The Jeon's Case

O5: Cuando Jeon Jungkook dice "beber", se refiere a caer en un coma etílico

     Dadas las 8 del sábado, Seokjin se encontraba esperando pacientemente por Jungkook, quien le dijo que aguardara afuera de la residencia para poder sacar el auto. Honestamente se sentía como una cita, y él era la chica.

      Minutos después visualizó un Mercedes salir y supuso que era Jungkook así que rodeó el auto hasta dar con la puerta de copiloto; se subió rápido, el olor masculino de Jungkook llenando su nariz de inmediato, todo el interior del auto era negro y tenía asientos de cuero. Su mirada se desvió al muchacho que lo conducía, Jungkook esa noche vestía un sencillo conjunto de skinny jeans negros y rasgados, una camisa blanca y una chaqueta negra de mezclilla. Seokjin tenía que admitirlo, el chico era muy guapo, era entendible que saliera con tantas personas ¿Quién no querría?

     —Te ves bien, Seokjin Hyung —le dijo el menor, dándole una sonrisa amistosa mientras conducía.

     Seokjin se miró a sí mismo y se reprochó en su interior porque lucía como lo que era: Un viejo de 32 años que no salía para más que trabajar y hacer el supermercado. Andaba con una camisa cuello alto color café claro, sobre esta un saco del mismo color de sus pantalones de tela, ah y sus infaltables zapatillas, claro. Lo mirabas y sabías que estaba cerca de jubilarse, maldición, debió pedirle ayuda al equipo para vestirse y así evitar esa vergüenza.

     —Sí bueno, no me fijo mucho en la apariencia —murmuró pero los ojos de Jungkook brillaron al escucharlo—. ¿Vamos a Itaewon entonces? ¿Irán tus amigos?

     —¡Claro! Ellos siempre son los que dan las ideas de salir, realmente. Soy un poco aburrido, si no fuera por ellos, me pasaba todo el día en casa dándome una maratón de Game of Thrones.

     Ahora fue turno de Seokjin de verle con un brillo peculiar en sus ojos cafés.

     —Yo amo Game of Thrones —confesó y Jungkook le sonrió ampliamente.

     —¡Genial! Tal vez podríamos hacer una tarde de GOT en mi casa algún día, solo tú y yo —propuso, bajando su tono de voz a lo último aunque Seokjin sí logró escucharlo, puesto que levantó la mirada con atención—. Digo, es que a mis amigos no les gusta esa serie y no tengo a nadie más con quien disfrutarla, verla solo representa ya una monotonía —explicó, soltando una risita al final.

     Seokjin asintió fingiendo desinterés y se mantuvo en silencio todo el camino. En un momento dos autos se unieron a ellos y Seokjin frunció el ceño porque eso era sospechoso, eran dos autos negros y desde el retrovisor no podía ver de quiénes se trataba. ¿Tendría Hoojoon algún tipo de enemigo que pudiera hacerle daño a Jungkook? ¿Lo estaban siguiendo con algún fin violento? Trató de controlarse y recordar en qué periodo le enseñaron cómo actuar en esas situaciones, respiró un par de veces y pensó que sería buena idea activar la cámara que llevaba en el botón de su saco (la había mantenido apagada porque no quería que los del equipo se metieran tanto con Jungkook) y el micrófono que llevaba escondido en la camisa, así documentaría todo lo que pasara.

     Puso su mano sobre la de Jungkook en la palanca de cambios y éste le vio nervioso, sorprendido por tal cosa, inevitablemente sus mejillas tomaron un tono bermellón.

     —Jungkook, deberías acelerar un poco y tomar otro camino —le dijo, aunque no parecía una sugerencia, sino más bien una orden.

     —¿Q-Qué? ¿Por qué? ¿De qué estás hablando, Hyung? —preguntó con su voz temblorosa. Genial, había tenido más de 74 citas y nunca se le había atrofiado la voz así de mal, no debía ponerse así, él era un experto.

     —Hay dos autos detrás de ti, es seguro que te vienen siguiendo,  pero acelerando unos cuántos kilómetros y dando la vuelta en la siguiente calle, podríamos perder... —se calló abruptamente cuando Jungkook soltó una carcajada, alta y llena de gracia. Seokjin frunció el ceño, no entendía qué había de gracioso en todo eso, él estaba hablando muy en serio.