Empezar de cero

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Augusto se levanta frunciendo el ceño, me mira y luego niega con la cabeza, sin más se larga.  Christian se da cuenta de todo lo que ha sucedido y me suelta, se dirige como si nada a su estudio. Me siento en el sofá mirando hacia la nada, jamás he tenido sentimientos tan desordenados, por una parte la ternura de mi amigo o ex amigo me conmueve, pero ni siquiera se acerca a lo que siento por Christian, es increíble que en tan poco tiempo me guste tanto, a pesar de los malos tratos, me dirán que soy masoquista, lo sé. 

-¿Qué haces ahí?- me sobresalto al escuchar la tan conocida fría voz de Christian- vente a la cama, es tarde 

-¿Qué hora es?- susurro, comienzo a sentirme apenada al estar frente a él

-tarde- pongo los ojos en blanco- ven- me ordena, le levanto y lo sigo hasta la habitación 

-tenemos que hablar- susurro valientemente, se mete en la cama y se cubre con el edredón, me hace un gesto para prosiga. Tomo una gran bocanada de aire 

 -¿Por Qué me defendiste?- susurro. Se queda pensando por un tiempo que considero eterno 

-Es lo mínimo que podría hacer, además eres mi mujer y es mí deber protegerte- que bien suena la palabra "mi mujer" en sus labios, pero no me dejo encantar por palabras bonitas, a pesar de todo no puedo olvidarme de porqué estoy en este lugar, tengo un objetivo y lo voy  

 A lograr tratando de no dañar a nadie 

-¿desde cuándo te importo?- le pregunto  en un hilo de voz, me mira directamente a los ojos abre la boca para decir algo, pero la cierra rápidamente dudando- responde- le pido 

-no me importas

-tu tampoco me importas- lo quedo mirando y comienzo a reír de la nada, frunce el ceño 

-¿Se está burlando de mí Sra.  Grey?

-si-sigo riendo, su expresión es divertida, lanza una carcajada 

-que rara eres Anastasia 

-si- digo con una sonrisa- tú también eres raro- me burlo de él,  de pronto caigo en cuenta de que es la primera vez que hablamos algo fuera de contratos, fuera de discusiones, eso me hace sentir bien

-¿Cuál es tu color favorito? 

-¿Qué?- se ha ido rastro de diversión ahora está perplejo 

-Quiero saber- le sonrió con dulzura 

-Azul, gris y negro- me dice de inmediato, asiento- ¿el tuyo?- me pregunta, sospecho que es solo para devolverme el cumplido 

-Celeste, aunque también me gusta el morado- sonrió, Se estira y apaga la luz 

-duerme Anastasia- le doy la espalda acomodando mi mejilla en la almohada, se mueve siento su respiración en mi cuello, me causa escalofríos. Son en estos momentos donde me siento bien, donde me gusta Christian cuando realmente intenta llevarse bien conmigo está tratando de mostrarse tal cual como es 

-Christian-susurro- gracias por defenderme-en respuesta pone una de sus manos en mi cintura y me atrae hacia él, me dejo llevar por la oscuridad. 


Siento un calor en todo mi cuerpo me desespera un poco, abro los ojos me sorprendo al ver como Christian me tiene entre sus brazos, su cabeza está en mis pechos su respiración es profunda me quedo por un largo periodo admirándolo, es hermoso. Se mueve y veo sus grises ojos, queda igual o más sorprendido que yo, se separa de mi avergonzado 

-Buenos días- me dice 

-Buenos días- susurro, se levanta va hacia el baño. 

Él día transcurre  como cualquier otro, Christian va a trabajar mientras que yo estudio desde la casa, por la tarde llega Elliot hecho una furia,  junto con la señora Jones tratamos de calmarlo, pero imposible. Está completamente borracho me apuntaba una y otra vez diciéndome cosas horribles

Siempre tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora