19. Amargo

94 21 1
                                    

“The End”

Ella abrió su mano, viendo el anillo de bodas.

Levantó su rostro hacia su esposo, sorprendida por su acción.

Él jamás se lo quito

-¿Me estas dejando?- ella preguntó, con su voz quebrada, lentamente toda sensación volvía a ella, no fue agradable- ¿solo por lo que pasó?

-No- él respondió en un murmullo, casi inseguro. Marinette noto su rostro tan afectado como ella se sentía- te estoy liberando- le dio una sonrisa que no llegó a sus ojos.

-¿Qué quieres decir?- pregunta, no sabía cómo sentirse ante esa respuesta

-Se que mi amor por ti, es mayor al que tu sientes por mi

-Adrien, yo te amo…

-Pero no como yo lo hago…- cerró sus ojos, inhalando y exhalando por un momento antes de abrirlos con determinación- se que nuestro matrimonio ha pasado por una crisis, y en los últimos meses lo hemos estado sobrellevando y ha funcionado, nuestra dinámica está mejorando, pero…

-¿Pero? 

-Se asemeja a lo que teníamos, antes de todo, como Ladybug y Chat Noir

-¿Qué?

-Sé que él te lo dijo- él la miró con un rostro serio, pero comprensivo

-No quise enterarme a tus espaldas- murmuró

-Yo tambien queria decirtelo- el rubio suspiro- los secretos siempre han sido los que destrozan nuestra asociación, nuestra amistad…pero ella pensó que no sería necesario,  ‘el adrinette navega, no le agregues ladynoir y todo eso- hablo imitando la voz de la periodista

-¿Entonces, volvimos a como éramos de adolescentes?

-Si- él sonrió- pero ¿sabes lo que es divertido?- pregunto, prestando atención a sus propias manos- siempre nuestra relación fue de amistad, jamás llegamos a una relación real

-Pero ella dijo…- Marinette intento diferir, estaba confundida

-Lo más que fuimos antes de tu accidente fue amigos con beneficios- explicó- que tú hayas tenido sentimientos por mi y yo por ti, pero en diferentes formas, nos fue alejando más que uniendo.

-Siempre pensé…

-Por mucho que quisiera decirte que si, jamás logramos establecer algo real entre nosotros, no con todas las responsabilidades en ese entonces…

-Pero después del accidente…

-Yo quería ayudarte, como tu lo habías hecho después de lo que paso con mi padre, pero también darte espacio- desordenó su cabello, antes de volver a mirarla- que redescubrieras el mundo sin…yo diciéndote que te amaba, en especial porque el único recuerdo que tenías de mí era el del chicle el primer día de clases

- El segundo- corrigió, riendo, el rubio también sonrió, para luego volver a su tristeza

-Pero tuve miedo cuando ella dijo que podía perderte, que estabas lo suficientemente enamorada de mi antes, como para no necesitar ese espacio que quería darte- se detuvo por un momento, sopesando sus palabras- espacio que ambos necesitábamos

-¿A qué te refieres?

-Se que sabes acerca del control que mi padre tuvo de mi vida por mucho tiempo- Marinette asintió- creo que, después de que todo ocurrió, debí retirarme, renunciar, dejar el nombre de Gabriel atrás… se que Felix tiene la misma opinión, incluso tu, antes del accidente, me aconsejaste aquello

-Aun lo hago- ella aclaró

-Y pensé en hacerlo…pero supongo que tuve miedo a lo que pasaría si…

-¿Porque me dices esto ahora?- ella preguntó, tomó el anillo en sus dedos- ¿Porque ahora?- levantó el anillo, para que él entendiera a qué se refería

-Siempre pensé que algo más había pasado en Londres- dijo- conozco lo suficiente a mi primo como para saber que él no actúa de esa manera con cualquiera. Y fue demasiada coincidencia su llegada con el hecho de que Alya presionó para que iniciáramos una relación.

-Ella presionó- repitió, recordando lo que alguna vez le había dicho Felix

-Lo hizo, todos lo hicieron…- resopló frustrado-pero te lo dije, que quería darte espacio, que volvieras a vivir, sin los recuerdos dolorosos de ser nosotros, sin el recuerdo de las responsabilidades…ambos debimos hacerlo

- ¿Quieres que esté con él?- ella preguntó

-No- la negación fue rápida- no si no quieres, no porque yo te lo diga, o porque crees sentir algo que tal vez no está allí.

-Tal vez si

-Tal vez, y de ser así aceptaré tu decisión y seré el primero en felicitarlos pero me gustaría que lo averiguarás sin la presión externa, ni de mi, ni Felix, ni Alya…

-Entiendo lo que quieres decir…- ella miro al cielo por un momento, para luego volver su atención a su esposo-¿y tú? ¿estarás bien?

-Lo haré- dijo con la primera sonrisa sincera ese dia- ademas…creo que es tiempo de hacer lo mismo

-¿Qué?

-Acabo de llamar a mis abogados- él comenzó a explicar- venderé todo y comenzaré de nuevo- se vio interrumpido por el apretado abrazo de Marinette, al cual no pudo evitar corresponder de la misma manera

-Me alegro por ti…- ella dijo separándose de él- harás ese viaje que tanto deseas

-Lo haré…solo…- su rostro se veía avergonzado- ¿puedo pedirte una cosa?

-Lo que sea

-Dejame mantener el apellido Dupain-Cheng- Marinette río con lágrimas en los ojos, haciéndolo reír a él también- son la única familia real que he conocido, y no quiero volver a ser un Agreste, y será demasiado confuso cuando ambos seamos Graham- Marinette le dio una mirada interrogante- no me mires asi, hay posibilidades de que eso pase.

Ambos siguieron hablando durante horas luego de llegar a su hogar, él dispuesto a contarle su propia verdad, añadiendo piezas al rompecabezas que era su vida antes del ‘accidente’. Ella escuchando atenta, e imaginando cada escenario señalado.  

Su divorcio fue rápido e indoloro, una firma sobre un papel una tarde de miércoles, y todo estuvo listo.

Acordaron mantener su amistad, ninguno de los dos quería alejarse lo suficiente como para volverse extraños.

Una semana después lo anunciaron

Los dulces de sus padres jamás habían sido tan amargos luego de haber entregado la noticia, todas ellas, a sus padres y amigos.

Sus padres, tan comprensivos como siempre, aceptaron su decisión, y alabaron la madurez que ambos mostraban, advirtiendoles que sería fácil perderse si no tenían a nadie de su lado, puesto que ambos se ofrecieron a ocupar cuando sus amigos no apoyaron realmente sus decisiones.

Mientras tanto, a miles kilómetros de distancia, Felix miraba hacia la ciudad, una infusión de hierbas en mano, su amargura recordando el día en que se obligó a seguir adelante.

Él se preguntó cómo estaba, si es que ella lo extrañaba.

Sin saber que ella lo hacía.

***

Semana 3, Dia 5

“Amargo”

Canción The End de Pearl Jam

Hay un poco de Adrien (mucho) en el Felinette, pero era necesario para la trama

Sometimes, You and MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora