Veneno de Basilisco

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  Te he contado mi historia, su comienzo, algo parecido a un crecimiento, su periodo de transición, una breve sublevación, varias series de engaños, y entonces hemos llegado hasta este punto, el mas verídico, aquel donde me he debatido entre la vida y al muerte, la cordura y la locura, la realidad y la utopía, y todo por mantener en pie mis ideales, mis sueños, mi voluntad.

Oh tu señor del tiempo crono, has escuchado mis argumentos, has extendido el tiempo mismo para dialogar conmigo, has hecho temblar los huesos de los muertos por escuchar el final de mi cuento, entonces dime:

¿Qué ha de ser de mi? ¿Qué ha de pasar a continuación? ¿A dónde he de ir?
¿Acaso este será el final?

Dime, ¿Ahora que haré? Seguir aquí no puedo, despertar dudo que pueda lograrlo, ya todo a mi alrededor se ha desvanecido hasta mi propio ser se ha ido desvaneciendo, pero tu sigues allí, en tu inmensa monstruosidad silenciosa observando cada uno de mis pasos, escuchando cada uno de mis argumentos, no muestras signo alguno de vida, meditativo en un estado inerte, pero tus cuencas que muestran ese vacío infinito descifra cada una de mis acciones.

Este atroz mundo, tan retorcido, tan miserable, tan asqueroso y putrefacto, todo se esta yendo a la mierda poco a poco y esta generación de la cual soy participe nos toco observarla, y en efecto me parece lamentable aunque para algunos quizás sea maravilloso las cosas que han de pasar.

Pero lo que ha de pasar ya lo he visto antes, muchas veces, en muchos lugares que no logro recordar y como todo este mundo cada vez pierde su magia, quizás seamos nosotros la magia y este mundo siempre ha estado vacío, y fuimos nosotros quien lo reanimaba cada cierto tiempo con nuestra piedra vital, pero como seriamos magia en un mundo que se niega a observar, que vive en la ignorancia, seria como leer un manuscrito sin tinta, la verdad esta allí, a ojos de todos, pero todos son ciegos quizás hasta yo alguna vez lo fui.

Pero la verdad esta allí, latente y escondida, es la belleza efímera de la pureza de un estanque de agua, la cual muchos se negaran a verla, sentirla o reconocerla. Seria imposible negarme a apreciar tan semejante belleza de infinitud plena, si lo hiciera, si me negara a verla simplemente estaría negando mi propio existir y mi pasar por este efímero plano, quizás aquellos que siguen siendo dominados por voluntad propia son dignos de ir al vertedero que los ha de esperar a todos, aquel fúnebre lugar llamado infierno sin la posibilidad de pagar sus deudas en el purgatorio.

Estoy por irme, mi esencia aquí se ha desvanecido, mientras que he hablado, discutido y divagado, ya no iré de aquí para allá dejando mis huellas en las memorias del tiempo, quizás ya hayas observado el desenlace de esta historia y si no ha sido así solo obsérvame durante los segundo que mueren mientras yo he de defender nuestros sueños.

Adiós Señor del Tiempo…

CLAUSTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora