La Dama De Cristal

XV

Sus risas aumentaron al mismo tiempo que vieron al rubio ser perseguido por el cenizo, le advirtieron que no era buena idea molestarlo pero el consejo entró por un oído y salió por el otro.

Izuku se estaba divirtiendo, era agradable pasar tiempo con ellos aún cuando eran sus menores, siempre encontraban una forma de hacerlo reír, ellos también trabajaban así que no podía verlos como unos simples niños.

La vida así no la recordaba en su época, en su mayoría de veces estuvo rodeado por adultos así que siguió el ejemplo de un adulto, no tenía tiempo para salir y divertirse, los festivales no eran así de alegres ni coloridos, lo que él veía ahora era una bendición, una suerte que envidiaba sutilmente.

-¿Te diviertes? -Preguntó la pelirosa.

Izuku asintió y luego sintió un peso a su otro lado, Hado se había lanzado a abrazarlo, aveces la actitud alegre y extrovertida de la pelilila le recordaba a cierta rubia que conoció, Toga también lo abrazaba apenas lo veía, ella también lo hacía reír con sus ocurrencias.

Sonrió melancólico ante su vago recuerdo-Princesa, ¿no debería estar en sus aposentos? - En la vida hubiera imaginado que su pequeño pueblo se haya vuelto tan popular que incluso la actual realeza este allí.

-Estar ahí es tan aburrido Izuku, también quiero ver lo que hacen .-Contestó .- ¡Deberiamos ir a comer! -Sugirió entusiasmada.

-¡Hey Kaminari! ¿Tienes algo que hacer?

-Debo volver a la tienda-Contestó, esquivando las manos del cenizo, antes de echarse a correr en otra dirección.- Bye bye

-Bakugo¿tu?- El cenizo frustrado se acercó a los demás.

-Aún tengo trabajo por hacer.-Contestó cruzando sus brazos.

-Bien-Lo tomó de su brazo, al igual que a Izuku, quien tenía aferrado a la princesa y los arrastró junto a ella- Almorzemos y luego podrán hacer sus tareas.

Sin chitar llegaron al restaurante y almorzaron juntos, nuevamente el cenizo fue el blanco a fastidiar, Mina le quitaba su carne recién frita y se las comía.

-Vamos bakugo, fríe más.. -Suplicó la pelirosa, pero el cenizo la ignoró.

Ella infló sus mejillas y cruzó sus brazos después de ser ignorada.

Izuku había visto el trabajo como algo simple, así que tomó la carne cruda con sus palillos y las puso en la candela, las volteó y echó al plato de la pelirosa, ella lo Miró sorprendida y no es que no supiera azar la carne, simplemente queria molestar al cenizo, no esperó que Izuku la friera por ella y luego se la entregue como si de una niña se tratase, se avergonzó y agradeció el gesto.

Por el lado del peliverde, se sintió bien ver otra vez comer a la pelirosa, así que continuó azando la carne y ya no solo le sirvió a la pelirosa, sino también a la pelila y por supuesto al cenizo.

-¡Que lo disfruten!

Las chicas lo vieron enternecidas e inevitablemente lo abrazaron al mismo tiempo.-¡Eres tan lindo Izuku!-Chillaron las féminas.

-Bakugo deberías decir algo-Exclamó la pelirosa.

-Estoy comiendo-Contestó, llenando su boca nuevamente evitando hablar.

Izuku sonrió comprensivo y volvió su atención a su comida, la mesa ya no era solo de carcajadas, mina hablaba animadamente con la princesa y los otros varones escuchaban en silencio.

Aún sintió la sensación de incomodidad cuando los vió pagar y él no tenía ñl)llñm))lllñkllll)l)ll)lllkl/)llkll)lk/l) hacerlo, necesitaba un trabajo pronto, no podía seguir de brazos cruzados.

-Ashido -Llamó y esta lo miró- ¿Necesitas ayuda en el taller? No he cocido en un gran tiempo pero aprendo rápido y-

-Oh..mhn..Las cantidades que hacemos no son demasiadas así que el trabajo lo dividimos entre mi madre y yo mientras Kirishima se encarga de entregarlas...Lo siento Izuku -Explicó

El peliverde sonrió avergonzado y negó con la cabeza-No hay problema.

De entre la multitud aparecieron hombres con yukatas muy finas y se detuvieron frente a ellos, el mayor suspiro de alivio.

-Princesa, se solicita su presencia en el templo con suma urgencia.

-Oh...bueno si de inmediato-Les dió una pequeña mirada a sus acompañantes y ellos inclinaron levemente sus cabezas, así que sin más los dejo atrás, siendo seguida por los hombres que vinieron a buscarla, ocultandola de la vista de los demás.

-Ya debo volver -Dijo el cenizo dando un paso a otra dirección, pero fue detenido por el agarre de la pelirosa.-¿Ah?

-Bakugo deberías llevar a Midoriya, se que necesitas una mano extra en la tienda de tu padre.-Dijo empujando con su otra mano al peliverde encima del cenizo.

-Oye n..

-Lo siento.

- Izuku quiere ayudar y tú necesitas más manos ¿Cierto? Lo ves, todos ganamos ¡Adiós!.

Inmediatamente salió corriendo sin darle oportunidad a ninguno de refutar aunque el peliverde tampoco lo iba a hacer.

-Tsk.

Chitó y comenzó a caminar sin decir nada, el pecoso vió la dirección donde fue la fémina y luego vió la espalda del cenizo, entonces se detuvo a pensar en que hacer, Bakugo no se veía feliz en aceptar ayuda y Mina le había dicho que no necesita más ayuda, tenía la opción de volver con Tenko y así no causar problemas ...Si, esa era una ..-

-¡¿Vas a venir?!

El pecoso se sobresalto por el grito y notó al cenizo viéndolo, asintió rápidamente y comenzó a caminar tras el joven cenizo, quien volvió su mirada al frente.

Ciertamente incómodo, miraba de ves en cuando sus pies o su alrededor, no sabía que clase de trabajo era del otro pero esperaba hacerlo bien y ser de ayuda.

- ¿Has cortado carne?

-Oh...bueno lo hacía cuando cocinaba.

-¿Cocinas?

-Hace tiempo que no lo hago.

El cenizo asintió e Izuku suspiro de alivio antes de sonreír suavemente.

No era bueno haciéndolo, la fuerza que antes tenía no era la misma de ahora, sus músculos aún debían de estar dormidos o talvez siempre fue débil pero no lo había notado. Al menos estaba ayudando haciendo entregas, no eran muy lejos y era fácil distinguir a las personas del pueblo, ahora estaba de regreso de una entrega y en su mano unas monedas y hierba que le pidieron que entregará a la señora Bakugo.

-¡Ah volviste!-Exclamó mientras limpiaba sus manos con una tela -Izuku, ¿Te gustaría acompañarnos a cenar?

El hombre castaño terminó de limpiar su lugar de trabajo y guardó sus materiales mientras esperaba respuesta del joven peliverde quien también lo estaba ayudando.

-Oh...Bueno yo...

-No te sientas obligado, solo di no si es algo que no quieres-Exclamó el cenizo pasando a su lado.

-Claro Izuku, si tienes a alguien que te espera en casa no te retenemos más.

-N-no no, quiero decir gracias, es solo que..No tengo nada para agradecer su invitación y no quería ir a su hogar con las manos vacías.-Contestó el pecoso.

El cenizo y el castaño se miraron y soltaron una pequeña risa, avergonzado más al peliverde.

-No te preocupes por eso, es una bienvenida de nuestra parte por tu llegada al pueblo.

El pecoso soltó un suspiro y asintió terminaron de acomodar algunas cosas y cerraron el puesto y los 3 comenzaron a caminar en dirección a la casa de los Bakugo.

-Oye-Dijo dando un pequeño golpe con su codo al peliverde- ¿A esa cosa le gustará saber que estuviste hasta muy tarde en el pueblo?

El peliverde lo miró con el ceño fruncido-Es grosero que referirse a alguien como una cosa, su nombre es Tenko para tu información y se que lo entenderá.

Continuará