|Capítulo 2|

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Enzo Vitale

Alcanzamos un punto de nuestras vidas donde el dolor se convierte en un combustible para navegar la existencia con más fuerza para obtener lo que ansías. Eso ha sido el dolor desde, me robaron a las personas más amadas, superar que no estaban conmigo fue un camino tortuoso, no es fácil.

Con 15 años perdí a mis padres en un atentado bomba, oír que tus padres lo cuales te aman con el alma se fueron para nunca volver es duro, perder tu madre la mujer la cual te aconsejaba con una ternura extraordinaria, te cocina postres con tanto amor exclusivos a cada uno de sus hijos, y que no se olvidada decir que te amaba todos los días, perder tu padre que le daba igual cancelar reuniones importantes de trabajo con tal de estar con sus hijos en momentos inolvidables, se quitaba su traje para jugar cualquier juego infantil con tal de complacer y ver la felicidad marcada en el rostros de sus hijos, puedo numerar muchos más recuerdos agradables, acceder a perderlos es una cruda quemadura justo en tu corazón, la claridad de la vida cambia a colores grises, aprendes a ver el lado negro.

Resinarme a no volver a ver a mis padres amados fue duro, sentía como mi pecho le sangraba de dolor, sin embargo, me derrumbe cuando me dijeron quienes provocaron la muertes de mis padres, los instinto de matar con los causantes de mi dolor y el mis hermanos se me despertaron, como es posible que tu propia sangre por dinero arrebate sin remordimiento la vida de su familiar.

La impotencia sentía al recibir la noticia de los asesinos de mi seres amados, fue indescriptible.

Ya la justica se encargó de ellos en Italia, la influencia de nuestro apellido ayudo al caso, aunque no compensa del todo nuestro sufrimiento padecido, lo remedia un tanto.

El otro episodio que destrozó mi corazón fue perder mi amor de adolescencia, con la que visione un futuro, era mi amor consagrado, elle era la mitad de mi corazón, mi alma, mi completo, figure una vida plena amándonos hasta en fin de nuestros días, vaya que mi expectativas se esfumaron en el aire cuan polvo en las flores de otoño. Cristal, como su nombre era tan delicada, preciosa como el reflejo de la luna en los lagos cristalinos, tan dulce, todo aquello me envolvió, penetro a mi corazón forjado de un amor inmenso mi alma, lo nuestro era reciproco, dibuje un amor inmarcesible con Cristal, no obstante, mi trace de amor infinito se vio estropeado cuando me confiesa no amarme, y sobre todo me engaño durante nuestra relación justo el momento que le pedí ser mi esposa.

Ese no te amo, arranco mi corazón estrujando y lanzarlo a la hoguera, donde se desvaneció. Cristal rompió todo a mi alrededor, días más tardes se alejó de mi vida, produciendo un colapso a mi mundo, punto bueno a resalta, fue terminamos en términos aceptables posteriormente a una última plática, demostrarle falsamente que lo accedí a su fue sencillo fingirlo, quedo contenta de saber comprendí con madurez todo. La depresión jugo papel fundamental en los días de su partida, espera fuera un mal sueño, sin embargo, era la cruda realidad.

Mi soporte fueron mis hermanos, Donato y Cara.

Sin ellos me hubiera ido por la derriba del desamor, por ellos me levante de mi confinamiento de la perdida de Cristal, en esa época me empujaron ir a terapia, no les lleve la contraria. Al terminar mis secciones me enfoque en terminar mis estudios para ocupar mi puesto en la principal empresa de mi familia, la cual se divide entre mis hermanos y los socios, no obstante, solo mi Donato junto a mi llevamos la riendas, mi hermana se ocupa de un oficio propio, se decidió excluir de los asuntos formales. En cuestión el trabajo es mi refugio, para evitar todo lo relacionado con el amor.

Cristal forjo una marca en mi corazón, una imborrable, no creo volver a enamorarme tan intenso.

—Enzo... siento que me ignoras —regreso a la realidad por el llamado de mi hermano —¿puedes poner atención? Es desagradable estar hablando solo... —miro unos documento en mis manos.

Enzo Vitale |Vitale 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora