9.0 Día Ocho

369 52 55
                                    

>3< Actualización >3<

.

.

***************

— Creo que tu estado de ánimo hoy...es algo....bueno...— Akaashi, que se mantenía con la mirada sobre los papeles frente a él, murmuró unas cuantas palabras incompletas antes de quedarse callado una vez más, comenzó a golpear distraídamente sobre la mesa con el bolígrafo entre sus dedos, sus labios apretándose suavemente mientras que sus pestañas se agitaban como el aleteo de una mariposa, posándose sobre cada línea y párrafo.

No era la primera vez que sucedía.

Tsukishima lo escuchó suspirar suavemente y sus ojos lo miraron por un momento, sin prestar mucha atención. Akaashi siempre era así después de todo, no era la primera vez; había sido su editor por cinco años, por lo que conocía muchos de sus hábitos, que no le prestaría atención hasta que sintiera que había sido capaz de absorber cada detalle, hasta el más mínimo. Siempre fue una persona muy minuciosa, pero hoy estaba siendo demasiado ambiguo.

— Es diferente de lo usual...— alzó la cabeza finalmente después de un tiempo, su mano abandonó el bolígrafo y se despojó de sus anteojos por un momento para mirarlo con tranquilidad — ¿Te has estado sintiendo bien en estos días?

— ¿Yo? ¿Estás preguntando por mi salud?

— Parece que has estado pensando en mucho últimamente.

Tsukishima parpadeó, no estaba seguro. Estaba teniendo algunos problemas para expresar lo que quería, sin embargo la manera en la que trabajaba no cambió mucho. Sabía que era lo que tenía que hacer y había tratado de ordenar todas sus ideas de una manera en la que sintió que podría estar satisfecho. De otro modo no habría venido hasta aquí para que Akaashi echara un vistazo. También estaba acostumbrado a la manera en la que trabajaba y siempre le gustó su crítica constructiva, porque podía hacer que permanecieran hablando sin preocuparse por el tiempo, sin embargo esto era muy diferente de lo usual.

— ¿Hay algo que ha estado molestándote? Tal vez...— lo miró con una sonrisa avergonzada mientras continuaba — ¿Se trata del divorcio?

— No realmente...— Tsukishima murmuró lentamente — ¿Leer unas cuantas líneas te llevó a esa conclusión?

La sonrisa de Akaashi no se apagó, pero parecía vacilante y suave, y que no había cambiado de opinión — Te he conocido por mucho tiempo y sé que la manera en la que te expresas puede llegar a ser muy similar a tu personalidad; es posible que te sientas presionado debido a que la gran popularidad de tu película ha generado muy grandes expectativas en la continuación de la serie de libros, pero...no lo sé, creo que podría tratarse de algo diferente; Kuroo y tú...— hizo una pausa — Tal vez no debería preguntar, se lo que está sucediendo, pero ¿Están bien? ¿Tuvieron una discusión?

— Es normal — Tsukishima se encogió de hombros, no podía saber por qué Akaashi había llegado a una conclusión como esa, no podía y se sintió incómodo con la idea de que pudiera haber visto algo que pudiera causar un malentendido — Hay muchas expectativas después de la película y pensaba que debería comenzar primero con la continuación de la serie, pero he estado teniendo algunos problemas para visualizar algunas escenas...no se siente bien cuando las escribo y al final siempre termino borrándolo.

— ¿Tienes idea de cuál es el origen de ese malestar?

— Hablas igual que un terapeuta.

La sonrisa de Akaashi se transformó en una más suave — Me preocupa, he notado que estos días has estado más distraído de lo normal...me parece que estás más inquieto de lo que recuerdo.

Diez DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora