Capítulo 10

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Mark estaba más animado, porque Maddie también lo estaba. Ella parecía tener energías renovadas, estaba más alegre, comunicativa, y cariñosa. Ignoró completamente la amenaza que había recibido la noche anterior. Decidió no hacerle caso, y estaba más segura que nunca de seguir con la investigación. Una coraza protectora la recubrió por completo, haciéndola sentir más fuerte que nunca, y que sería capaz de resolver el crimen de su mejor amigo. Sin duda, no dejaría que todo permaneciera como estaba. Ella necesitaba, y él también, que todo se esclarezca. Es que, Maddie necesitaba saber de Mark, y que estaba bien. Al poder comunicarse con él en sus sueños, le brindaba una tranquilidad inexplicable. Era sábado. Lindsey seguía zafando del interrogatorio, pero no escaparía por siempre. Maddie ya hasta había planeado qué sería lo que le preguntaría. Había arrancado la nota de la amenaza, y la había hecho un bollo, para luego tirarla en su cesto de basura, como si nunca hubiera llegado. Pero Mark no podía quitársela de la cabeza. Tenía un constante mal presentimiento, algo malo iba a ocurrir, y estaba aterrado por Maddie. Temía que la amenaza fuera cierta, y que alguien realmente quisiera matarla por querer descubrir quién había asesinado a Mark. Pensó en un momento decirle de la policía, pero luego cayó en la cuenta, de que todos los casos que estuviera involucrada la policía, George podía falsificarlos. O hacerlos desaparecer sin más. Además, George se alertaría, si es que no había sido él o Lindsey los que dejaron la nota en medio de la noche. Maddie por momentos se mostraba algo pensativa con respecto a su amiga, era algo que no le cabía en la cabeza. ¿Cómo su única amiga, iba a matar a su mejor amigo? No, no tenía sentido para ella, por eso estaba tan desesperada en enfrentarla, y exigirle unas cuantas respuestas.

Pero Maddie era Maddie. Era imposible mantenerla quieta cuando se proponía algo. Es por eso, que ese mismo día, decidió hablar con Lindsey. Olvidó por completo el plan de esperar al lunes, esperar a encontrarla en clases. Mark bufó, pero decidió seguirla. Ella en algún momento decía que tenía que esperar para hacer algo, pero luego, no aguantaba a su conciencia insistiendo con la impaciencia, y acababa acelerando todo el proceso.

Se apresuró a rebuscar en el armario un abrigo. Ya había oscurecido. Pero eso no sería un impedimento para nada. Se colocó el abrigo, y cuando cerró la puerta del armario, se encontró con una nota pegada en la puerta. Era como la que habían dejado en el árbol. La quitó de ahí para leerla. Mark se acomodó a su lado, aunque un poco por detrás, para ver por sobre su hombro qué era lo que decía el papel.

Ésta es la última advertencia. No salgas de aquí para seguir buscándome. Morirás.

Mark comenzó a respirar agitado por la ira que le estaba carcomiendo las entrañas. ¡Otra vez! Otra maldita vez habían enviado una amenaza. Se relamió los labios, inquieto. Sacudió sus manos a los costados, intentando bajar la ansiedad. ¡La habían amenazado por tercera vez! Y todo porque ella quería hacer lo correcto, y desenmascarar a un demente, a un asesino. A su asesino. Maddie se mantuvo quieta, mirando fijamente el papel. Pasaron minutos, y Mark cada vez se inquietaba más al ver a su mejor amiga completamente petrificada mirando ese papel. Odiaba que todo fuera tan complicado, odiaba que fuera su mejor amiga a la que estaban amenazando de muerte.

—No—habló Maddie finalmente, parpadeando rápidamente, y partiendo el papel en miles de pedacitos. Se enderezó, y tomó aire con fuerza—. No me voy a detener.

Mark suspiró, sabía que ella le estaba hablando a él. La desventaja que tenía, era que no podía intentar hacerla entrar en razón en el momento, tenía que esperar a que ella estuviera completamente dormida. Y para eso, por lo que supuso, faltaba bastante tiempo. Ella soltó el aire despacio, acomodándose el cabello hacia atrás para que no le cubriera los ojos, y salió de la habitación. Mark resopló. Estaba demasiado inquieto, y un mal presentimiento le atenazaba el pecho.

Hasta que lo sepasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora