Capítulo 11 La Casa De Las Mentiras

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La multitud de gente, las banderas y los confetis de color blanco, azul y rojo, son elementos muy típicos en un día como el 4 de julio para Estados Unidos. Mucha gente saca todo su patriotismo en este día, en donde la gente festeja la independencia de su país.

A todo eso, también se le añaden los desfiles militares que realiza el ejército en conmemoración a éste día. Marchas bien organizadas, bandas de orchestra tocando el himno y aviones de combate lanzando una estela con los colores de la bandera, son cosas típicas que el ejército realiza cada 4 de julio.

Pero no todos celebran el día de la independencia de la misma manera. Específicamente, no todos los que están intentando solucionar un problema de escala mundial. La ministra de defensa del país, Luna Loud, una mujer de no más de 39 años, se encontraba delante de un gran ventanal, observando el caloroso paronama del día. Normalmente no hay mucho que observar en las afueras del Pentagono, edificio más protegido de Estados Unidos ademas de la casa blanca y el banco de Fort Knox. Luna extendío su mano y observó su reloj de pulsera dorado, las 16:40pm.

—Otra vez llega tarde—pensó Luna.

Luego de unos segundos, Luna abandonó el ventanal y se dirigió hacia su asiento en la mesa de reuniones. La amplia mesa estaba rodeada por miembros del departamento de defensa de los Estados Unidos, cada uno de ellos sentados enfrentandose el uno al otro. Todos eran personas de alto rango militar como genrelaes, coroneles y lógicamente, funcionarios del ministerio de defensa. Algunos de estos generales eran de la Fuerza Área o de la marina y todos llevaban sus características medallas en sus característicos uniformes militares.

El incómodo silencio de la sala se vió interrumpido cuando el sonido de una puerta abriéndose resonó por toda la sala como el de un disparo. Todas las personas presentes posaron su mirada en la puerta principal, en donde la figura de color amarillo de Luan, con su característica cola de caballo en su cabello, hizo presencia. Todas las 11 miradas, incluyendo la de Luna, se posaron en ella, quien llevaba un sobre de color verde en sus manos.

La voz de Luna resonó por la habitación, en un tono firme.

—Llegas tarde, general Luan.

Luan observó a la ministra de defensa del país, luego añadió en un tono de disculpa en su voz :

—Lo lamento, ministro, estuve ocupado recogiendo el material del asunto del que hablaremos en esta reunión.

Luna observó seriamente a la general Luan. Posiblemente Luan haya estado preparandose para cualquier tipo de acusación que le pudieran hacer sobre el tema. Luna señaló el único una silla en el otro extremo de la mesa y luego dijo firmemente :

—Tome asiento, general, tenemos muchas cosas que discutir hoy con usted.

Luan se dirigió hacia la amplia mesa de reuniones y se sentó. Luego observó a cada uno de los miembros de la reunión. De inmediato supo que clase de problema era, al ver a diversos miembros de la milicia estadounidense. Luna hizo lo mismo y luego de tomar un trago de agua, habló firmemente mientas observaba a cada miembro de la mesa :

—Muy bien, damas y caballeros, ahora que estamos todos los integrantes, es hora de comenzar a discutir el problema internacional que ha sucedido recientemente—Luna hizo una pausa, luego, con su brazo izquierdo, señaló a Luan desde el otro lado de la extensa mesa y finamente volvió a hablar mientas miraba fijamente a la general—Por este motivo es que he invitado a la general Luan, Jefa de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos, a que nos comunique su reporte sobre el incidente en Alaska, denos su reporte general.

La general Luan, quien en ningún momento dejó de mirar a Luna, abrió el sobre de color verde y de él sacó una hoja, la cual por detrás tenía el mensaje de "Ultra secreto". Luan inspeccionó la hoja brevemente y luego se levantó de su asiento. Se aclaró su garganta y habló mientras observaba a toda la mesa :

—Bien, ministro. Hace unos días una de nuestras armas satélitales secretas conocida con el nombre clave de "Golden Loud" fue detonada en Alaska. Unos minutos antes del ataque, una nave desconocida había aterrizado en la base terrestre de la "Golden Loud". Luego de que la nave no se haya identificado, la fuerza aérea envió a 3 jets de combate al lugar, los cuales fueron encontrados destruidos por todo el lugar. Incluso uno de ellos se estrelló contra la base—Luan hizo una pausa. Luego tomó un trago de agua de un vaso que había en la mesa y luego volvió a hablar con naturalidad—Como jefa de la Fuerza Espacial, dirigí personalmente una investigación y llegué a la conclusión, de que este ataque fue realizado por un grupo de anarquistas quienes desean causar una crisis política en el país.

Las 11 miradas de la mesa se posaron en Luan. Cada una de ellas eran miradas frías y profesionales. De pronto Luan se quitó el sombrero militar que llevaba puesto y luego de dejarlo en la mesa, habló mientras miraba directamente a Luna:

—Y una última cosa más ministro. Debido al fin de la guerra fría he notando que el gobierno ha estado dejando de financiar al proyecto de la "Golden Loud", provocando que el proyecto esté desactualizado, por varios años. Así que por lo tanto, anunció mi renuncia al cargo de Jefa de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos.

Las 11 cabezas, ahroa todas mirándose entre sí, murmuraron asombradas. Luego, la voz de Luna resonó con eco por toda la sala :

—Parece que el departamento de defensa no desea que usted renuncie, general. Solo queremos asegurarnos de que la "Golden Loud" fue desactivada luego del ataque en Alaska.

—Oh ministro—dijo Luan con seguridad—le garantizo que todo lo relacionado con la "Golden Loud" fue eliminado horas después de lo sucedido.

—¿Así? —dijo Luna mientas observaba duramente los ojos de Luan—¿y que hay de los dos técnicos de la base que están perdidos?

La expresión segura, el perfil autoritario y la confianza de la general Luan se desplomaron al escuchar esas palabras. Su rostro mostró una pequeña muestra de preocupación y miedo. Con voz cortante dijo, observando a los ojos amenazantes de la Ministra de Defensa:

—Sólo... Sabía de uno.... Ministro... Su nombre era Lisa.

—Aparente mente se había otro—dijo la voz acusadora y sin sentimientos—su cuerpo tampoco se encontró entre los muertos, su nombre era Darcy Helman Dollar.

Los ojos de Luan se volvieron aún más pálidos. Ahora la expresión de miedo y de preocupación se podía notar levemente en su rostro.

—Lo... investigare inmediatamente... Ministro—dijo nerviosamente.

—General Luan—la voz autoritaria de Luna resonó una vez más por toda la sala—¿No le parece contraproducente culpar a los anarquistas, cuando ni sí quiera sabe el paradero de su propio personal?

Los ojos de Luan, pálidos y tensos, observaron a los demás integrantes de la reunión, quienes posaban sus fríos ojos, en los de ella.

—¿No le parece, general? —dijo Luna.

Sintiendo que sus nervios de apoderaban de ella, Luan tomó el vaso con agua y se lo terminó de un solo trago. Luego, replicó con un tono un poco más calmado pero con una pizca de nerviosismo:

—Si... Ministro...Gracias por mencionarlo...

Los fríos y autoritarios ojos de la Ministra de Defensa se posaron por última vez en los ojos ahroa un poco más calmandos de Luan. Luego, observó a toda la mesa y terminó su vaso de agua.

—Eso sería todo por hoy—dijo—gracias, general y a ustedes, damas y caballeros, por su asistir.

Los 11 cuerpos formales se levantaron de la mesa, intercambiaron saludos y apretones de manos y luego salieron de la sala. Luan observó a toda la masa de colores de personas que salían por la puerta, aunque eso sí, ella pudo observar como la figura de color amarillo de Luan, salía rápidamente de la sala para luego, desaparecer cuándo las grandes puertas doble de madera se cerraban detrás de ellos.

The Golden LoudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora