9. Consecuencias

364 18 17
                                    

Nishikata se encontraba en el baño de la residencia lavándose la cara, tenía que quitar todo rastro de pena de su rostro antes de que alguien lo descubra. No podía soportar que lo vean así.

Nishikata: ¡Maldita sea! ¿Qué se supone que debo hacer? -golpeando la pared-

El chico estaba muy confundido, por un lado quería honrar el nombre de su familia por lo que no pudieron hacer su padre o tío. Pero por otro lado no quería tener que forzarse a casarse con alguien que ni conoce.
Mucho menos ahora que sabe que gusta de alguien.

Nishikata: Debe haber una salida, en alguna parte. ¡¡Tiene que haberla!!

Él solo se arrepentía una y otra vez del momento en el que decidió seguir ese camino. Tantos días de su vida gastados en nada, todo para simplemente ser un "extra" al plan ideal.

Nishikata: Ahora que lo pienso, el abuelo mencionó algo de seguir una tradición.

???: Así que finalmente te lo dijo.

El chico se voltearía y en la puerta encontraría a su padre.

Papá: Hacías mucho ruido así que vine a buscarte.

Nishikata: ¿Tú... lo sabías?

Papá: Sí.... porque en algún momento yo también estuve en tu lugar.

Nishikata: ¿Eh? ¿A qué te refieres?

El muchacho estaba ahora más confundido que antes.

Papá: Desde siempre, los Nishikata se han casado por matrimonios arreglados.
Lo hizo el abuelo con la abuela... y lo hicimos tu madre y yo.

Nishikata: No puede ser... pero ustedes...

Papá: Por supuesto que nos amamos, aunque en realidad "aprendimos a amarnos".
Cuando nos presentaron yo tambien tenía mucho miedo, nunca la había visto antes en ninguna parte.
Fue con el tiempo que conectamos y ahora estamos felizmente casados.
No queríamos, pero aprendimos a amar. Es gracias a ese amor que tú estas aquí ahora.

Nishikata: Si lo sabían, ¿Por qué nunca me lo dijeron?

Papá: Porque no lo vimos necesario. Cuando aún viviamos aquí siempre ibas tras el abuelo. Le pedías consejos sobre como mejorar tu técnica, estudiabas mucho sus movimientos de esculpido y hacías todo lo posible para ayudar en la residencia.
Siempre te vi tan determinado de pequeño que no pensé que llegaría a ser un problema. Ya que como lo era todo para ti, aceptarías sin ningún problema por hacer sentir orgulloso al abuelo.
O eso pensaba.... todo fue diferente cuando nos mudamos. Tu rostro cambió de determinación pura a una expresión completamente distinta.

Nishikata: ¿Y cuál se supone que es?

Papá: Tu rostro ahora reflejaba felicidad.

Nishikata: No entiendo.. ¿A qué te refieres?

Papá: Puede que no lo notarás, pero desde pequeño te costó hacer amigos. Como siempre estabas ocupado ayudando al abuelo, la mirada en tu rostro siempre era seria.
Lo único que querías era encajar en el molde de heredero ideal, tanto así que descuidabas todo lo que te rodeaba.

Nishikata: ¿En serio? Yo no recuerdo algo como eso.

Papá: Por supuesto que no, cambiaste mucho desde que fuiste a la secundaria.
Ahora eres muchísimo más expresivo, tanto así que tus propias expresiones delatan tu sinceridad.

Nishikata: ¡¡Cállate!! ya te pareces a...

Papá: ¿Takagi-san verdad?

Nishikata: ¿Eh? -nervioso-

Una mentira de amor verdadero - KJNTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora