4. Liberosis

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"She dances on the sand"

Era una tarde agradable, el sol calentaba sus rostros a pesar de ser comienzos de primavera, y el viento alborota sus cabellos mientras todos saltaban y bailaban ante el son de una canción que se encontraba en sus cabezas, pasos dispares y melodías discordantes habrían resonado en el aire si es que alguien pudiera acceder al ritmo al cual sus corazones latían.

Felix se detuvo, algo sin aliento, para admirar a su familia, todos sonrientes mientras bailaban agitando los brazos, saltando, corriendo, riendo y gritando.

Le encantaba verlos felices luego de semanas de tristeza. Pero sabía que todo lo malo seguía allí, la tranquilidad que sentían en ese momento no duraría para siempre, que en unas horas más volverían a la realidad.

Él lo haría.

Se prometió a sí mismo no preocuparse en este viaje, si él lo hacía, Marinette lo haría, y eso era lo que menos quería. Ella ya había estado bajo muchas presiones, ambos lo estaban, y su situación no ayudaba.

Felix respiró hondo el aire marino, sintió la sal en su boca, y escuchó el sonido de las olas junto a las risas de sus hijos y su esposa y… ¿otro niño?

Felix abrió los ojos, buscando el sonido intruso tras de él. Creyó ver a alguien en las rocas pero luego de parpadear lo descarto como ilusión por las sombras.

O su medicamento, proporcionó su, aún, sagaz mente, obligándose a volver a la realidad de su condición.

Sintió como los brazos de su esposa lo abrazaban por su espalda, intentando apoyar su barbilla en su hombro, Felix decidió sentarse para ayudarla.

-Estás pensando- Marinette regaño, volteando su rostro para mirarlo, él seguía pendiente de sus hijos mientras corrían alejándose de las olas.

-No puedo evitarlo, todo esto se siente demasiado- él tomó sus manos que estaban sobre su estómago, llevándola a sus labios. La observó, el brillo del día se reflejaba en sus ojos y su rostro mostraba una tranquilidad que no había notado hace semanas- ¿Como lo haces?-preguntó, esperando que ella no interpretará su pregunta como reproche sino como genuina curiosidad acerca de cómo dejó de preocuparse por todo, cuando es ella quien es la que crea mil situaciones en su cabeza ante eventuales escenarios.

Marinette solo sonrió

-Por qué decidí vivir el momento, vivir aquí y ahora… porque si comienzo  pensar en todo lo demás, no podría disfrutar estos momentos- ella apretó su agarre- quiero apreciar cada momento contigo, Felix, y no puedo hacerlo si estoy preocupada por el mañana… lo estoy, no me malentiendas, pero no hoy, no aquí… hoy quiero disfrutar de tu compañía, la de nuestros hijos. Quiero compartir y crear nuevos recuerdos que ellos atesorarán el el futuro

-¿Entonces si piensas en el futuro?- preguntó con una sonrisa

-Claro…pero no hoy…ven- ella se levantó- baila conmigo- pidió, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello.

Mientras se balanceaban, Marinette se acercó a su oído, susurrando palabras tentadoras

-Eres diabólica, mujer- dijo alejándose de ella con un un brillo en los ojos, y una sonrisa en sus labios

-Convence a los niños de irse a la cama temprano y seré toda tuya- respondió mordiéndose el labio y pasando su dedo por el estómago de su esposo, Felix detuvo su mano, atrayéndola hacia él y besándola de forma abrasadora. Ambos escucharon sonidos de disgusto desde donde estaban sus hijos

-Les ofreceré un helado como soborno- dijo apoyando su frente y mirando sus ojos

-Es muy poco y lo sabes- rebatió ella riendo, conocía a sus hijos

-Siempre tendremos el auto- declaró, alejándose de su empujón y escuchando el sonido avergonzado de su nombre.

Felix trotó hacia sus hijos, dándole un guiño a Marinette quien se encontraba aún avergonzada.

Tomó las manos de Hugo y Thomas y se dirigió hacia el heladero, olvidando completamente la aflicción que sintió hace algunos minutos.

Él estaba viviendo el aquí y ahora.

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En algún lugar ya es 4, además mañana no podré publicar...espero poder hacerlo el 5.

Semana 1, Día 4

"Liberosis"

Título obtenido de la canción "Río" de Duran Duran

Sometimes, You and MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora