El edificio de preparatoria, a donde la morena caminaba había problemas. Chicas discutiendo por chicos, y chicos peleando por cualquier cosa, no faltaba los bullys de la escuela que molestaban a los más débiles, un día común en cualquier preparatoria. Después de caminar por el largo pasillo finalmente había llegado a su casillero, se dispuso a abrirlo y guardar sus cosas aunque un nuevo problema había aparecido. El casillero no abría por más veces que colocara la combinación correcta.
— Me lleva — Susurró dando un leve golpe al metal, comenzaba a hartarse, no tenía tiempo que perder pues aún tenía un laboratorio que encontrar.
— ¿Qué haces con mi casillero? — Lucía volteó para encontrarse con el dueño de aquella voz. Una chica de lentes, cabello azabache y ligeramente más baja que ella. Solo pudo dedicarle una expresión de completa confusión, ¿Acaso este no era su casillero?
— No, es el mío. El 232 — Esto tenía que ser una broma de mal gusto, la chica frente a ella la miraba con una ceja levantada y las manos metidas en los bolsillos de su gabardina amarilla, y una mirada que desde lejos decía «¿Segura?»
Miró hacia el casillero dándose cuenta que efectivamente, estaba en un casillero incorrecto. Vaya chica distraída, el suyo estaba justo al lado. Intentaba abrir el 231. Se disculpó con una clara expresión de vergüenza antes de hacerse a un lado e intentar la combinación en el nuevo casillero. Y lo consiguió, una vez abierto se dispuso a guardar un par de cosas antes de voltear hacia la chica y volverse a disculpar.
— Descuida — Abrió su propio casillero y sacó un libro de química — Te sorprendería saber las veces que pasa eso — Cerró la pequeña puerta con calma para mirar a la morena nuevamente, esta vez con una sonrisa tranquila — Soy Wionna, por cierto.
— Un gusto, soy Lucía — Su voz llena de vergüenza era clara, pero gracias a la tranquilidad de la otra chica comenzó a relajarse poco a poco — Bueno... Después de la vergüenza pasada, ¿Sabes dónde está el laboratorio de Química, el B-063?
— Claro, me toca clase ahí.
Logró sentir un gran alivio al saber que al menos no estaría tan perdida en la primera clase. Después de que ambas acomodaron sus cosas en sus respectivas mochilas comenzaron a caminar hacia el laboratorio mientras compartían algunas preguntas.
— Jamás te había visto por aquí — Park muchas veces era muy observadora, prefería mirar antes de hablar o intervenir en alguna situación.
— Si, me acabo de mudar al pueblo y bueno, aquí me tienes, la nueva de último año — No es nada divertido para Noceda serlo. Jamás se lo ha dicho a Luz, pero tiene la teoría que viene de familia el tener dificultad para hacer nuevos amigos. Aunque, con mucha suerte, esta chica de cabello azabache sea la excepción.
— Hey, no es tan malo. Júntate conmigo y verás que nada malo te pasará — Wionna le dedicó una sonrisa, una sonrisa que provocó un sonrojo en Lucía. En cuanto se había percatado soltó una muy ligera risa, pues ya estaba acostumbrada a recibir esas reacciones cada que dedicaba aquella sonrisa.
Finalmente habían llegado al laboratorio, esperaba que las clases fueran tranquilas aunque eso ya era mucho pedir. Fue una real tortura, les habían dejado un proyecto pequeño en parejas y por suerte tuvieron la oportunidad de escoger con quien trabajar. Ya es obvio imaginar con quien trabajaría Lucía.
— Te espero en mi casa esta tarde, te mando la dirección más tarde — Dijo Wionna. Vaya suerte que había tenido, Lucía miró con una ceja levantada a la pelinegra
— ¿Tan pronto? — Debe admitir que le daba gusto haber tenido química con alguien tan rápido. En su anterior escuela nadie quería hacer equipo con ella, mucho menos en el primer día. Sin embargo, esto también jugó en su contra. Esperaba pasar la tarde con su pequeña hermana
ESTÁS LEYENDO
NO MIENTAS MÁS - [Editando]
FanfictionWoodhaerst, un pequeño pueblo donde nada inusual ocurre, o eso se pensaba hasta hace unos días. La familia O'Conner esta devastada trás la muerte del hijo mayor. Cuatro chicos son sospechosos de lo sucedido, pero ellos lucharán por demostrar su inoc...