Capitulo II
La palabra perfección le quedaba corta a un hombre como Mew Suppasit.
Desde pequeño creció en una familia pobre pero el se destacaba por ver lo bueno tanto en las situaciones como en las personas, su madre trabajaba en el mercado vendiendo pescado que su padre se encargaba de pescar en el lago cercano a su pueblo.
Siempre tuvo el sueño de llegar a ser alguien importante cuando fuera grande y así poder darles la vida que sus padres merecían, más sin embargo era feliz, no les faltaba nada, siempre tenían un plato de comida en la mesa y eso era algo que agradecía todos los días. Pero más adelante la vida le tenía preparado algo grande. A la edad de 15 años sus padres fueron víctimas de un asalto les quitaron todo el dinero que habían juntado en su venta diaria pero no todo termino ahí, a su madre según los policías quisieron llevársela y en un intento desesperado por salvarla su padre se interpuso recibiendo así dos disparos en el pecho. Su madre fue encontrada un poco más adelante con solo un disparo en la espalda. La escena era horrible Mew cayó en depresión pues sus dos más grandes alegrías en la vida se las habían arrebatado de la forma más cruel y despiadada.
La vida de Mew como era previsto no fue la misma, su odio hacía todos empezó cuando por fin habían dado con las personas a las que había cometido tal acto ruin. Su tío, hermano de su padre y uno de sus amigos fueron los autores y aunque con muy poca edad Mew estuvo presente en el juicio de aquellos dos cerdos los cuales le habían arrebatado a sus padres. Mew apago sus sentimientos, como el amor, la bondad, la amabilidad ... Todo lo bueno y en cambio saco su Enojo. Pues se había dado cuenta que aunque fueran tu familia las personas eran malas y merecían ser tratadas como tal.
Gracias al programa del gobierno Mew fue a una casa hogar donde se aisló de todos y se dedicó a planear bien su vida, aún quería ser alguien importante pero ahora si objetivo era mirar por encima del hombro a todo aquel que se presentará ante el. Nadie era digno, nadie merecía ni un poco de su amabilidad nadie lo pondría tan vulnerable como se sintió cuando perdió a sus padres.
Hasta....
La delgada y linda mano de Gulf apretó el brazo de Mew quien se había quedado mirándolo.
— Lo siento, pensaba en otra cosa.
Gulf estaba rojo como el tomate pues no sabía si Mew se había sentido incómodo con lo que el respondió.
— Vamos a comer... Tengo mucha hambre.
Gulf miro a los ojos a Mew quien de pronto emanaba un aire de tristeza y melancolía. Gulf notaba esto en las personas más que nada en las que nunca decían algo sobre sus propios sentimientos. Lo notaba en Sky siempre que llegaba de trabajar y su Jefe lo hacía sentir mal. Lo notaba en su Madre cuando trataba de poner buena cara ante los insultos de su padre y lo notaba en el mismo cuando trataba de decir que todo estaba bien y los comentarios de los demás no le afectaban.
— Gulf.
Gulf no dejo de mirar a Mew, y este se puso un tanto nervioso.
— Pasa algo?
Gulf negó, desviando la mirada, Gulf estaba siendo un complemento irresponsable, lo acababa de ver pero parecía que lo conocía desde hace años, se sentía cómodo, se sentia en paz, su niño interior estaba pasando un rato agradable.
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Beautiful Silence
Roman d'amourGulf Tenía una pequeña pero no grave condición, sus cuerdas vocales no estaban bien desarrolladas, por lo cual desde muy pequeño el no emitía ningún sonido. Carecía del habla. Escritor de novelas y guiones de Obras. Mew era un producto y manager q...