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Cualquier padre quiere que sus hijos les guste el mismo equipo de fútbol que ha ellos, sobretodo si son entrenadores de uno. Bueno, ese no es el caso de mi padre, el es el gran Xavi Hernández, el entrenador del fútbol club Barcelona, y yo soy Madison, más conocida por Maddie en el equipo, que es fiel seguidora del real Madrid club de fútbol.
Podréis imaginaros como se puso mi padre cuando le dije que el Madrid era mi equipo favorito, pero según el era una etapa.
Desde pequeña he jugado al fútbol bailado y montado a caballo, y la única que a día de hoy no hago es el fútbol, por la sencilla razón de que no me terminaba de llenar, he de reconocer que soy una chica que se lleva bastante por sus emociones, así que con 14 años decidí dejarlo, aunque juego con mis hermanos y alguna vez en el entrenamiento con los chicos.
A mi padre esta decisión nunca le ha echo mucha gracia, pero me ha apoyado en todas las decisiones que he tomado.
Al saber cómo es su trabajo, y el comprender que es importante para mí que esté a mi lado, la mayoria de mis concursos de equitación ha estado ahí, incluso han venido a verme algunos del equipo como Busquets y Piqué.

Acercándonos más a los años de mi adolescencia, le pedí realizar mis estudios en una escuela de artes, al principio se negó, pero en tercero de la ESO acepto que estudiara artes. Actualmente estoy estudiando segundo de bachillerato de artes, a la vez que comparto mi tiempo con pasar la mayoría de las tardes en la masía con el equipo, con los que me llevo bastante bien, y con mis entrenamientos con los caballos. Comenzaré a narraros mi historia a inicios de año, hacia el 8 de enero. Mis vacaciones son hasta el 12 así que tengo cuatro días enteros para molestar a mis hermanos pequeños y al equipo.

- buenos días hija- dice mi padre al verme entrar en la cocina- ¿Que tal a dormido mi princesa?

-genial como siempre papa, ¿Tu?

-genial, desde primera hora intentando pensar en un entrenamiento suave para los chicos y hablando con laporta.

-raramente hablas con laporta, ¿Pasa algo?- pregunto mientras bebo mi Colacao.

-nada serio, ha subido a un chaval de la cantera al primer equipo- dice bebiendo su café- voy a volver a despertar a tus hermanos, enseguida vuelvo cielo.

¿Que si tengo hermanos? Si tres más pequeños que yo. Primero voy yo con 17 años aun, luego mi hermano Alejandro, de 15, luego mi hermana Sara de 13 y el pequeño es Kevin de 11. Todos nos llevamos dos años entre nosotros.

Mi padre baja poco después con Kevin y Sara. Yo arqueo una ceja.

-se está duchando, tranquila- me dice refiriéndose a Álex.

-mas le vale no tardar mucho, tengo ganas de ver a los chicos.

-se nota- dice mi padre sonriendo y levantando las cejas.

-si lo dices por pedri, no es por el.

-ya claro- dice mi hermana.

Ruedo los ojos, dejo la taza en el fregadero y subo a vestirme. Que pesados son con pedri, puede que tenga un pequeño Crush con él pero no es para tanto, simplemente somos amigos, además de que no podría pasar nada entre nosotros porque mi padre ya les ha amenazado tanto a Ferrán como a él como a riqui de sacarlos del equipo si salen conmigo.

Abro mi armario y como vamos a la masía, mi padre nos va a poner a hacer cosas así que me pongo unas mayas, una camiseta de tirantes deportiva y cojo una sudadera negra de Adidas. Entro al baño de mi habitación y me hago una coleta bastante alta. Al bajar las escaleras, me calzo con unas Adidas y cojo mi móvil a esperar a los demás.

-siempre tardas poquito hija- dice mi padre.

-Se lo que vamos a hacer, así que me pongo la ropa adecuada.

siempre será el 30Donde viven las historias. Descúbrelo ahora