Almas pérdidas.

2.-Es ahora o nunca...

Todo era confuso, no lograba descifrar bien aquel dibujo. Todo lo que recordaba era un hombre, lo más cercano era que tenía un tatuaje, su espalda era cuadrada, o mejor dicho, estaba perfectamente esculpida por un ángel, una máscara sostenía su rostro, era parecido a aquel chico de la escuela. Tyler, él era tan guapo. Realmente no podía sacar su olor de mi nariz. Su aspecto de chico malo me atraía y bastante, cómo atrae el polen a las abejas.

«¿Qué demonios pasa por tu cabeza Cassandra? En serio tienes demasiados problemas como para pensar en ese chico. Concentra tu mente en otra cosa».

Lo más interesante que se me ocurrió hacer fue mirar a una hormiga, caminar de aquí para allá, lo bueno es que me distraje un poco. Dejé mis pensamientos a un lado y me levanté, entré al baño y realice mi rutina de la mañana, lave mis dientes y mi cara, busqué en mi closet lo primero y cómodo que encontré y de inmediato fui a la cocina dónde me encontré con Bonnie y Claire quienes estaban desayunando mientras Ethan exprimía unas naranjas.

-Hola- Dijo Claire.

Bonnie me dio una sonrisa boca cerrada y tomó su panqueca y en menos del cantar de un pájaro ya su comida se encontraba en su estómago. Ethan me miró y yo también lo hice nuestras miradas se encontraron, sus ojos mostraban esa tristeza y dolor que muy pocas veces había visto en su rostro, él siempre irradiaba alegría. Me sentí tan mal por ello, quería poder abrazarlo y decirle lo mucho que lo quería. El era mi mejor amigo, no me ponía bien saber que estábamos peleados. Nuestras miradas estaban allí fijas tratando de descubrir la inmensidad del mar que queríamos ocultar, pero luego Claire nos interrumpió.

–Chicos, ¿qué demonios les pasa a ustedes?– Yo la mire con el ceño fruncido –¿Qué?- Preguntó incrédula. –No me mires así. Yo sé que algo está pasando entre ustedes, así que mejor hablen o callen para siempre, les advierto que si eligen lo segundo será peor- Sus palabras eran tan reales, ella sabía que algo pasaba, sabía que Ethan y yo no estábamos bien, y yo sabía que si no le decía de todas formas ella haría hasta lo imposible para descubrirlo.

Ethan seguía exprimiendo las naranjas, mientras yo intentaba no dejar que Claire y Bonnie se dieran cuenta de lo que pasaba.

–¿Por qué no sólo nos dices?, ni que te fuéramos a matar.–Las dos me fulminaban con la mirada, sus ojos se achicaron. Así que decidí decirles de todas formas.

–Vale, lo haré.–Me di por vencida. -¡A mi habitación¡–Exigí. Entramos y las dos me sentaron rápidamente en la cama, de ellas me esperaba de todo, así que ésto no me sorprendió en lo absoluto.

–Basta, Cassandra.–Se molestó, Claire al decirme así ya sabía que estaba molesta. –Deja de ocultarnos lo que pasa entre Ethan y tú.– Dijo Claire. Mientras Bonnie me miraba expectante.

–Oigan, paren sí. Entre nosotros no pasa absolutamente nada. Calmense, pero Dios, no sé porque hacen tanto pataleo por una tontería.– Dije hablando en un tono de voz autoritario. Odiaba mentirles, pero no podía decirles que Ethan me ocultaba cosas y que me sentía atraída por ese chico de la escuela.

·Oye, Claire. Cassie tiene razón. Si ella dice que todo está bien, pues debemos creerle, ya no peleen odio que lo hagan.–Dijo Bonnie, con su tierna voz, tranquila y relajada aunque un poco enojada. Sinceramente yo la veía algo extraña últimamente. Pero no me atreví a preguntarle si algo le estaba pasando. Sólo dejé que pasará un poco lo del tema de Ethan.

Ethan entró a mi habitación. Tocó ya casi dentro, asi que obviamente no le diría que no pasará.

-–Ya todo está listo, para irnos a la escuela–Maldita voz, es tan grave y sexy. Él le pidió a Christopher, su mejor amigo que nos llevará a la escuela.

«Malditas hormonas, calmense».

Salimos, Christopher estaba allí con su Neón azul tirando a verde. Bonnie y Claire estuvieron en todo el camino discutiendo sobre el color del auto. Hasta que Christopher intervino.

–¡YA, JODER! sí, mi auto es azul con un poco de verde. Paren me tienen aturdido.–Confesó.

–Ves te dije que era azul tirando a verde.–Dijo Claire con cara de triunfo.

–¡NO! Es verde tirando a azul.– Intervino Bonnie con un poco de risa. Yo suponía que ella estaba haciendo lo de siempre. Sí. A ella le encantaba hacer eso. Hacer enojar a Claire.

En todo el camino Ethan estuvo muy pensativo. Yo no podía dejar de mirarlo y mucho menos dejar de sentirme totalmente culpable de todo. Pero mientras me puse a pensar, muchas preguntas inundaban mi mente. ¿Por qué me culpo de todo? ¿Por qué dejo que las decisiones que tomó me afecten? Simplemente uno no debe sentirse mal por las decisiones que se toman en la vida porque si las estamos tomando es que sabemos que son las correctas. Me sentí muy bien conmigo misma por lo que me decía. Hasta que mi querida amiga me interrumpió.

–Saben pienso que hoy es uno de esos días en los que pensar es lo único que hay que hacer ¿cierto no?–Dijo Claire, ya me estaba haciendo enojar enormemente. Ethan literalmente no le presta mucha atención a Claire. Pero intenté no prestarle demasiada atención.

Christopher puso un poco de música para calmar el silencio en el que nos encontrábamos. Claire empezó a cantar una canción que ella amaba, Anaconda de Nicki Minaj. Yo, honestamente no le veo sentido a esa canción, en mi opinión creo que las canciones deben ser de ese tipo de canciones cuyo objetivo es hacer que las personas se identifiquen con ellas, o al menos así lo veo yo. Pero luego pienso que algunas veces necesitamos ese tipo de canciones que nos hagan reír al máximo y creo que ésta es una de ellas.

Fue algo fastidioso pasar medio camino escuchando la hermosa y fantástica voz de mi querida amiga, pero al final valió la pena por que reímos con sus imitaciones cómicas, básicamente Claire es el tipo de chica educada y buena estudiante, pero también es de esas que son mala conducta en ciertas ocasiones.

–Campo de fútbol americano a la segunda clase.–Me susurró Ethan al oído. Para luego irse, dejándome con una estresante intriga, pero me sentía feliz por que hablaría con él y quizás arreglaremos todo. Quizá volveríamos a ser los mismo de antes, o quizás simplemente solo amigos. Pase toda mi clase pensando en que pasaría cuando hablase con Ethan, me preguntaba si me diría todo lo que me ocultaba, si me perdonaría por no haberlo entendido, porque también pensé que quizás él solo quería guardarse a sí mismo lo que no me podía o no quería decirme, pero la verdad me duele porque yo fuera lo que fuera se lo diría. Un sonido me aulló de mis pensamientos. Sí, la campana. Eso me indicaba que ya era hora de enfrentarme a Ethan.