Noche 16: Oscuridad.

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Viajaron lo más rápido que pudieron siguiendo a los jóvenes campesinos que parecían conocer el camino de memoria aun cuando la noche era espesa, todos los caballeros que iban con ellos se mostraban listos para la pelea, todos se miraban dispuestos a pelear contra lo que fuera que se atrevía a molestar al reino. 

Mientras avanzaban intentaba sentir algún vestigio de magia en el camino, si era verdad que esa criatura estaba rondando los barrios bajos del reino debía ser capaz de percibir algún tipo de magia oscura, sin embargo esto no pasaba no importaba cuanto extendiera su magia no había rastro de magia. El camino cada vez era más oscuro por momentos miraba el cielo nocturno en busca de la luna pero esta no estaba por ningún lado y si bien no era algo fuera de lo común en ese momento, con lo que estaba pasando, no podía evitar pensar que todo era obra de lo que sea que estaban por enfrentar. 

El viaje fue largo y eso solo hizo acentuar aun más la oscuridad que los envolvía, llegaron al lugar en el que la aquel monstruo había aparecido, el lugar lucia destrozado como si algún remolino de viento se hubiera llevado todo a su paso, en el gran almacén de semillas las personas permanecían tras lo que parecía ser una barricada improvisada. Los caballeros no tardaron nada en acercarse en busca de heridos y algunos se colocaron a la entrada a modo de defensa, él bajo de un salto del caballo donde permanecía directo a las personas heridas tras la barricada quienes tenían heridas profundas y largas como si de garras se trataran. 

Las personas intentaban describir lo que habían visto a los caballeros, algunos hombres que aun mantenían sus palas o picos alto miraban al exterior con mucha atención, como si en cualquier momento fueran a ser atacados de nueva cuenta. Miro a los jóvenes que fueron por ellos con atención, desde una rato atrás los notaba distraídos y aunque en primer momento se lo atribuyo al temor, en ese instante no pudo evitar mirarlos de pies a cabeza. 

Sus alarmas se encendieron cuando las ropas de estos se veían especialmente limpias y demasiado distintas a la de todos los demás campesinos, los guardias de Arthur parecían notar su incertidumbre pues siguieron su miradas hasta los jóvenes y fue solo cuestión de un momento para que estos les apuntaran con sus espadas. Todos se sorprendieron y los chicos se miraron uno a otro con cierto nerviosismo que lo hizo sentir inseguro a él también. 






- ¿Qué esta pasando? - pregunto un caballero acercándose con cautela hasta los guardias. 

- ¿Merlín? - dijo uno de ellos y supo que estos estaban confiando en su instinto en ese miedo que perfectamente podría ser su magia reaccionando a algo. 

- No son campesinos...- susurro un tanto inseguro - ¿Alguien los reconoce? - pregunto a la gente que miraba la escena y tan pronto la pregunta se hizo las personas comenzaron a entrar en pánico pues nadie sabía decir quieren eran esos chicos. 

- ¿Quienes son? - exigió saber un joven caballero levantando su arma en dirección al mas grande de los chicos, estos se miraron uno a otro con inesperada tranquilidad y sin que nadie lo esperara salieron corriendo fuera del almacén. 






Los guardias corrieron tras ellos mientras que los pocos caballeros que aun permanecían en el lugar ordenaron a todas las personas que se colocaran tras las barricadas, no paso mucho para que se escuchara el sonido atronador y lastimero de aquella criatura se hizo presente en el exterior, el grito aterrado de las dos únicas mujeres que estaban ahí le hizo incrementar aun más su nerviosismo - si eso siquiera era posible- tras el sonido que alerto a los caballeros llego un silencio largo que pareció consumir cualquier sonido, no había ningún tipo de sonido del exterior como si los guardias y caballeros  que habían salido corriendo no existieran. 

Al interior del almacén todos se miraban unos a otros con temor y un miedo incesante, tal vez fue por el temor que no pudo evitar pensar en Arthur, en como seguramente estaría haciendo guardia en el campamento y en como para cuando este se enterara de su partida podría ser tarde para llegar con ayuda, fue justamente ese pensamiento lo que lo obligo a extender su magia por el lugar en busca de aquellos jóvenes y de las criaturas que solo realizaban aquel sonido infernal que tanto los aterraba. 

Frío (Merthur)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora