12. Salado

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Ambos eran diferentes, opuestos en todo, incompatibles en pensamientos, divergentes en creencias.

Cualquiera que mirara desde fuera, no entendía cómo alguien tan afable como Martinette estaba junto a alguien tan frío como Felix.

La familiaridad y confiabilidad que emanaba Marinette se contradecía con la actitud solitaria y huraña de Felix.

Los gustos sencillos de la mujer, aquella risa fácil y alegría permanente contrastaba completamente con la seriedad y hastío que frecuentemente el hombre presentaba en los eventos sociales al cual ambos asistían.

Como pareja.

Para varios asistentes fue una sorpresa verlos llegar juntos a esa primera gala.

Ninguno de ellos era completamente desconocido en este tipo de fiestas, ella, como principal representante de la empresa, asistía siempre como acompañante del dueño, mientras que él, como futuro heredero, debía relacionarse con posibles clientes, crear contactos, y vigilar  la competencia.

El rumor de que ambos habían desarrollado una amistad, ya había sido susurrado en eventos anteriores, jamás confirmando nada debido a la misma rutina que ambos mostraban, llegaban separados, solo para que Felix tomara el lugar de su abuelo durante el resto de la fiesta, siendo el escolta de Marinette.

Verlos era un espectáculo en sí mismo. Los asistentes notaban, con una gama amplia de emociones en sus rostros, cómo ambos, estando solos, mostraban frente a todos una felicidad y entendimiento entre ellos. El rostro, normalmente serio de Felix se iluminaba completamente estando cerca de Marinette, una sonrisa completamente enamorada y ojos brillantes que indican el amor que tenía por la mujer a su lado. Pero cuando alguien se acercaba a hablar con alguno de ellos, el hombre volvía a utilizar aquella máscara que todos en esas fiestas conocían, una sonrisa cínica y condescendiente era lo máximo que muchos consiguieron hablando con el heredero.

Es por eso que no entendían, cómo alguien tan luminosa como Marinette, podría verse atraída por un ser tan oscuro como Felix.

Como alguien tan libre como Felix, pudo verse atraído por alguien con tantas responsabilidades como Marinette.

Todos en aquellas fiestas sabían acerca de Marinette, su jefe no ocultó su admiración y aprecio hacia la mujer y como estaba dispuesto a protegerla ante cualquiera que intentara hacerle daño a ella o a sus hijos.

Incluso aquello no coincide con lo que veían, ¿Acaso Félix tenía ventaja por ser su nieto, y por eso no lo alejó como lo hizo con otras personas que trataron de acercarse a ella en fiestas anteriores?

El anciano incluso parecía bastante feliz con la relación de su nieto y su protegida.

¿Conveniencia? tal vez.

Pero se conocía demasiado bien la reputación de Felix como para creer que se dejara atrapar en una relación por beneficios, y si fuera así…Marinette era conocida por no aceptar a nadie, debido a que ello implicaba no sólo una relación con ella sino que con sus hijos.

Algunos de los asistentes estaban en pie de guerra con solo pensar de que ella saliera lastimada ¿no hace poco una ex- modelo habló de su affaire con el heredero?

Pero con solo unos segundos viendo la interacción entre ellos lo notaron.

Ambos estaban juntos, enamorados, un frente unido contra cualquier problema que se presentará… la cual iba directamente a ellos con una cara de pocos amigos.

-¿No los ayudaras?- uno de los asistentes le pregunto al abuelo de Felix, observando la interacción del trío, viendo como la ex-modelo agitaba las manos y trataba de acercarse a Marinette, solo para que el rubio se interpusiera, dándole la mirada más gélida que había visto en su vida.

-Felix lo tiene controlado, ha sabido lidiar con estas situaciones desde su adolescencia…esto será pan comido, en especial porque ahora la acusación es falsa- explicó el anciano, viendo con orgullo como su nieto actuaba de manera impecable

-Siempre pensé que intentarias alejarla de él- el hombre miró a su amigo, buscando alguna señal que demostrara alguna aversión a la relación- Marinette es como tu hija, y con la reputación que tenía Felix

-Lo habría hecho- respondió- pero el corazón quiere lo que quiere… y ambos comenzaron como amigos, me acabo de enterar que están juntos- volvió su atención a quien le hablaba, sonriendo- ¿No crees que hacen una linda pareja?

-Algo dispareja-dijo con honestidad- nunca pensaría que ella aceptaría a alguien como Felix…o que Felix ¿como se lleva con sus hijos?- pregunto preocupado, recordando una conversación de hace años que tuvo con el heredero quien, ya estando algo ebrio, declaraba jamás querer una familia, ni hijos, ni esposa.

-Los ama- el anciano recordó cómo su nieto jugaba con Thomas y Hugo siempre que iban de visita- incluso tienen el mismo gusto de comidas… aman las cosas saladas, eso los unió… un voto poderoso en las discusiones familiares sobre qué cenar.

-Me cuesta imaginarlo- respondió riendo, volviendo su atención a la pareja, que nuevamente está sola, y en su propia burbuja- ¿quién lo diría? el chico salado con una sonrisa real en una de estas galas.


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Semana 2, día 5

"Salado"

Pd. Tenía una idea, y luego la cambie...no se si fue para mejor o peor

Sometimes, You and MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora