Siempre tuya

Me encantas...

Abro los ojos, me encuentro en la habitación de Christian, suspiro hemos hecho el amor por horas en su estudio, bueno yo hice el amor él solo folló, pero fue increíble. Me quede dormida en el sofá seguramente él me trajo hasta aquí.

-Hola- me sobresalto al escucharlo

-Hola- sonrió, se sienta a mi lado

-Me han avisado que en unas horas llega tu madre, le pase una de mis casas fuera de la cuidad, está muy aislado. No la encontraran- sonrió con entusiasmo, es increíble en cosas de horas podré ver a mi madre

-Gracias- lo abrazo con todas mis fuerzas- Gracias por arriesgarte, sé que esto te puede perjudicar si llegar a salir a la luz, gracias por apoyarme, nunca pensé que podía contar contigo

-Ahora sabes que si- me regala una sonrisa- Ahora deja de darme las gracias- asiento.

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Suena mi celular, es un mensaje de un número desconocido

 "Cuidado con tu amigo José, cuando menos te lo esperas te traicionará"

Frunzo el ceño, marco el número desconocido, pero nadie me contesta.

Decido que lo mejor es ir a su departamento a hablar con él.

****

Christian me está esperando afuera del departamento de José pues no quiso dejarme venir sola. Escucho unos gritos que provienen dentro de su hogar, la puerta principal está abierta, entro veo a Elena discutiendo con mi fiel amigo, no me ven.

-¡¿Quieres tener a Ana a tus pies?!- le grita ella

-¡Si, pero no de esa forma!- le responde del mismo modo

-¡No te hagas el estúpido, sé que quieres follarla hasta que se canse, adormécela y te la follas es la única manera!- quedo impactada por las palabras

-¡Yo no soy un violador- le grita en respuesta- Ella jamás me perdonaría esa asquerosidad!

-De todas maneras este acabado querido cómplice, ella jamás te perdonara que me hayas contado todo sobre la asesina que tiene de madre

-Tú le contaste- alzo la voz, ambos dan vuelta los rostros para contarme, José se ve desesperado, viene corriendo a mi encuentro, me toma de los brazos con desesperación

-Ana, perdóname por favor- sus ojos se llenan de lágrimas- dime ¿hace cuanto que estas escuchando?- me pregunta con terror

-Lo suficiente como para enterarme de sus planes maquiavélicos, ¿Cómo has podido?- estoy indignada- ¿¡Cómo pudiste!?- le grito, nunca he perdido el control, creo que está vez será la excepción. Levanto mi mano y la pego fuertemente en el rostro de José.

-Ana ¡yo no quise!

-José, Ana lo sabe todo- dice Elena mientras mira detrás de mí, siento aquellas manos tan conocidas, Christian ha subido por mi

-¿Qué sucede?- pregunta- ¿Qué haces aquí Elena?

-Estaban planeando adormecerme y violarme- le suelto con repugnancia, siento como se tensa, me hace a un lado se acerca a José y le revienta el rostro a golpes, Elena lo queda mirando con una risa en sus labios, no lo pienso dos veces, me acerco a ella y le doy vuelta su estúpida cara de una sola bofetada, me queda mirando con indignación

-¡Eres una maldita perra!- me grita y sin más que decir se lanza sobre mí devolviéndome los golpes, joder nunca he peleado en mi vida, doy gracias que mi padre me ha enseñado técnicas de defensa, la doy vuelta y le lanzo los golpes bajos que me enseño Ray, después de un tiempo siento como Christian me toma por la espalda para que pare de darle golpes a su supuesta amiga, es tanta la rabia que corre por mis venas que vuelto a estar sobre ella para golpearla