La Dama De Cristal

III

-¡Bakugo! -Kirishima se lanzó hacia el Rubio y lo jaló hacia la tierra.

La oscuridad se aproximaba por el agua cuando el pelirrojo jaló al cenizo pero cuando este ya no estaba, rlas sombras retrocedieron.

El cenizo chasqueó su lengua, sin comprender lo que era esa cosa que intentó tocarlo, el pelirrojo estaba mirando atentamente como esto tomaba forma, una forma.. Humana, pero solo la parte superior, tenía el cabello claro, ojos rojizos y la piel extremadamente pálida y sus manos eran de tonalidades negras hasta los codos; el extraño se acercó al cristal y acarició la pequeña rajadura que había hecho el cenizo en el cristal.

-Tks ¿Que diablos quieren?

Su voz era gruesa, ronca y áspera, causando escalofríos a ambos jóvenes, uno mirándolo con su típico gesto apático y el otro asustado, el sujeto miró a ambos esperando respuesta alguna porque su silencio no hacia más que molestarlo.

Frunció aún más su rostro, sus ojos rojizos se volvieron aún más brillantes y volvió a gritar su pregunta a ambos.

Siendo Kirishima el valiente en responder mirando directamente a los ojos rojizos -N-nosotros vinimos a rescatar a...

-¿Quien mierda eres tú? -Preguntó bruscamente el cenizo.

El de ojos rojos dirigió su mirada molesta al cenizo -Pregunté primero, no deberían estar aquí. ¿Qué buscan?

-Vinimos por esa mujer ¿que mierda eres?es obvio que no eres humano.

-Es mejor que se larguen por su cuenta-Contestó cerrando sus ojos para tomar aire y hablar de manera serena, ignorando la pregunta del cenizo, dándoles la espalda y volver al cristal quiñado.-No los necesita.

-Bakugo, deberíamos irnos, ese sujeto no es humano tu mismo lo dijiste, puede ser peligroso. -Susurró el pelirrojo mirando de reojo al extraño.

-No me iré maldición, ¿se te rompió el cerebro al entrar? Ella es por lo que vinimos, Ese idiota debe ser un obstáculo, los dioses nos están poniendo a prueba.

-Yo...-Volvió su mirada al extraño y notó como este miraba con melancolía a la persona encerrada en el cristal-no lo creo.

-Idiota-Murmuró poniéndose de pie-Ey imbécil, no me iré de aquí sin ella.

El peliblanco apretó sus dientes y frunció el ceño, separándose del cristal encaró al más joven, ambos, rubí contra rubí, llenos de molestia, el peliblanco fue el primero el dar el primer golpe, mandándole de un puñetazo hacia la pared de cristales.

El cenizo soltó un quejido y volvió a levantarse, el peliblanco lleno de furia se acercó rápidamente y volvió a golpearlo contra la pared.

El pelirrojo, quien era el más consciente de la situación se interpuso entre ambos, quería evitar ver la muerte de su amigo.

-¡Ella es importante para ti! ¿No es así? -Exclamó cubriéndose con sus brazos y cubriendo detrás suyo a Bakugo.

-¿Qué mierda haces? -Murmuro el cenizo.

El peliblanco con el brazo alzado, gruño pero nunca dirigió el golpe, miro desconfiado al pelirrojo, quien lo miro determinado y lleno de valentía, el peliblanco asintió levemente y se volvió hacia el cristal, recordó como su pecoso daba esa misma mirada llena de determinación cuando lo retaba a algo, recordando también como su bello peli verde curaba sus heridas y le pedía a lágrimas que no peleara-Larguense y no vuelvan-Murmuró.

-¿L-la conoces? -Kirishima bajo sus brazos y vio de reojo a Bakugo quien lo miraba confundido.

El peliblanco frunció su ceño, esperaba que ellos se largaran de una vez del lugar, no que lo ataquen con cuestionarios, entre el susurro de las sombras se enteró de las intenciones de los chicos, lo que su lado oscuro de sus corazones buscaban.