OSCURO

Capítulo 7

    Severus estaba a punto de cometer homicidio, a punto de enseñarle a todo el mundo mágico abiertamente porqué tenía un lugar en el círculo interno del señor oscuro. Se estaba conteniendo, no ayudaría en lo absoluto que hiciera eso. Conoce al hombre manipulador que tiene en frente, dándole un poco de espacio de maniobra para intervenir en sus turbios planes antes de que lastimar más a Harry, sin embargo, no sería lo mismo si otro sucio mago pone sus manos en su niño. El no podía permitir eso, no podría abandonar de nuevo a ese niño con cabello desordenado y sonrisa resplandeciente.

    –Cómo te decía, Severus. Es necesario que Harry vuelva a clases, ya ha pasado más de un mes desde que ha estado confinado de todos. No es sanó–

    Severus se tomó el puente de la nariz para evitar tomar su varita en ese momento y probar varias de sus nuevas maldiciones en ese viejo. ¿Cómo se atreve a decir que no es sano para Harry estar en un lugar seguro y controlado? Por Salazar, el aún no acepta el contacto con las demás personas, ni si quiera el contacto de Poppy y ahora quiere enviarlo a una multitud de niños estúpidos para que lo invadan de preguntas que no podrá responder. No, eso no estaba en discusión. Harry terminaría internado en el psiquiátrico después de tener un episodio, solo porqué lo pasaron rosado, en el mejor de lo casos y en el peor es posible que su magia reaccione y mande a todos a una muerte segura.

    –Por su puesto– la sonrisa en el rostro del anciano se agrando al escuchar las palabras de Severus –Porqué no le ahoramos al chico todo este teatro y lo enviamos directo al velo. Así no seguiré perdiendo mi tiempo en éste lugar– la sonrisa y el brillo se fueron por completo.

    –Mi muchaho– negó suavemente Albus –Me siento decepcionado de escuchar estas palabras de ti. Lo único que quiero es que Harry tenga una vida normal tanto como sea posible–

    Patrañas y más patrañas, Harry nunca tendrá una vida normal. Todas esas esperanzas se fueron desde el momento que se convirtió en el niño de esa sangrienta profecía.

    –No está en discusión éste asuntos, Albus. El aún no está listo para el contacto con otras personas y mientras tanto no lo obligare a que lo haga por un simple capricho suyo. Si eso es todo lo que quería discutir, tengo pociones que hacer y ensayos que revisar–

    –No es tú decisión muchacho. Harry regresará a estudiar el lunes. No puede estar siempre escondido, ya ha sido más que suficiente el tiempo para su recuperación. Ya no hay heridas que sanar, así que esta listo para retomar sus cursos–

    –Claro. Sus heridas están sanadas– habló con sarcasmo. –Está conversación no llegará a ningún punto, así que me iré–

    No espero ninguna respuesta más para salir de ese lugar, su magia estaba inquieta debajo de su piel. Quiere salir y arrasar con todo lo que este con su paso, pero no lo puede permitir, no le daría el gusto a ese hombre.

    Caminó despacio en dirección a sus aposentos, había visto tan solo la noche anterior como su pequeño Harry estaba feliz en la seguridad de sus cuartos mientras abrían regalos con los demonios pelirrojos. Era tanta su felicidad que la noche anterior no había tenido ninguna pesadilla que irrumpiera en sus sueños, lo había dejado con una sonrisa en su rostro mientras terminaba de hacer su deberes y ahora el debía de buscar las palabras adecuadas para explicar el fracaso de hombre que es. Lo iba a defraudar una vez más al pedirle que retomará su clases con normalidad de nuevo a pesar de saber que el no se encontraba listo para dar un paso tan grande, pero que más podía hacer, ese viejo podría incluso hacer que regresará a la torre de los estúpidos leones si lo seguía presionando, no podía quitarle su lugar seguro a Harry tan rápido y mucho menos cuando lo iba a necesitar con más urgencia.