El Nido De Ratas

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El infierno nos esperaba adentro, la muerte asechaba en cada esquina, aunque morir esa noche significaba la gloria. Sabia muy bien que nos estaban esperando, así que antes de cruzar al pasillo que nos conectaría con el interior de la sede lanzamos varios de sus artefactos explosivos que habíamos obtenidos de los oficiales que habían muerto en las calles del distrito 15. Arrojamos un total de 7 artefactos explosivos al cabo de unos segundos su detonación fue inminente y los gritos de agonía de los perros uniformados llego tras la oleada de humo y olor a sangre.

Algunos murieron inmediatamente, otros yacían desmembrados y ensangrentados en el piso implorando piedad, algunos miembros pensaron en atenderlos, evitar que murieran de una hemorragia, cuando yo sin mediar palabras detone tres municiones de una colt calibre cuarenta directamente en el rostro de oficial que había liderado el asedio al nido de ratas.

Todos los presentes quedaron ensimismados, inmóviles, sin gestionar palabra alguna, solo respiraban entrecortadamente intentando asimilar lo que había pasado en ese breve instante, hasta que simultáneamente rompieron el silencio con preguntas y reproches.

¿Por qué lo has hecho? ¿Te has vuelto loco? ¿Dónde has dejado tu humanidad? ¡Matarlos solo nos hace igual a ellos!

Solo suspire hondamente, camine hacia el siguiente oficial herido y repetí la misma condena que había ejecutado en su líder, mientras que terminaba de ejecutar a los oficiales heridos comencé a responder a sus respuesta. Lo hice por la libertad, lo hice por vuestros compañeros, lo hice por los inocentes y niños que yacen sin vida allá afuera. ¡Locura! Llamas locura a defender nuestras ideas, llamas locura a quedarnos de brazos cruzados ante la muerte de los nuestros, locura es creer que estos seres son igual a nosotros, ellos no son capaces de sentir ningún ápice de piedad hacia alguno de ustedes y aun así se horrorizan por mis acciones.

¿Qué pensaría Sebastián de tus acciones? Grito en medio del llanto una recién llegada, era Julieth, una de las cabecillas de nuestra organización, es que has perdido tu humanidad volvió a reprocharme, miradle a los ojos, y dime si no ves terror en su mirada por las cosas que has cometido.

¿Tienes temor? ¿Sientes miedo? Le repetí aquellas preguntas varias veces al último oficial que aun queda con vida en la sala. Responderme, ¿Por qué debería de perdonar tu vida? O es que acaso tú perdonaste a Sebastián antes de volar su cabeza en miles de pedazos o perdonaste a aquella niña que no tenía razón alguna de morir esta noche.

Por varios minutos la habitación quedo en silencio, hasta que el sonido de mi pie impactando contra su cara reventando su pómulo y tabique causo estruendo, te he dicho que me respondieras, ahora el temor había invadido la sala, y el rostro ensangrentado del oficial se llenaba de terror. Yo solo seguía ordenes respondió. Así que tú solo seguías órdenes, y dime en tus órdenes estaba ¿Capturar o Matar? Al cabo de unos segundos mi pie volvió impactar su cuerpo pero esta vez fue en su costado izquierdo haciéndolo vomitar sangre después de un pequeño hilo de agonía, fue entonces cuando respondió que sus órdenes eran capturar a todos los integrantes sin ocasionar ningún tipo de bajas civiles.

Entonces mire a Julieth, mientras le decía con una mirada frívola y sin misericordia, aquí murió el ápice de humanidad que me quedaba mientras descargaba el arma de fuego que tenia en mi mano izquierda en el cuerpo del oficial que exclamaba en gritos de terror por el perdón de su vida.

A los que aun quieran seguirme espero que entiendan que a partir de este momento ya no habrá paz, será matar o morir, allá afuera yace una multitud enfurecida y es cuestión de nosotros si recuperamos el distrito 15 o nos doblegamos a la tiranía del señor sociedad, hoy puede ser el comienzo de una nueva historia o si lo desean pueden huir atemorizados cual ratas de su nido.

Una sola silueta abandono el nido de rata ese día, jamás olvidaría el efecto que causo en mi su deserción, al darme cuenta su cabello rojizo se perdió entre el humo y el caos de esa noche. Me dirigí a los que aun quedaban de pie, no solo nosotros hemos sido atacados, las sedes en los distritos 13 y 14 también fueron asediadas, allí aun hay resistencia y no han logrado irrumpir en ellas, es nuestra tarea salvaguardar este distrito y lo que aun quede del nido de ratas aunque sea lamentable debe de arder hoy, puesto que seguramente vendrán más a buscar cualquier tipo de información y es un lujo que no podemos darnos así que profetas, que esta noche arda como el mismísimo averno.

Un grupo quedo en el interior del nido de ratas terminando de recuperar, quemar y destruir cualquier evidencia y encargándose de los oficiales que aun pudieran merodear el interior de la sede, mientras otro grupo se dirigió a las calles, allí el asedio era inminente mas patrullas habían llegado con la finalidad de diezmar el distrito por completo, la verdadera guerra estaba por comenzar y el nido de ratas era el faro de la esperanza de esa noche...    

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