los sucesos y acontecimientos importantes los cuales habían ocurrido posteriores a mi destierro, se disculpo conmigo, dijo que lamentaba haberle quitado importantísimos tiempo al supremo ministro, mientras limpiaba sus lagrimas me acerque a ella, bese su frente y le dije en forma de susurro.“Huye, toma a Isabella y ve al exterior hacia donde están mis pequeños hermanos y no regresen hasta que vuelvas a tener noticias mías”
Esa fue mi mayor equivocación, haberme despedido de esa forma, haberle hablado, en especial en una casa donde todos eran súbditos del señor sociedad, sabría que vendrían a por mi, gestione todo antes de mi fatídico desenlace, prepare una gran bomba de tiempo en el distrito uno, solo era cuestión de sentarme a esperar, los días fueron pasando ya todo estaba preparado, no solo tenia armado un plan A, mi estrategia era infalible, si el plan A fallaba, automáticamente este desencadenaría una serie de eventos y planes consecutivos que asegurarían que la meta fuera lograda.
Pero sabía muy bien que no podía darme el lujo de esperar que ellos vinieran por mí, tenia que darle un poco de ventaja, tenia que hacerle creer que me habían ganado, habría que usar un pieza de sacrificio y en este caso la pieza sacrificada seria yo. No podía contactar nuevamente a mi madre, ella había hecho caso y se marcho al día siguiente al exterior junto como mi dulce Isabella, así que comencé a visitar la tumba de mi padre y de la vieja cuervo mas seguido hasta que llame la suficiente atención de los miembros de mi familia, escorias controladas por el señor sociedad, esos mismo que decidieron darme por muerto y no tender su mano cuando fui exiliado, cuando el momento llegara yo mismo me asegurare de borrar su existencia de este mundo, pero hasta los momentos con que supieran quien era yo seria suficiente.
Al ser el poder absoluto en el distrito uno, yo poseía ojos y oídos en todas partes, sabia que planeaban una emboscada, organizaban una traición, como lo había pensando mi plan A tenia muchas posibilidades de fracasar por mis errores, solo que no había llegado tan lejos como para dejar que eso ocurriera, por eso puse en marcha otra estrategia, ellos creían haberme atrapado, solo estaban cayendo en mi trampa, siendo el supremo canciller del distrito uno me entere que desde las sombras del distrito cero, se encontraba un lugar de confinamiento, reclusión y adiestramiento mental, desde allí el señor sociedad creaba a sus nuevos títeres.
Poco a poco fuimos infiltrando miembros de nuestra cede al fantasmagórico distrito cero, nunca supimos si habíamos tenido algún tipo de avance allí, puesto que el distrito cero parecía un gran agujero de gusano, todo lo que entraba en el desaparecía, simplemente perdíamos todo tipo contacto o respuesta alguna, en incertidumbre vivíamos con lo referente a ese lugar, por ende debíamos sacrificar una pieza importante del tablero, alguien que valiera la pena transportar hacia aquel tan afamado e inverosímil lugar.
Centro de Reclusión y adiestramiento mental MACAIRA, así era su nombre, así era conocido el laboratorio de juegos del señor sociedad, si el infierno tuviera nombre estoy completamente seguro de que así se llamaría.
Ya las piezas estaban colocadas sobre el tablero, ya había planificado mis jugadas, termine moviendo todas mis piezas, ahora solo debía sentarme a esperar que el momento llegara, que mi rival pusiera un pie adelante y se abalanzará ante mi. Un día recibí una carta sellada, estaba encriptada bajo un extraño código, un idioma creado mediante garabatos y seres mitológicos, el cual solo tres personas conocían y manejaban a la perfección, de esas tres personas uno ya estaba muerto, y la otra yacía casada con un autómata del distrito numero uno.
Posiblemente sea una trampa, pensé en voz alta ya que el mensaje me advertía de los horrores que yacían en macaira, simplemente ignore todo advertencia, tome aquella hojas y les prendí fuego junto con el despacho de mi oficina mientras salía hacia la tumba de la vieja cuervo.
“Quémalos, Quémalos a todos, que no quede ninguno en pie, quémalos hasta que solo sean cenizas, quémalos a todos, sin remordimientos alguno de tus acciones, solo debes dejar que el fuego consuma y libere”Recordé las ultimas palabras que me grito la vieja cuervo el día de mi destierro, el ultimo día que la vería, el día en que nacería el cáncer que pondría fin a la utopía del señor sociedad.
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CLAUSTRO
Short StoryUtopías, ciudades y sociedades perfectas o eso era lo que el señor S quería hacerle crear al mundo, controlando a cada uno de sus habitantes, creando autómatas sin la capacidad de pensar, soñar o ser libres, carente de emociones e ideales, firmes a...