Save your tears... .་༘࿐ೢִֶָ KookMin.

Orgulloso!

Esa mañana todos parecían apurados en la casa de los Park.

JiMin presentaría su examen de admisión al ballet nacional en dos horas y su papá había extraviado el dije de regalo que le había comprado.

La señora Park y él, buscaban por todos lados mientras JiMin planchaba sus vestuarios y trataba de recordar que le hacía falta en su maleta deportiva.

-Appa, ya es tarde, debería haber llegado hace media hora para estirarme… tenemos que irnos!

-Lo encontré! Vamos.-

El señor Park tomó la maleta de JiMin y salió de la casa para encender el auto.

Los nervios que había logrado controlar toda la semana, habían decidido hacer presencia en el momento en que subió al auto.

Su destino se decidiría en unas horas, su seño, todo su esfuerzo…

Estaba listo? No. A pesar de las muchas horas que practicó en casa y de que literalmente soñaba con las coreografías.

Menos aún por el hecho de que sería una audición pública, con muchos familiares y amigos de personas que no conocía.

En los conciertos de JungKook los nervios eran menos porque el público no se fijaba en la coreografía de los bailarines de apoyo, tenían su vista y atención en su ídolo.

Pero ahí, todos los padres estarian a la expectativa, esperando verlo cometer cualquier error para así eliminarlo y asegurar la supervivencia de sus hijos en 'la competencia'.

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Las coreografías grupales fueron las más fáciles, aunque los habían dividido en grupos pequeños.

Y ver a los demás equivocarse, en vez de darle seguridad lo ponía más nervioso, porque en cualquier momento podría ser él falseandose un tobillo, sufriendo un calambre o una caída.

Y al terminar las presentaciones en grupo, al fin tuvo un momento para descansar.

Se estiró y relajó los músculos con parches calientes, consejo de su abuelo que había sido deportista de competencias en su juventud.

Y una hora después, mientras la persona antes de él, hacía su presentación, JiMin hablaba con TaeHyung, intentando calmarse.

Le dolía el estómago, le temblaban las piernas, tenía hambre y sed, pero seguía él y no había tiempo de nada.

Estaba tan cansado que llegando a su casa dormiría al menos dos días seguidos.

-Estas nervioso?

-Mucho. Tengo miedo… y si no logro entrar?

-Recuerda que siempre hay un año próximo, bebé. Ahora respira y ve a darlo todo!

-De acuerdo…

-¡Ese es mi chico! Demuéstrales a todos como se hace.- gritó Tae antes de que JiMin entrara al corredor que lo llevaba al escenario.

Lo había visto ensayando su solo y era perfecto. Si a los jueces no les gustaba, entonces estaban locos.

Sus papás ya estaban sentados de nuevo, esperando por la presentación de su pequeño. Llevaban allí más horas de las que les gustaría y el señor Park empezaba a sentirse de mal humor porque no había desayunado nada.

-El siguiente en presentarse es el aspirante Park JiMin.-

Sentía la fuerza volver a sus muslos, pero antes de hacer su entrada triunfal, vió a JungKook, sentado al fondo, en los últimos asientos.