— ¿Me dejas sentarme arriba tuyo? Por favor...
— No, ya no más de eso...
— ¿Por qué? Bien que te gusta apoyarme...
— Cállate, idiota.
— ¿Miento? —Frank sabía bien que Gerard no mentía esa vez.
— Ese no es el punto, el punto es...
— "EstO eStÁ mAl, yO sOy maYoR y Tú uN MeNor" —Se burló Gerard.
— Sí, eso.
— Aguafiestas —Se quejó el menor, cruzándose de brazos, sentándose a un lado de Frank, abrazándolo. Recordando la vez que casi cogieron en una plaza con una sonrisa maliciosa.
— Ya no vamos ni siquiera a besarnos ¿Entiendes? —Gerard rodó los ojos, aburrido de ese discurso repetitivo.
— Ya dijiste eso una vez y al otro día me besaste de lengua... —Comentó, Frank le dió un codazo.
— Esta vez es en serio, muy en serio.
— ¿Qué tanto? —
— Ya te lo he dicho, ni siquiera nos daremos besos, eso no está bien, no debo tocarte así al menos hasta que seas mayor de edad —Gerard suspiró.
— ¿Y si los besos te los doy yo? —Ahi sí que Frank se echó a reír.
— ¿Corriendo la cara a un lado? No creo que consigas mucho —Ahora fue Gerard quien lo codeó.
— ¡Ya tengo la suficiente confianza para besarte! ¿Quieres ver? —Frank sonrió y lo miró expectante. Gerard tomó aire decidido y se acercó a besar a Frank, fue un instante en el que pudo sentir nuevamente esa emoción que lo hacía querer más y más. Pero fue hasta ahí, porque Frank puso un freno a todo eso de inmediato—. ¿Lo ves?
— Buena demostración de confianza pero fue suficiente —Dijo alejándose—. No vuelvas a hacer eso, dije que basta de besos. Y esta vez es en serio.
— Bien...
Todo el día pasó bien y Frank pudo disfrutar de la compañía de Gerard sin besos ni caricias provocativas, porque por mucho que deseara todo eso, se había puesto firme en qué ya no pasaría. Lo malo llegó después cuando llegaron a sus respectivos hogares y hablaron por mensaje, Gerard dijo que tenía algo que confesar.
— ¿Qué?
Una lágrima escapó de uno de los ojos de Frank sin permiso al leer todo aquello, no podía ser verdad ¿Por qué pasaba esto? ¿Por qué tenía que perder a Gerard también?
— ¿De qué estás hablando? ¿Cómo qué te irás a Canadá? ¿Cuándo? ¿Por qué? —Escribió con rapidez, viendo nublado a través de las lágrimas.
— Perdón... Es que mí padre tiene una oportunidad laboral allí, así que viajaremos todos. Lo supe hace tiempo, pero no encontraba el momento para decírtelo. Además de que no éramos tan importantes el uno para el otro. Pero, ahora eres realmente importante para mí, te amo y eres realmente especial en mí vida —Frank seguía en shock, fue entonces que preguntó algo sumamente importante.
— ¿Vas a volver?
— Supuestamente sí —
— ¿En cuanto tiempo?
— Dos años y, antes de que preguntes, me voy este fin de año.
A Frank se le cayó el mundo ante sus ojos. Iba a perder a Gerard, iba a perder a su mejor amigo, a quién se había convertido en su amor, su vida.
Fue entonces que la recordó...
— ¡Frank! ¿Me estás prestando atención? Frank, Frank, Frank, frank... —Gerard insistía en el chat, mientras Frank lloraba, sólo lloraba.
— Debo irme a dormir— Perdón...
— ¿Por qué pides perdón? —Quiso saber Frank.
— Porque te pusiste triste, lo sé. No debí contarte nada aún. Perdón —
— ¡NO DIGAS IDIOTECES! Me hubiera enojado mucho si no me decías nada... —Frank seguía llorando, quería golpearlo y besarlo a la vez.
— Está bien...
— Necesito dormir ahora, hasta mañana, Gee —Se despidió.
— Hasta mañana, Frank. Descansa y ten dulces sueños...
Frank dejó el celular a un lado y se acostó en la cama, largandose a llorar sin contenerse. Ya había perdido una amistad realmente importante una vez y aún no lo había superado ¿Como podría perder a alguien más?
Su nombre era Rebecca, era unos años menor que Frank y se conocieron por redes sociales. No eran de hablar todos los días todo el día, pero cuando hablaban, ambos se sentían realmente comprendidos y amados.
Había pasado ya más de un año desde que se vieron en persona por primera vez. Fue para el cumpleaños de Frank, ella fue casi de sorpresa con su madre, cruzando varias ciudades en el largo viaje hasta la casa de Frank. Fue un día maravilloso que Frank jamás olvidaría, ella era graciosa, empática y realmente comprensiva. Ella era, como a Frank le gustaba decir, demasiado buena para este mundo.Fue unos meses más tarde que pasó, se volvieron a ver, pasaron un día realmente genial y divertido y... Dos semanas después ella falleció. Fue tal cual, sorpresivo, irreal, tanto así que Frank tuvo varios problemas con sus transtornos mentales por eso. Porque ella era joven, porque se habían prometido cosas y por muchas razones más.
Frank sabía bien que no debía comparar una muerte con un viaje de dos años. Pero no podía evitar pensar que, de nuevo, perdería a alguien importante, porque él no estaba seguro de si seguirían siendo amigos luego de esos dos años. En otras palabras, él no creía que después de dos años sigan siendo amigos, mucho menos lo que deseaban ser, que era ser una pareja.
Así Frank se hundió profundamente en un pozo, lentamente iba cayendo hasta que un día, un mes después, simplemente dejó de caer.
Despertó y como cada día, revisó su celular antes levantarse de la cama, decubriendo así que Gerard le había mandado ya los mensajes de Buenos días. Pero, sorprendentemente, Frank no se emocionó, ni tampoco se alegró de que su chico especial le haya enviado esos mensajes tan llenos de amor y cariño. En cambio, borró la notificación y se levantó a desayunar.
Estuvo ignorando a Gerard todo el día y recién en la noche se dignó a responder los casi cincuenta mensajes que había recibido de su parte, aunque lo hizo de muy mala gana, intentó disimular.
Aún disimulando su fastidio general, Gerard se dió cuenta que algo estaba ocurriendo con Frank. Sus respuestas eran vagas, simples y vacías, y eso lo estaba asustando. ¿Tan mal se encontraba su amigo? ¿Acaso ya dejó de verle un sentido a su vida?
Claro que le preguntó, pero cuando Frank se molestaba dejaba de insistir y cambiaba de tema. Todo esto era duro para Gerard ¿No sería duro que tu mejor amigo y tu único apoyo deje de mostrar interés en ti de un día para otro?Pasaron dos semanas desde que Frank dejó de sentir amor por su chico especial y esto realmente lo entristecía. Sentía que traicionó su confianza y que simplemente, faltó a su palabra. Tenía miedo de herirlo al decirle la verdad, pero a la vez, le importaba muy poco lo que llegue a pasar con Gerard en adelante. Ya no sentía nada, absolutamente nada por su chico especial, y mentirle cada día, eso lo mataba lentamente.
Hasta que después de una sesión de terapia decidió que ser honesto siempre es la mejor opción, así que fue sincero y le escribió a su mejor amigo, diciéndole todo lo que le estaba pasando. Mentiría si dijera que fue completamente indiferente con ese tema, porque al momento de decirle que ya no hablarían, lloró. Se largó a llorar y simplemente quiso volver el tiempo atrás, pero ya lo había hecho, ya hasta había archivado su chat y aún después de todo ese llanto, las emociones no volvían, haciéndolo llorar aún más.
¿Por qué sucedió eso?
¿Por qué simplemente dejó de amar a su mejor amigo?
¿Por qué tan de repente?
¿Por qué si Gerard era tan lindo con él?No lo sabía, y no creía saberlo en un futuro. Así que simplemente se dedicó a llorar.
Tal vez todo era mejor de esa manera...
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One Shots || Frerard
FanficSerie de one shots que se me ocurran (o me pidan), con smut o softs Disfruten