The Jeon's Case

O1O: Todos los dedos te señalan como el culpable

      —¿Revisar la autopsia? —Seokjin vio confundido a Hoseok.

     —Sí, es decir, mencionaste que era amigo de Jeon Hojoon —siguió caminando hasta adentrarse a la morgue.

     —Lo hice, solo no entiendo qué tiene que ver una cosa con la otra.

     —Pensé que tú lo habrías entendido de inmediato, eres muy listo —se rió—. Eran amigos, hay que averiguar sobre él, todo lo que tenga que ver con Jeon Hojoon es importante.

     —¿Y te dieron permiso para hacer esto? —empujó la puerta de acceso hacia el ala que decía "Autopsias" en letras rojas.

     —Obviamente que no, pero nadie debe saberlo. Solo Yoongi, tú y yo.

     —Claro que Yoongi también lo sabría —susurró para sí mismo.

     Avanzaron hasta pasar al consultorio donde estaba el médico que se había encargado de hacer la autopsia del Teniente Song; Yoongi había ayudado a Hoseok a conseguir su nombre debido a que tenía una amiga que también trabajaba en el campo forense.

      El médico estaba en la sala cuando llegaron, justo antes de que se fuera a su descanso vespertino.

     —¿Médico Kim? —llamó Hoseok. El hombre alzó la vista de inmediato, sonriendo con amabilidad—. Somos Kim Seokjin y Jung Hoseok, detectives de la unidad de investigaciones.

     —Sí, ese soy yo ¿Qué necesitan? —les tendió la mano a ambos en forma de saludo, luego de unas cortas reverencias.

     —Nos enteramos que usted fue el encargado de realizar la autopsia del Teniente Song Hyujung, asesinado hace una semana —comenzó Seokjin.

      —Necesitamos que nos proporcione los papeles de la autopsia —completó Hoseok.

      —Ya vinieron dos oficiales a revisarlos...

     —Nosotros somos de otro caso relacionado —rápidamente Seokjin aclaró.

     —Bien, supongo que no hay problema. Déjenme buscarlos.

     El médico fue hasta los archivadores que estaban en el lugar, moviendo unas cuantas carpetas hasta que dio con la solicitada. Regresó con los detectives, y les tendió los papeles.

     —Fue herido por un objeto contundente y curvo, bien podría haber sido de acero o algún otro material macizo, pero no madera porque esta suele soltar pequeñas astillas al chocar y no encontramos rastro de tal cosa.

     »Tenía una fractura de doce centímetros en el cráneo, también fractura en la mandíbula, nariz, en cinco costillas y ambas rodillas. Una de las costillas perforó el pulmón, lo que inició una hemorragia interna, pero la causa de muerte fue un golpe en la parte baja de la cabeza, casi por la nuca, aquí —señaló la radiografía que los otros hombres miraban atentamente—. Fueron golpes dados con fuerza bruta, así que el sujeto era un hombre, bastante fornido, quizás tenga una gran estatura.

     —¿Fue un hombre o una bestia? —preguntó Seokjin de forma retórica, silbando al ver las grandes heridas y moretones, tan obscenamente llenos de ira.

     —Si soy honesto, muy pocas veces he visto un asesinato así de grotesco, le han dejado sin ojo incluso.

      Hoseok negó con la cabeza, impresionado en cada página que pasaba, las imágenes eran demasiado explícitas, pero le ayudaban a entender mejor cómo sucedió todo. Tenía gana de vomitar, si era sincero, pero sabía controlar las arcadas.

     —¿Más información sobre el arma homicida? —cuestionó— ¿Alguna idea de qué pudo ser?

     —Un bate de béisbol —Seokjin contestó antes que el médico, pero este le dio la razón—. Fueron golpes muy limpios, sin irregularidades, bastante hondos.