Hasta que lo sepas

Capítulo 13

Miles de recuerdos llegaron a la mente de Mark, y estaba seguro de que eran los mismos que estaban entrando en la cabeza de Maddie en ese momento. Recordaba que, cuando murió, y por todo lo que había oído y visto, nadie sabía dónde había quedado el celular de Mark. Ni siquiera sus padres. Habían dicho que no lo encontraron junto a sus pertenencias. ¿Qué diablos hacía en la casa de Thony? ¿Qué hacía en su habitación? Mark no entendía nada, y le costaba procesar aquello. Se acercó a Maddie, cuando ésta estiró el brazo y tomó el aparato eléctrico entre sus manos, examinándolo. No podía creer que ese era el de Mark, y para quitarse la duda, lo encendió, y luego desbloqueó. Para la sorpresa de ambos, la clave era la misma que la de Mark, y sí, Maddie la supo desde siempre. En cuanto los dedos de Maddie se deslizaron por la pantalla, la foto de fondo en la que estaba Mark y ella abrazados, sonriendo hacia la cámara, apareció. No había dudas: ese era el celular de Mark. Todo aquel tiempo había sido Thony el que lo había tenido en su habitación. Y lo peor, nunca dijo absolutamente nada al respecto.

Maddie dejó el teléfono con las manos temblorosas, su rostro estaba pálido, sus labios resecos, y movía sus manos nerviosamente. Sus piernas flaquearon en un momento, y se sujetó con fuerza del escritorio, que estaba frente a ella, y sin darse cuenta, tira un par de cosas que había sobre éste. Mark apoyó ambas manos en sus hombros cuando ésta se agachó para recoger todo. La mente de Mark daba miles de vueltas, y todo empeoró en sólo un segundo. El diccionario que había caído, cayó abierto, y la palabra que estaba seleccionada con un papel, separando la página, y, redondeado con lápiz, estaba la palabra MUERTE, las manos de Maddie temblaron y comenzó a respirar algo agitada, pero rápidamente, comenzó a revisar todas páginas y palabras señaladas, con unas cuantas vueltas hechas con lápiz y algunas con lapicera. Cada vez Mark sentía que su mundo comenzaba a desvanecerse. HOMICIDIO, SUICIDIO, CADÁVER, ASESINATO, SANGRE, MATAR. Mark supo que si tuviera un cuerpo físico, sabría que acabaría vomitando todo. No, no, no... Thony no podía estar involucrado en su muerte... Se negaba rotundamente. Era algo impensable. Su mejor amigo. Quien había ayudado a Maddie a buscar al culpable... No, no y no. No podía ser.

Mark respiró agitado, y cuando volvió su vista hacia Maddie, ésta ya había dejado el diccionario en el mismo sitio en el que estaba, acomodado, y se sienta frente al escritorio, mientras abría la notebook, que para suerte de ambos, seguía encendida. El rostro de ella seguía pálido, y notaba en sus dedos que seguía nerviosa, pero, a su vez, estaba decidida a saber qué era lo que ocurría allí. Movió el dedo en el cursor, yendo directamente hacia los historiales de Thony. Los últimos, eran de notificaciones de Facebook, y redes sociales. Pero Maddie continuó buscando, hasta detenerse en las últimas búsquedas que había realizado en Google. Mark se inclinó hacia adelante, sobre el hombro de ella para poder leer. ¿Acaso era todo un sueño? O, cuando mucho, aquella no era la portátil de su mejor amigo. Debía ser eso, no era la computadora de Thony. Era la única explicación para las búsquedas que había en ésta.

• ¿Cómo hacer parecer un homicidio en un suicidio?

•Puntos fundamentales que tiene una persona que se dispara.

• ¿Cuál es la mejor opción para matar y que parezca un suicidio: disparos, ahorcar, o apuñalar?

Maddie cerró la computadora de un movimiento brusco cuando escucha la voz de Thony tras de ella. Había más búsquedas, pero Mark no había llegado a leerlas. Tampoco estaba seguro de querer hacerlo, con lo poco que había visto, ya todo estaba bastante claro, y no necesitaba nada más. Thony había sido el autor de su muerte. Él había apretado el gatillo. Él lo había matado. Thony había matado a Mark. Su mejor amigo... Mark sintió un pinchazo detrás de sus ojos, y quería llorar. Realmente quería echarse en el suelo, hacerse un ovillo, y llorar mucho.