Siempre tuya

Quiero que empecemos de nuevo

Rasco mi cabello sin saber que contestar. ¿Debería creerle? Sé que en el fondo le creo, pero el miedo a que me vuelva a dañar es mucho más grande.

-Vamos pequeña, di que si- lo miro con tristeza. Él se da cuenta

-Esto ya se acabo- logro decir con dificultad ya que el nudo en mi garganta se hace presente. Me acerca a él

-No nena, te equivocas esto está recién empezando- se acerca para besarme, pero le doy vuelta el rostro

-Esto se terminó desde el momento en que decidiste cortarme la llamada y desaparecer por dos meses

-Fui un imbécil al cortarte, pero es que no sabía cómo reaccionar además te equivocas, no desparecí te estuve observando todo este tiempo- ¿Qué? Oh

-¿Me estabas siguiendo? ¿Por eso supiste lo de Rodrigo?- me cruzo de brazos

-Así que el cara de polla tiene nombre- le frunzo el ceño

-Sí. y más bonito que él le has puesto- lo defiendo. Christian alza las cejas y niega lentamente

-Eso ha sido golpe bajo Anastasia- hago un mohín- en fin ¿Vas a volver conmigo?- me alejo lo más posible de él. No puedo pensar cuando estamos tan cerca

-Christian ya te dije que no. Estar al lado tuyo me produce daño, si has venido aquí por el contrato ya te lo dije una vez Si quieres demandarme hazlo, pero aún así no volveré a estar contigo- pestañeo rápidamente para no llorar, él no puede saber cuánto me afecta esto

-¿Es qué no has entendido nada?- me mira como si estuviera fuera a morir y yo fuera la única cosa para poder salvarlo. Se acerca a mí. Oh no Grey, por favor aléjate. Me coge por la cintura y yo no puedo pensar en otra cosa que en sus labios que están entre abiertos. Como me gustaría pasar mi lengua por ellos- No me interesa el maldito contrato- salgo rápidamente de mi distracción con sus palabras ¿Ya no le interesa? Me empuja contra él- solo quiero que estemos juntos que seamos felices- muerdo el interior de mis mejillas para evitar suspirar- te necesito- me acaricia las mejillas

-No sé qué decir- susurro. Es mucho para un solo día

-Di que también me necesitas, que mueres por besarme. Que te lleve a tu habitación, te desnude y que haga mía mientras me dices cuanto me quieres...¿Por qué tu aún sientes eso por mí, verdad?- lo quedo mirando admirada de que sepa exactamente lo que deseo desde que nos separamos

-Aún te quiero- susurro sin pensarlo ni por un segundo- pero eso no significa que vamos a volver. Ya no creo en tus palabras- apoya su frente con la mía

-Está bien si quieres que te demuestre que digo la verdad, pues lo haré- besa con delicadeza mi frente haciendo que el nudo en mi garganta crezca más y más. Tengo miedo a que me vuelva a lastimar, no quiero pasar por ese infiero de nuevo, me costó mucho levantarme. Se separa de mi y camina hacia la puerta principal. La abre y se da vuelta para decirme algo

-Que sepas que no te dejaré ir tan fácilmente- y se va dejándome con todos estos sentimientos encontrados. Lloro por él nuevamente, mamá aparece al frente mío y me abraza. Diablos ha escuchado todo.

-Haces bien- me soba la espalda- él no es el hombre indicado para ti- eso provoca que llore aún más fuerte

-¿Cuándo va a dejar de doler tanto?- le pregunto entre llanto

-Ya pasará mi niña

***

Otro día más de trabajo. Esteban no ha aparecido desde ayer, la verdad es que estamos preocupados es por eso que la dueña de la librería me ha enviado a su casa para saber qué es lo que sucede.