The Golden Loud

Capítulo 18 Recuerdos De La Tragedia

Por más que hubiese querido descansar un poco más, los violentos forcejeos de Leni al internar desatarse le hizo recordar a Lincoln Loud que todavía se encontraba atado. Comenzó a desatarse y seguido de Leni, bajaron de la cabina y colocaron sus pies en el bendito suelo. Una vez se encontraron fuera de la cabina del ya destrozado helicoptero y con la fresca brisa que les golpeaba en la cara, Lincoln inspeccionó el área en busca de cualquier persona que Clyde hubiese enviado por si sobrevivían. No había nadie. Quizás Clyde pensó que la explosión del helicóptero fue suficiente para eliminarlos y se marchó, aunque no descartaba la posibilidad de que en todo este tiempo estuviese ahí, observando todo hasta el momento en que vió la cabina despegar y al resto del helicóptero volar en pedazos. Pero, en ese caso, si hubiese visto como la cabina se había elevado en el cielo ¿No sería lógico que hubiese enviado a alguien para liquidarlos a los tres en caso de que algo saliese mal? Por lo que veía Lincoln ese no era el caso. No sé oía más que el sonido de las llamas consumiendo al montón de chatarra que alguna vez fue el helicóptero más potente jamás creado, el único helicóptero capaz de soportar incluso el ataque del arma más poderosa jamás creada, la Golden Loud.

-Entonces- pronunció por fin su mente luego de un tiempo en silencio- si él no ha enviado a nadie a por nosotros... ¿Que es lo que planea hacer ahora?

De pronto, Lincoln volteó la mirada hacía la cabina y observó como Leni desataba a Darcy, para acto seguido ayudarla a salir. Ella se acercó hacia él mientras la cargaba en su espalda.

-Está herida-dijo ella mientras miraba fijamente los ojos de Lincoln- le han disparado en la pierna en un intentó por escapar de ellos.

-Entonces vamonos ya-dijo el agente-no he visto a ninguno de los agentes de L.O.U.N.D.E.S.T por aquí pero quizás nos tengan algo preparado. Tenemos que salir de aquí rápido, meteremos a Darcy en el auto y nos reuniremos con Liam en el Suite and Sour. Ahí llamaremos a una ambulancia una vez termine de informar todo a J.

Una vez el agente terminó de redactar lo que acababa de decir, un gran estruendo hizo que el suelo oor debajo de sus pies tambalara un poco. Una gran cantidad de pasos pesados, se dirigían hacia ellos. Luego, un montón de luces (que Lincoln inmediatamente identificó como luces de linternas) golpearon sus ojos y al mismo tiempo, retumbó por todos lados el sonido de múltiples ametralladoras cargándose al unísono.

-¡ALTO!

Una voz femenina y autoritaria fue la que empeñó ese grito, que dejó perplejo a ambos agentes. Las luces de las linternas comenzaron a descender de sus rostros, dejándolos por fin ver lo que estaba pasando.

Un escuadrón de soldados (todos con uniforme de la milicia estadounidense) armados hasta los dientes, los rodeaban de tal forma que tan sólo bastaba un paso en falso de cualquiera de los 3 para que terminasen como un queso suizo. Aunque no apuntasen hacia la cabeza o hacia el abdomen, un disparo en la pierna sería suficiente como para inmovilizarlos completamente. De inmediato, Lincoln supo que el objetivo de ellos no era el de asesinarlos, sino capturarlos, posiblemente para interrogarlos.

-Por supuesto-pensó Lincoln mientras posaba su mirada en cada uno de los rostros de los soldados-no le hacía falta enviar a sus hombres. Una simple llamada y toda la armada nos detendrá, para luego, de alguna manera, lanzarnos toda la culpa hacia nosotros. Ahí podría entrar Luan, con su nivel de autoridad y credibilidad por las nubes dentro de la milicia, podrá confirmarlo todo y acusarnos de responsables de todo este desastre. Ya lo tenía todo cubierto. Bien jugado Clyde.

De pronto, desde detrás de una de las lápidas, emergió la figura que Lincoln reconoció inmediatamente como la ministra de defensa, Luna. Vestía una vestimenta algo distintiva, era un traje de etiqueta de color morado, junto con una corbata de color azul calaro. Ella observó por un instante a Leni y a Darcy antes de, repentinamente, clavar su mirada en los ojos de Lincoln.