Extra: El caso de Kei

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>3< Actualización >3<

¡¡Como lo prometí, es un extra que es muy especial y espero que les guste mucho!! 

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— Kuroo...hey...

Arrugó el entrecejo. El día era muy soleado y molesto. No le gustaba el aire tibio, no le gustaba la sensación de picazón sobre su piel expuesta, que quemara sobre el dorso de su mano, que el sol tratara de calcinar sus reinas, que su luz intensa y cegadora se reflejara sobre sus anteojos y lo hiciera parpadear torpemente todo el tiempo. Lo molestaba, no le gustaba sudar o sentirse sofocado. Ni siquiera habían pasado cinco minutos desde que abandonó el edificio habitual dentro del campus, sin embargo ya estaba incómodo.

— ¡Kuroo!

Frunció el ceño, se abanicó el cuello y suspiró en silencio ¿Cambiaría algo si caminaba más rápido? Podría llegar un poco antes ¿No? No, no. Solo estaría más sofocado. De ser posible, no quería sudar, además, ya podía ver el alto arco que marcaba la entrada y salida del campus, la calle debería estar justo ahí y solo unas cuadras más después de eso...

— ¡Kuroo!

— Oh...— repentinamente algo pesado cayó sobre su hombro. Jadeó una expresión de sorpresa, frunció el ceño con molestia y preparo protestas venenosas que se diluyeron tras el reconocimiento del rostro del familiar grupo de personas que jadeaba detrás a él. Que extraño ¿Por qué estaban aquí?

— Caminas demasiado rápido, hemos estado llamándote desde que dejaste el edificio.

— ¿A mí? ¿Cuando...?

El chico dobló la cintura y apoyó las manos sobre los muslos, entonces el rubio, Kei, soltó un ligero jadeo que delató su comprensión de la situación. No se había olvidado en absoluto y tal vez si era consciente de que alguien estaba llamando, sin embargo aún no estaba muy acostumbrado a su nuevo nombre. Se avergonzó.

— Lo lamento, estaba...tenía algo de prisa y no estaba prestando atención — carraspeó y se apartó para mirarlos a todos — ¿Sucede algo?

— ¿Tienes una emergencia en casa? El taller de la tarde...no debería haber un problema si uno o dos están ausentes, pero...no creo que podamos hacerlo sin ti.

— Ah, eso, no...voy a comer fuera y a volver más tarde.

— ¿De verdad?

La expresión en el rostro del chico se iluminó rápidamente, se limpió el sudor de la frente y miró a las otras dos personas que también parecían bastante preocupadas por su posible ausencia.

— Así es ¿Necesitan algo más? Si es así, entonces tengo que irme...

— Oh, no, lo lamento, no queríamos distraerte...supongo que ahora vas a...— miró detrás de Tsukishima, inclinando el cuerpo hacia un lado, ni siquiera estaba tratando de ocultar su curiosidad por el compañero de la persona que se había casado a una edad tan temprana.

El rubio negó y deseó que la gente aprendiera a ser más discreta — Bien, nos vemos más tarde.

Era lo mismo para todos los que se encontraban en la misma clase que él, para aquellos que lo conocían o que trataron de perseguirlo alguna vez. El rubio pensaba que era gracioso que las personas prestaran más atención a los asuntos de otros que a los propios, sin embargo también se estaba volviendo un tanto molesto. No era un espectáculo de circo y, aunque no estaba interesado en sacramentos, entendía la importancia de lo que había hecho y lo respetaba, por lo que al menos esperaba que la gente no fuera idiota y respetara también al chico que estuvo de acuerdo con tomar como su única persona.

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