Capítulo Nueve: El Responsable.

1K 62 8
                                    

Capítulo Nueve: El Responsable.

Roronoa Zoro.

Joder, demonios.

Correr no era mi fuerte en estos momentos, seguramente el pie estaba sangrando a morir y por eso me resbalaba tanto aun cuando traía los zapatos puestos, el pecho me ardía con fuerza, el abdomen dolía y quemaba con intensidad, sentía que todo a mi alrededor daba vueltas.

Un profundo corte descansaba en mi pierna derecha, justo en la misma pierna donde había caído el disco de la pesa y me había reventado
un par de dedos.

Me resbalé un poco y sentí la pierna izquierda arder, cerré por un segundo el ojo y lo volví a abrir para ponerme de pie y correr con todas mis fuerzas.

Mi respiración era alterada, mi pecho ardía con cada una de ellas y sentía como todo mi cuerpo hormigueaba, estaba cansado de correr, pero necesitaba llegar lo más pronto posible con todos los demás y el ardor por las heridas me dificultaba un poco la acción de correr.

Doblé en una esquina sin saber muy bien a donde iba, me resbale entre un par de árboles y sin querer caí en una zanja, misma qué me escondió de los que venían detrás de mi, no me importaba pelear, pero en estos momentos pelear no era lo más importante, así que me mantuve escondido hasta que me pasaron.

Lo último que recordaba era escuchar a Robin gritar mi nombre mientras comenzaba a correr junto a Chopper y el cocinero, se habían alejado de nosotros y yo me había alejado del grupo por una idiotez.

Y ahora estaba solo, herido y perdido.

Lo peor de todo era que las heridas habían sido provocadas por ramas al caer por un maldito barranco intentando encontrar a todos, y había fallado en gran medida en la búsqueda.

Me puse de pie y comencé a caminar desorientado, mire hacia el cielo y todo comenzó a empeorar cuando el cielo se oscureció y gotas de lluvia comenzaron a caer de forma dispersa sobre mi.

Intenté orientarme un poco y mientras caminaba intentando encontrar el rumbo adecuado recordé todo lo que había pasado en la mañana, y me hacia sentir mucho más culpable con toda la maldita situación.

Había sido rudo con Robin, le había dicho un par de cosas que no debería haberle dicho y necesitaba encontrarla para aclarar todo, por que ayer Chopper me había hecho razonar muchas cosas en nuestra pequeña charla en enfermería.

Era cierto que nuestras vidas corrían peligro en todo momento y que un movimiento en falso podría arruinar todo, no quería que todo acabara mal para nosotros habiendo tenido una pelea previa justo antes de bajar a la isla y meternos en todo ese conflicto.

Maldita sea, quisiera poder olvidar esa mañana...

**

Había despertado cansado, como si no hubiera dormido nada la noche anterior, había forzado mi cuerpo hasta el extremo entrenando, abriendo las costuras una y otra vez hasta que Chopper se había hartado de mi y me había obligado a ir a dormir con él.

Pero había despertado solo.

Solo, sin chopper, sin Robin, sin sonrisas amables, ni sus ojos azules, sin escuchar su voz ronca de recién levantada dándome los buenos días, o sin tocar su nariz con la punta de mi dedo índice para darle una señal de que estaba despierto.

Me levante, fui al baño y luego entre a la cocina con pasos cansados, ahí adentro me tope a Robin junto a al cocinero, este último me miró con el ceño muy fruncido, la comida descansaba en la mesa como era habitual.

Al vaivén de las olas [ZoroxRobin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora