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El ruido siempre le molestaba, en especial cuando las causante de tal horrible sonido eran sus estúpidas fangirl, chicas que creía que él se fijaría en ellas.

Como si en verdad pensara estar con una mujer débil.

Sasuke quería restaurar su clan, pero para eso necesitaba a alguien fuerte, no una fangirl que solo está en la academia por él y no por querer ser una Kunoichi.

— ¡Shikamaru! — una dulce voz femenina resonó por el aula.

El Uchiha miró disimuladamente a la causante de tal grito, cuando sus ojos miraron aquella rubia melena fácilmente se perdió en lo suave que parecía ser, lo cual era extraño, pues conociendo a la dueña de tal cabello este no recibiría un gran cuidado.

— ¿Que sucede, Naruko? — preguntó el Nara con un expresión aburrida.

Sasuke sabía que Shikamaru y la Uzumaki eran amigos desde años atrás, exactamente desde que se entró a la academia, desconocía como fue que empezaron a tener esa relación amistosa, pero conocía el hecho de que ello dos eran como familia.

El que la rubia fuera amiga de alguien ya era un avance, pues todo mundo parecía despreciar a la chica, pero con Shikamaru hubo una excepción, este jamás dio indicios de odiarla, es más, la protegía de quienes la molestaban pese a que eso le hacía gastar mucha energía, y eso era algo que el Nara odiaba.

— ¡Invítame a comer! — pidió Naruko mientras se lanzaba al chico del clan siervo.

Cuando el Uchiha vio aquello no pudo evitar chasquear la lengua, nunca le gustó ver cómo la Uzumaki tenía tanta libertad con lo chicos, aunque no con él.

Rápidamente sacó esos pensamientos raros de su cabeza, no entendía porque le molestaba que Naruko se lanzara a los brazos de Shikamaru, y eso lo hacía enojar.

— ¿Por qué haría eso? — le preguntó el Nara.

La rubia empezó a moverse nerviosamente hasta que decidió hablar.

— Ya no tengo dinero, y falta mucho para que Jiji me de más 'ttebayo — confesó la menor.

Sasuke sonrió levemente tras escucharla, no lo hacía por qué le gustase que ella no tuviera para comer, es más, en ese asunto su corazón le decía que la ayudase anónimamente, pero lo que le hacía sonreír era su muletilla, en verdad le gustaba escucharla.

— De seguro se lo gastó en tonterías — escuchó que dijo una pelirrosa cuyo nombre siempre se le olvidaba por lo insignificante que era para él.

— Naruko, ven — ordenó Shikamaru.

El Uchiha presenció cómo el Nara hablaba con la Uzumaki en susurros, aunque le molestó e intrigó ver cómo la menor parecía triste para después reírse como si nada, aunque para los ojos de Sasuke aquella risa se vio forzada.

"Estoy seguro que esas personas que la ven con odio tienen algo que ver en que su dinero no de para todo el mes"

"Estoy seguro que esas personas que la ven con odio tienen algo que ver en que su dinero no de para todo el mes"

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