La pesadillas se habían vuelto recurrentes durante todas las noches, después de dormir por un par de horas Harry se levantaba dándole gritos y súplicas para que todo parará. Al principio había funcionado el que Verus se acostará junto a él para calmarlas, pero con el pasar del tiempo dejó de hacer efecto.
Severus estaba preocupado por Harry, ya no podía ir a dormír a su cuarto temiendo que si lo hacía no podría escuchar las súplicas del niño que se había robado su corazón, le aterra que el azabache se levantará después de una horrible pesadilla y que el no estuviera ahí para calmar su fuerte terror. Habían noches donde tenía un fuerte agarre en un vial de sueños sin sueños preparado para dárselo, pero el mejor que nadie sabe lo peligroso que es el abusar de esa poción.
Estaba tan cansado de no poder hacer más por ese niño en las noches, que se había propuesto el mejorar la poción de sueño sin sueño para que Harry la pudiera beber todas las noches si así lo quería y que está no lo dañara como lo haría una normal. Pero a pesar de todos los intentos que estaba haciendo, la poción es muy compleja al igual que todos sus ingredientes, haciendo que mejorarla fuera casi completamente difícil de hacer.
Se levantó de su sofá cuando escucho los fuertes gritos provenir del cuarto de Harry, se levantó exaltado para correr asta donde el estaba. Su corazón como todas las noches se estrujo al ver cómo ese cuerpo pequeño estaba empapado de sudor, al ver esos ojos que por el día tenían un brillo tenue estaban completamente muertos mientras lágrimas salían de ellos, ver como ese cuerpo se estremecía cada pocos segundos. Esa escena le rompía todos los días un poco más el corazón.
Camino despacio asta donde se encontraba Harry aterrado, se agachó para que no fuera tan intimidante para el pequeño niño y con cuidado tomó esas dañadas manos para dejar pequeños masajes. El azabache como todas las noches al sentir su tacto dejaba salir un fuerte sollozo por todo el temor que el contacto le provocaba, Severus intentaba con todas sus ignorar la punzada que sentía en su corazón al sentir que Harry le temía. Con una de sus manos dejó una suave caricia en el rostro manchado de lágrimas para ayudar a que viera su rostro, para que se diera cuenta que estába junto a él y no con esos asquerosos muggles.
- Mírame, Harry- habló con suavidad y cariño, pero aún así su niño no lo miró -Estas a salvó. Estas con tu temible profesor de pociones. Estás en tu habitación situada en mis apocentos- dejo otra suave caricia cuando el pequeño cuerpo tembló una vez más, haciendo que la niebla que cubría esos ojos esmeraldas se retirar -Vuelve a mí- suplicó.
Harry escucho las súplicas del único adulto que se había preocupado tanto por el, del único adulto al que realmente le preocupa tanto como para calamarlo todas las noches después de sus pesadillas. Se obligó a relajarse, ese hombre con olor a hiervas nunca le haría ningún daño físico y si lo hiciera lo resiviria con gustó, pero dudaba que alguna vez lo hiciera. Verus es bueno, el lo sabe con certeza, pero es una lástima que se diera cuenta de ello tan tarde en su vida.
-Ve-rus...- habló con la voz ronca, su garganta estaba en carne viva después de gritar tan fuerte.
-Si Harry. Soy Verus-
No lo pensó ni un solo segundo más, sé lanzó contra esos fuertes brazos al necesitar con urgencia un abrazo de ése hombre para saber que todo estaría bien aunque dudará que las cosas no serían así. Verus en un rápido movimiento hizo que quedara sentado en su regazo para comenzar a mecerlo con suavidad en un intento de calmarlo aún más, en estas situación le gustaba imaginar cómo hubiera sido su vida si fuera hijo de su profesor. Un fuerte sollozo salió de su garganta al pensar que jamás sería lo suficientemente bueno como para que su profesor lo quisiera de esa manera, quien lo quería cuando era un trapo sucio y ensangrentado.

ESTÁS LEYENDO
OSCURO
FanfictionDespués de una tremenda golpiza que le proporciona su cariñoso tío un día antes de regresar a su cuarto año en Howards, Harry se siente desesperado al ver cómo Vernon empieza a desabrochar el pantalón para quitarle la poca dignidad que le queda. En...