Save your tears... .་༘࿐ೢִֶָ KookMin.

Save your tears.

Prólogo.

Era la tercera vez en la noche que JungKook se levantaba para encerrarse en el baño con su teléfono después de recibir notificaciones.

Esperó hasta escuchar el seguro de la puerta para llorar a gusto.

¿Cómo podía estar haciéndole ésto? Si ya no lo amaba, por que no solo lo decía en lugar de fingir y decirle amor o susurrarle que lo amaba antes de dormir?

Después de la primera vez, sus promesas perdieron valor, siempre con la duda de si estaba realmente donde decía, si estaría solo…

Fue hace seis meses que le prometió no hacerlo de nuevo y en esos meses, JungKook ya lo había engañado con otros dos chicos

¿Por qué no tenía el suficiente valor para dejarlo?

Marilyn Monroe decía: "una mujer inteligente besa pero no ama, escucha pero no cree y se va antes de que la dejen."

Ella era una mujer fuerte que tuvo una vida nada fácil y que vivió mostrandole al mundo de que estaba hecha, en una época de opresión femenina.

Debía ser un poco más como ella… no?

Realmente no quería discutir a esa hora, pero dejarlo pasar no era una opción y menos con el vómito verbal en su pecho, queriendo salir al escuchar la llave del grifo cerrarse.

No pudo evitar sentir odio al verlo salir con esa sonrisa en su rostro mientras él estaba ahí, llorando.

Si revisaba el teléfono de nuevo, que encontraría esta vez? Fotos? Mensajes sucios? Videos? Ya lo habia visto todo, no había ya nada que lo lastimara más y aún así le lastimaba saber lo que pasaba.

-E~estás despierto…

-¿Quién era?

-Ya vas a empezar?- preguntó haciendo cara de fastidio.

Siempre lo hacía cuando se sabía descubierto.

-Podría decir lo mismo.

-¿De qué hablas?

-Es la última vez.-

Fue más una advertencia para él mismo, que para JungKook. Una promesa de que no volvería a dejar que lo hiciera sentirse así.

-JiMin, de qué mierda hablas?

-...-

No soportaba estar en la misma habitación que él, así que lo mejor sería dormir en otro lado.

-¿A donde vas? - preguntó al verlo ponerse sus jeans y playera.

-No es tu asunto.

-Es tarde... Quédate.-

Para cuando lo dijo ya era tarde verdaderamente... Tarde para ellos dos.

Tomó su maleta y salió de la habitación.

Recorrió la sala de la suite de JungKook, del hotel donde estaban todos hospedados y dejó la tarjeta de la puerta en la mesa de centro antes de salir.

-No pienso volver ahí. No pienso volver con él.- Murmuró, haciendose a la idea de lo que estaba gaciendo, limpiándose las lágrimas mientras recorría el pasillo hasta el elevador.

De cualquier forma, culos donde meter su pene no le faltan al mayor. Eso lo tenía claro.

Mientras baja los 12 pisos, recordó el suplicio que habían sido esos últimos 6 meses.

Un par de chicos con las playeras del concierto subieron al elevador, recordandole que los groupies son los peores; descarados, coquetos, buscando tener algo con el artista a toda costa… pero a final de cuentas son niños idolatrando a alguien, no son tan diferentes de él, intentando obtener a un JungKook que jamás existió.

-JiMin?- Oh, no.

Maldita sea… por que tenía que encontrarse con él?

-Hola…

-Que pasa?-

Bueno, llevaba su maleta consigo… ¿no era obvio?

-Me voy a casa.

-¿Está todo bien? ¿Por qué te vas a media gira? ¿Sucedió algo con tu familia?-

Eso era lo peor de todo, nadie sabia de su relación.

No porque el menor no quisiera contarle a sus amigos o familiares que estaba viendose con el idol Jeon JungKook, lo ocultaban porque no era conveniente que se supiera su relación.

"Crees que seguirán queriendo verme al saber que su idolo ya no está en el mercado?"

Si hubiera sabido el significado de esas palabras cuando lo hablaron, no estaría ahí. Porque aunque estuvieran juntos, él seguía en el mercado.

-Si, debo regresar. Tomaré el primer vuelo a Seúl.

-Quieres que te lleve al aeropuerto?

-No Tae, gracias.-

Le dolía que ni siquiera a su mejor amigo podía contarle lo que estaba pasando.
No quería que lo echaran de la compañía.

Su TaeHyunngie… odiaba ocultarle las cosas, sobre todo porque parecía que podía leerle la mente.

-Seguro estas bien?

-Si, debo irme.-

No quería encontrarse con los demás bailarines.

Mientras el taxista subía su equipaje a la cajuela, llamó a su jefe para avisar que tenía una emergencia familiar y que debía irse, aunque fuera el bailarín principal.

Minutos después, JungKook salió al vestíbulo.

-Tú…

-Yo?- preguntó Tae.

-Si, viste a JiMin?

-Ah, acaba de irse. Dijo que tenía un problema familiar y…

-Gracias.

-Necesita algo?

-No.-

Lo que necesitaba en ese momento acababa de dejarlo.

¿Qué había hecho?