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Yeji se encontraba en la espera de Sana y sus amigas, Eric ya estaba ahí desde hace rato. Habían estado en la cafetería cercana al instituto para armar un plan.

Sí, otro plan.

Yeji estaba segura de que esta vez, el plan si iba a funcionar, y aparte de hacer que Minho y Jisung vuelvan a hablar, podría hacer que Minho se confesará a Han.

Eric se cansó de esperar y le pidió a uno de los meseros que le trajeran un café. Y es que. ¿Quién no se cansa de esperar más de media hora a unas personas?

   —¿Cuándo llegan? – preguntó el chico por tercera vez en esos minutos.

   —Ya llegan dentro de poco – dijo Yeji –. Oye, como que ese mesero te está mirando – dijo con descaro hacia Eric.

   —Pff, que importa – dijo para tomar de su café.

Antes de que Yeji pudiera decir algo más, las chicas que faltaban entraron corriendo hacia la mesa en la que estaban.

   —¡Sentimos la tardanza! – dijo Sana.

   —No pasa – respondió el castaño.

Una vez que las cinco chicas se sentaron en la mesa, Yeji se dispuso a hablar.

   —Necesitamos un plan – dijo.

   —¿Otro? – preguntó la menor, a lo que Yeji y Eric asintieron –. Pero… Bueno, da igual.

   —Tengo una idea – dijo Lia –, pero para eso necesitaré un papel – rio.

Justo antes de que Ryujin pudiera sacar su libreta de su mochila pequeña, el mesero que había atendido antes a Eric le entregó un papel y un bolígrafo a Lia.

   —Creo que necesitabas esto – dijo aquel chico sonriente.

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Yeji y Eric volvían juntos hacia la casa de la menor. Ambos vivían cerca, así que preferían ir juntos y así ahorrarse el aburrimiento.

   —¿Sabes quién era el chico? – preguntó Eric de la nada asustando a la azabache.

   —No. ¿Por qué preguntas? – dijo entre risas suponiendo porque el mayor le preguntó eso.

   —Por nada – respondió colocándose bien su capucha.

Cuando ambos llegaron al frente de la casa de Yeji, se detuvieron.

   —Supongo que adiós – dijo la menor –. ¿Mañana vamos juntos al instituto?

   —Ok – dijo el castaño – pero le dices a Minho que luego me quiere matar.

La chica asintió y se despidió de él.

   —¿Dónde estabas? – preguntó su hermano sentado en el sillón de la sala viendo “Yo antes de ti”.

   —En la cafetería – contesto rápido –. ¿Qué has estado haciendo?

   —Pues una amiga me llamó y estuve hablando con ella mientras veía la película.

   —¿Amiga? ¿Esa tal Jiwoo?

   —Si – dijo el mayor mientras se acomodaba mejor en aquel sofá.

Yeji sintió como que algo no iba bien con esa chica cuando la vio por primera vez, pero aun así no le tomo mucha importancia. Después de saber lo que había pasado entre Jisung y Minho, pensó que nada podría ser casualidad, así que subió a su habitación y llamo a Eric enseguida.

   —Eric, creo que tenemos un problema – dijo mientras se sentaba en su cama.

   —¿Qué paso? – dijo el chico que al parecer acababa de llegar a su casa.

   —Jiwoo – dijo rápidamente –, siento que se va a interponer en nuestro plan.

   —¿Quieres qué la investigue? – dijo el chico –. Y saber si trama algo.

   —Sí, hazlo.

Yeji le dijo un par de cosas más al castaño y colgó la llamada para abrir KakaoTalk y escribirles a sus amigas sobre lo que le había dicho a Eric. Después de eso, Minho le dijo que ya iban a cenar, ella bajó y se dirigió directamente a la mesa donde ya está preparado todo.

   —Wow. Minho esta vez te luciste con el ramen instantáneo.

   —Gracias, gracias – dijo riendo –. ¿Pasó algo interesante en la cafetería?

   —No, pasar nada – mintió.

Ya que si había algo interesante, pero no le diría nunca a Minho.

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