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Sai: Miércoles, dulce miércoles

Mencionó el pálido mientras miraba a sus amigos, los cuales tres de ellos tenían cara de pocos amigos, algo normal en ellos, pero esta vez se veían un poco más serios de lo normal. Tanto Sai como Naruto no les dijeron nada, sabían la razón de su comportamiento, decidieron dejarlos en paz al menos por un día, no querían volver a repetir el escenario que armaron cuando molestaron a Sasuke con su papel asignado en la obra.

Naruto: Bieeen... Sai y yo nos adelantaremos

El rubio no espero a que ninguno de sus compañeros hablara, inmediatamente se llevó al pálido a rastras, el cual ni se quejó, ambos querían huir del ambiente que se había formado en un segundo.

Por otro lado cinco chicas se encontraban en sus casilleros dejando algunos de sus libros. La rubia de ojos azules vio pasar rápidamente a una persona, la cual, iba a buscar apenas terminaran las clases.

Ino: ¡Sai!

El pelinegro rápidamente se detuvo soltándose del agarre de su amigo.

Sai: Tendrás que adelantarte tu solo

Naruto: No hay problema

El rubio se fue dejando atrás a su amigo.

Sai: Buenos días Ino, ¿ocurre algo?

Ino: Buenos días Sai, la verdad es que... te iba a buscar después o durante el club, pero como te vi ahorita se me hizo buen momento

Sai: ¿Y para que me buscabas?

Ino: Quiero pedirte ayuda, necesito que me ayudes a mejorar en el club

El pelinegro no se esperaba tal cosa, siendo sincero, él pensó que la rubia iba a mejorar por su cuenta, debido a que era muy testaruda e independiente, aparte de que no pintaba para nada mal.

Sai: Bien, te ayudaré

Ino: ¡Muchísimas gracias Sai!

La chica se lanzó hacia él dándole un abrazo rápido, el contrario solamente sonrió.

Sai: Pero te ayudaré cuando nos encontremos fuera del club y de la escuela, podríamos vernos en algún lugar

Ino: Me parece bien, elige tu el lugar, yo voy a donde me digas, me tengo que ir, ¡adiós!

Rápidamente se fue dejando al chico con una sonrisa en su rostro, sabía perfectamente a qué lugar llevarla para ayudarle con sus pinturas.

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Tan rápido como empezaron las clases se acabaron. Tres chicos en todo el transcurso de estas ni siquiera se dignaron en buscar a las chicas, querían pensar bien en lo que les dirían, aparte de que su orgullo impidió que las buscaran o, en el caso de algunos, la flojera.

Por otro lado, tanto el rubio como la azabache ya habían quedado de practicar juntos en unas albercas, ambos eran buenos, aunque les faltaba todavía, así que el practicar juntos les iba a beneficiar en fortalecer sus puntos débiles.

Después de las clases, la mayoría del alumnado se dirigió a su club correspondiente.

Un pelinegro de coleta ya se encontraba con su uniforme, solamente debía esperar a que esa problemática mujer se apareciera, lo cual, no tardó mucho.

Temari: ¿Listo para la sesión de hoy?

Shikamaru: Para nada...

Temari: Que sorpresa 

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