Luego de una guerra por el poder, los clanes se independizaron.
Al norte, los Kim se quedaron con las Tierras del Agua, formando alianza con los Jung que poblaron las Tierras del Aire.
El indómito sur lo gobernaron los Jeon, quedándose con la Tierra...
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Con su cabeza recostada en el cristal de la ventanilla del carro, veía atentamente el enorme y tempestuoso mar de Fuego.
Bordeando la costanera, notaba como las olas rompían una y otra vez en las toscas rocas negras, mientras la lluvia dejaba pequeñas lágrimas en el cristal de la ventana.
Era como si el clima supiera de la noticia que llegaba a casa, dejándose ver algo tormentoso y a la vez nostálgico.
Su vientre se apretó cuando el coche comenzó a subir la pequeña colina, eso indicaba que estaba a minutos de enfrentarse a su casa y con eso a su madre. Ya ni recordaba cuándo fue la última vez la vió y habló con ella.
O cuándo fue la última vez que habló con su abuelo ¿Le había dicho que lo quería?
Acomodó su largo cabello en una coleta, viendo como el portón frente a él se abría de par en par. Miró hacia atrás, notando como todos los coches que le seguían, entraban tras él.
Cuando el coche se detuvo frente a la entrada de la casa, tragó. Sintió que la puerta del coche era abierta, frente a él un omega con un paraguas abierto esperando que bajara, pero no pudo.
Sintió que todas las emociones le dieron una bofetada, sus ojos comenzaron a picar entendiendo allí, que estaba frente a su casa, la casa que lo vió nacer, donde se crió y peor aún, donde su abuelo ya no estaba.
Levantó la vista en dirección a la casa, viendo allí a su madre con el rostro compungido bajando las escaleras corriendo a su encuentro.
El ver a su madre llorar, causaba algo en Jungkook. Ya que al instante de verla de esa manera, olvidó su pesar y se bajó del coche para recibir su pequeño cuerpo aferrándose al suyo.
¿Siempre había sido tan pequeña?
La omega no podía decir nada, solo se aferró al cuerpo de su hijo, intentando con ambos brazos rodearlo, pero fallando en el intento.
El tiempo que habían pasado lejos, hizo tangible que su pequeño ya no era tan pequeño y que ya era todo un hombre.
De pronto, abrió sus ojos y con lentitud se separó de su hijo para mirarlo a los ojos. Jungkook la miró no entendiendo del todo el por qué del cambio del semblante de su madre.
Minah jadeó cuando sintió su pecho apretarse y tomando por sorpresa al omega, tomó el borde de la camisa que llevaba, exponiendo así su cuello y con eso la marca rojiza.
"M-madre" intentó articular Jungkook al ver el rostro descompuesto de su madre, su mirada fija en la marca que llevaba en su cuello y su labio inferior temblando mientras lo aprisionaba con sus dientes.
"Buenas, Jeon Minah" al escuchar eso, la omega miró hacia su costado, notando allí que había más gente cerca de ellos "Me presento mi nombre es Min Yoonah, líder del clan Min"
