Podría llorar solo de pensar en ti.

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'¿En dónde diablos estás?'

John Green solía decir: "Marcharse es muy difícil, hasta que te marchas. Y entonces es la cosa más jodidamente fácil del mundo."

Bien podía ser cierto, aunque para JiMin, cada vez que se marchaba y volvía, se le hacía mas difícil salir de ahí.

Estuvo tentado a tomar un taxi de vuelta al hotel y presentarse ante JungKook, como siempre pasaba luego de una discusión. O tal vez enviarle un texto diciéndole dónde estaba para que fuera por él.

Pero esta vez algo se sentía distinto. Ahora, por alguna razón, no pudo hacerlo. Estaba sentado en el avión, esperando a que todos abordaran.

JungKook lo había llamado tantas veces que perdió la cuenta. Ahora lo acosaba con mensajes.

No quería responder con los sentimientos tan frescos, pero su relación fallida merecía un buen final, al menos de su parte.

-Querido…- no, querido no.

No quería incitarlo a que siguiera llamándolo o que pensara que aún había una oportunidad de arreglar las cosas.

-JungKook…- estaba pensando como decirle que se fuera a la mierda, sin llorar y llamar la atención de todos.

Pero el pasajero que tenía el asiento junto a él decidió que era un buen día para pisarlo y golpearlo con sus pertenencias.

-Dios! Disculpe… No fue mi intención…

-... No se preocupe.

-Disculpeme, de verdad. Yo… no me fijé, debí pedir permiso para pasar.

-Estoy bien, solo… termine de pasar por favor.

-Ah, claro.-

Una vez que se concentró de nuevo, empezó a escribir.

-JungKook… por favor no vuelvas a buscarme. Ya tuve suficiente, esperé mucho tiempo pensando que podrías cambiar, pero solo me demostraste que nunca seré alguien importante para tí.-

Escribió y borró el mensaje al menos diez veces y entonces no pudo evitar llorar de forma silenciosa.

-¿Está bien?- preguntó su compañero de asiento ofreciendo su pañuelo.

-Si… oh, gracias.-

-Señorita, podría traerme un poco de agua por favor?- pidió a la azafata que les pedía que abrocharan sus cinturones.

-En un momento.

-Si me disculpa la intromisión… no vale la pena.

-Cómo?

-La persona por la que está así. No vale la pena.

-... Yo…

-Su agua, señor.

-Gracias. Tome, bébala con calma. Mhh… por aquí tenía… ah! Tome.- ofreció un chocolate.

Pero JiMin lo veía con desconfianza. ¿Por qué le daba un chocolate? ¿Estaría alterado? Podía ser un violador o algo peor..

-Tranquilo, es solo chocolate amargo, sin tanta azúcar como el chocolate común. Lo compré en la tienda del aeropuerto.

-… gracias.

-Hay estudios científicos comprobados que dicen que el chocolate ayuda a subir el estado de ánimo ya que es rico en magnesio y vitamina B6, lo que produce serotonina; la llamada 'Hormona de la felicidad'. Además ayuda a mejorar el flujo de sangre en el cuerpo por los antioxidantes, ayuda a mejorar la función cerebral por la cafeína y ayuda a prevenir las enfermedades mentales. Entre otros beneficios siempre y cuando sea cacao puro.

Save your tears...   .་༘࿐ೢִֶָ    KookMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora