Maratón 3/4
- Joaquín - susurró una voz bastante conocida en su oído.
- Mmm - se quejó el aludido. - Despierta, cariño - volvió a susurrar antes de morder ligeramente su oreja.El castaño sintió cómo un temblor le recorrió la columna vertebral y no tuvo más remedio que despertar. De a poco fué abriendo los ojos, encontrándose con el hermoso rostro de Emilio, que lo observaba atento y una gran sonrisa se dibujaba en sus labios.
Joaquín se sentó de golpe y lo miró con los ojos abiertos cómo dos grandes platos.
- ¿Marcos, qué demonios haces aquí? - inquirió, sorprendido y al mismo tiempo molesto.
El menor miró a su alrededor, aún estaba oscuro y un pequeño rayo de luz, provocado por la luna, se filtraba a través de las cortinas.
- Tenía que, no, más bien necesitaba verte - confesó el oji-café con voz amortiguada.
- ¿Cómo diablos entraste? - inquirió el castaño al mismo tiempo que cruzaba los brazos sobre su pecho.
- ¿Por la puerta? - se burló Emilio. Había sido una pregunta retórica.
- Déjate de estupideces, Emilio y sal de mi casa - espetó el menor.
- Vamos, Joaquín no te pongas así - pidió el aludido fingiendo estar herido.
- Emilio...
- Te deseo, Joaquín - le interrumpió Emilio al mismo tiempo que se acercaba peligrosamente a él.
- ¿Qué haces? - preguntó el menor asustado -, Emilio no - intentó detenerlo, pero fué inútil.
Joaquín retrocedió hasta topar su espalda con la cabecera de la cama, provocando que las sábanas cayeran sobre su cintura y que su torso quedara al descubierto. ¡Mierda! Había olvidado por completo que aquella noche se había acostado desnudo. Había tomado una ducha y fué lo bastante perezoso cómo para no ponerse aunque fuese unos malditos bóxers.
Emilio lo recorrió de arriba a abajo con una mirada hambrienta antes de acercarse peligrosamente a él. Joaquín intentó tomar las sábanas para después levantarse de un salto, pero el rizado fué más rápido al tomarlo por las muñecas y llevó sus manos contra la madera por sobre su cabeza.
- Emilio, suéltame - pidió Joaquín con dificultad. Su respiración comenzaba a fallar.
- No puedo - susurró el de ojos café.
Emilio enterró su rostro en el hueco entre el cuello y el hombro del castaño y mordió la lechosa y suave piel. Joaquín no pudo detener el suspiro que viajó por su garganta y terminó por llenar el silencio de la habitación, su piel se erizó y un temblor lo recorrió completo.
El rizado continuó con su trabajo y lamió la zona enrojecida, gracias a sus dientes, para luego dejar un camino de besos húmedos desde el cuello hasta la oreja del menor.
- Emilio - suspiró Joaquín.
El rizado sintió un tirón en sus pantalones al escuchar su nombre salir de aquellos dulces labios.
- Dime bebé, ¿lo quieres? - susurró con voz aterciopelada el mayor.
- No, detente - logró articular Joaquín.
- No pidas lo que en verdad no deseas, cariño - lo reprendió el oji-café con suavidad.
Emilio bajó con nuevos besos sobre el cuello de Joaquín hasta llegar a sus clavículas y las mordió con suavidad. El de ojos mieles soltó un gemido bajo y sintió cómo un pequeño problema comenzaba a alzarse entre sus piernas.
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Para Volver A Amar // Adaptación Emiliaco
FanficSiempre se puede volver a ser feliz.......Se puede volver a amar. Todos los créditos son de la autora original @01LourryStomlinson2401. Gracias de verdad por darme el honor de poder adaptarla. Los créditos de la portada y separador son de mi amiga @...