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Todo estaba oscuro, él esperaba que morir significara reencontrarse con su madre, aquella que siempre alegraba sus días con una sonrisa.

Por alguna razón se sentía vivo, pero no estaba en ningún lado, no veía ni escuchaba nada, solo había oscuridad, notaba la noción del tiempo, tanto que se frustraba de no comprender.

Sabía que probablemente no había muerto, y eso le alegraba, pues significaba que podría aún ver a su rayo de luz, pero le molestaba el no escucharla.

— Muerte falsa — una voz lo sorprendió, y pronto una pequeña fogata apareció, a un lado de esta una azabache miraba al Uchiha.

El menor soltó un jadeó y corrió a los brazos de la mayor, la cual lo recibió gustosa.

— ¿Que haces aquí? Al final... ¿Morí? — la decepción sonó en su voz, se había sacrificado, y no se arrepentía, pero le dolía el no verla.

— En realidad aún vives, pero tus latidos están muy lentos, volveras con Naruko-chan, no debes preocuparte — habló con voz burlona sonrojando al menor, el cual suspiró aliviado — quisiera tenerte conmigo, pero es muy temprano para ello, mi alma no ha podido descansar hasta saber que mis hijos estarán bien — confesó.

Sasuke frunció su entrecejo al escuchar lo dicho por su madre, comprendía que lo quería ver bien, pero...

— ¿Hijos? Él te mató.

— Él te salvó — antes de que pudiese quejarse el menor el cuerpo de este empezó a desaparecer — el efecto ya terminó, volverás a ella, estaré aquí, me reuniré a tu padre cuando sean felices — le dió un beso en su frente — Él no tuvo de otra, la verdad está oculta, tu hermano te salvó, nosotros...

Sasuke no pudo oír más porque sintió un jalón, quiso llamar a su madre pero no podía hacerlo, no podía abrir su boca, la desesperación lo invadió hasta que de pronto sintió como su cuerpo se ponía pesado, e incluso sintió más iluminación pese a que tenía sus ojos cerrados.

Estúpido... — escuchó insultos cercanos, eran como susurros, quiso reír cuando comprendió quien era la que lo insultaba pese a su situación de muerte falsa.

Se forzó a abrir sus ojos, lo cual lo hizo con mucha dificultad, pero al hacerlo lo primero que pudo distinguir fue una cabellera rubia que pese a que era borrosa sabía a quién le pertenecía, aunque para su confusión, este no estaba peinado en sus dos coletas, si no que estaba suelto.

— Dobe — la llamó con dificultad, la menor detuvo su llanto y lo miró con sorpresa.

— ¡Teme! — celebró, la visión del azabache mejoró y sonrió al ver cómo la Uzumaki lo miraba con emoción, pero su corazón se oprimió al ver que sus hermosos orbes azules mostraban lagrimas acumuladas.

— Naru... No llores, no por mi — pidió llevando una mano a su mejilla y la acarició, la menor cerró sus ojos disfrutando su tacto, hasta que abrió los ojos de golpes y lo miró con enojo.

— ¡Teme, imbécil! — lo insultó para después golpearlo en su hombro con un poco de fuerza.

— ¡Dobe! — se quejó el mayor.

— ¡Eso es por asustarme 'ttebayo! — antes de que el Uchiha le recriminara por el golpe los brazos de la menor lo envolvieron en un cálido abrazo — y esto por salvarme... No lo vuelvas a hacer — pidió.

A la Uzumaki le había dolido demasiado ver a su compañero y rival casi morir, el dolor había sido tan grande que el chakra del demonio que poseia en su interior se había liberado.

A lo lejos, una pelirrosa miraba con el corazón roto la escena que sus compañeros estaban haciendo, cuando la pelea terminó corrió en busca de su amado, pero solo logro ver cómo Naruko abrazaba con fuerza el cuerpo del Uchiha mientras que un chakra rojizo iba desapareciendo, se abstuvo de acercarse porque temía de aquella energía, pero ahora le dolía que Sasuke miraba a Naruko de una forma que a ella jamas la miraría.

Loving You » [SasuNarufem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora