Este es mi regalo.

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Despertó aturdido, no sabía que había pasado. O más bien, su cerebro no le quería recordar que se había desmayado hace ochos horas o más por una noticia muy inesperada.

Su esposa estaba embarazada.

Otra vez

-Buenos días, Sasuke-kun. Al parecer ayer te desmayaste de la impresión. Lo siento, no quería molestarte. Sarada lo dijo muy... Sin tacto- comentó apenada para poder tener una mejor conversación con su marido.

No dijo nada, la noche anterior solo había pensando en darle un obsequio a su familia, nunca pensó que ellas le darían algo así a él.

-Así que te incómoda. No tenía idea, lo siento.

Despertó de repente, Sakura había malinterpretado su silencio, eso no era lo que quería decir. O mostrar

Simplemente estaba procesando la noticia, ser padre nuevamente lo tomó por sorpresa, no era que le incomodara el tema, solo que no estaba listo para abordarlo. Iba a tomar la palabra cuando su esposa rio

-Es broma, sé que estás aturdido por la noticia. Te dejaré descansar. -dijo en tono amable mientras le acariciaba la cabeza con cariño. - No quería que esto se mostrara de esta manera, pero... Pues, las cosas pasaron así y pues...

- Ya no digas otra cosa, Uchiha.

Sakura se tensó, era extraño que su esposo la llamara así, o sea, ella ya estaba casada con él hace más de diez años, pero llevar un apellido tan poderoso y que un Uchiha de nacimiento le diga así.. le resultaba penoso.

- Etto... Mejor.. ¿Qué quieres desayunar? -intentó cambiar de tema para no seguir avergonzada. Además de lo obvio, las constantes críticas que recibió de parte de la sociedad aún retumban en su cabeza rosa.

-No evites el tema. ¿Desde hace cuanto estas embarazada?

Sus ojos se encontraban. Sakura no sabía que responder, la manera en la que se enteró era penosa, obviamente no era digna de una Uchiha, no quería decirlo. Sasuke para hablar mejor con su mujer decidió voltear su cuerpo para chocarlo contra la almohada y de esta manera darle la espalda al techo.

-Pues... No fue la gran cosa la verdad.

¿Eso era todo?

No era un hombre muy hablador, pero necesitaba mínimo una interpretación más detallada. Que su esposa diga eso solo hace parecer que no confía en él.

-¿Por qué no quieres decirlo? -cuestionó directo, no le gustaban los rodeos en las conversaciones.

-Ya te lo dije. La verdad me enteré hace dos semanas. Tengo mes y medio. -solo quería dejar el tema ahí. Lo que deseaba era despistar a su esposo con la pregunta, a pesar de que no habría una gran probabilidad de que funcionara.

Teniendo razón en eso último.

Ahora él creía que su esposa no entendió la pregunta, algo que lo desconcertó. Ella siempre lo había comprendido, y siempre sabía cómo interpretar su manera de actuar, eso incluía; obviamente lo que quería preguntar.

- Creo que no entendiste la pregunta.

-Te contesté lo que preguntaste.

-Yo no hago ni espero preguntas ni respuestas literales. Lo sabes.

El tono en que dijo aquello la hizo estremecer. Su esposo podía llegar a ser muy frio, o eso le parecía en especial en su estado.

El silencio de su esposa de vez en cuando era frustrante, no solo porque no tenía información. Sino que también era extraño no escucharla hablar.

Sasusaku: One Short'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora