RETURN ▓ [Lizkook] SEGUNDA PARTE

▓ Capítulo 17 ▓

Me pongo recta cuando veo el coche aparecer a lo lejos. He estado esperando media hora a que Yoongi viniese a por mí.

Al darme cuenta de dónde estaba, no podía llamar a otra persona que no fuese él, y, por suerte, después de despedir a Woozi y antes de que me dejase en casa, yo también le pedí su número de teléfono.

Algo en mí sabía que estas situaciones aparecerían tarde o temprano.

Aparca a unos metros de mí y sale de su auto, cerrándolo y avanzando hasta mi posición. Me sorprendo cuando abre sus brazos y me da un abrazo. Luego se separa, sin quitar sus manos de mis hombros.

—¿Qué pasa? ¿Por qué estás aquí? —busca mi mirada una y otra vez.

No me sale mirarle a los ojos y decirle que acabo de ver a Jungkook hace un momento. 25 minutos para ser exactos, pues lo he comprobado en mi móvil con la hora.

De mí sale un suspiro cansado.

—He estado con Jungkook —automáticamente, dejo de sentir sus manos. Parece que se le ha ido la fuerza, pues sus brazos caen muertos.

—Es broma, ¿verdad? No me gustan estas cosas.

—Claro que no es broma. Técnicamente me ha secuestrado —llevo mis manos a mis bolsillos y ahí las protejo del frío.

—Pero, ¿cómo? —mira a su alrededor y una mueca triste aparece en su cara, como si estuviera recordando algo.

—Me desmayé otra vez —mi voz sale como un susurro. Sé que me dirá que debería haber descansado más—. Estaba buscando un nuevo trabajo, y cuando lo vi, simplemente... simplemente mmi cuerpo colapsó.

Un viento abrumador choca contra nuestros cuerpos. Él mío, por pura inercia, se acerca al suyo, como si ese refugio que tenía a su lado en un pasado, hubiese vuelto de forma repentina.

—Te dije que necesitabas descansar, y cada vez me lo demuestras más. Si sigues desmayándote, pienso obligarte a estar encerrada en tu casa toda una semana —me señala con el dedo y entrecierra sus afilados ojos—. ¿Dónde te llevó? ¿Al cobertizo? ¿Apareció esa chica?

Niego repetidamente con la cabeza. No sé ni cómo tomarme que me haya llevado a su casa y no al cobertizo.

—Estuve en su casa, y no, ningún rastro de la chica. Aún no sé nada de ella. Intenté sacarle información, pero ya sabes cómo es él —me encojo de hombros—. Aparte, hay que ser consciente de qué creerle a Jungkook y qué no.

—Sí, en eso tienes razón. No nos podemos fiar de él del todo. Ni siquiera de una cuarta parte. ¿Algo más que debería saber?

Pienso una y otra vez. Mi cabeza sigue un poco aturdida por todo lo que ha estado pasando en las últimas horas, y seguro que también por el producto que utilizó Jungkook.

No noto que vuelva a desmayarme, pero, sin duda, mi cuerpo quiere colapsar repetidamente sin descanso.

Las horas que duermo no se sienten suficientes, y parece que ya no hay más capacidad en mi cabeza para acumular más información y preguntas de las que ya tengo.

Simplemente, hay caos por todas partes, y a la vez se siente como si solo fuera el principio.

Asiento cuando recuerdo más parte de la conversación.

—Se estuvo burlando de haberme pegado un susto. Aunque lo más raro fue que parecía no recordar nada del ataque —la confusión sigue deslizándose por mi cuerpo—. No sé si intentaba confundirme más aún. Hasta miró la herida, como si no esperase nada de esto.