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Siempre me había preguntado por qué nací.
Para qué, por qué, con qué razón existía.

No había nada, nada que respondiera a eso.

Estaba cansada, siempre era lo mismo, todos los días, noches, incluso en mis sueños, mis pensamientos a cada minuto me repetían lo mismo "por qué vivo", tampoco buscaba algo porque vivir.

Solo estaba...cansada.

Quería morir...pero era demasiado cobarde para hacerlo.

Quería estar en paz, sin ninguna preocupación, sin nada que me hiciera llorar, sin nada que me hiciera sufrir, sin tener que hacer más nada, quería ser nada...solo eso.
Ya no quería tener ninguna preocupación más.

Fui mala persona, una persona egoísta, horrible, repugnante, celosa y envidiosa, odiaba a todos.
Los odiaba con todo mi ser.
Cuando me sonreían y me decían que era la mejor persona en sus vidas, no les creía, eran mentirosos.
Siempre me mentían, en cualquier momento podían traicionarme, ninguno era de fiar, ellos tenían una vida fácil y perfecta sin siquiera hacer ningún esfuerzo, intenté ser como ellos y solo empeore las cosas, los odiaba, a todos, incluso a ellos...incluso a mi.

Tuve la oportunidad de pensarlo pero decidí hacerlo, sabía que iba a morir, lo supe desde el comienzo.
Pero si engañaba a mi mente de que mi próximo actuar era algo heróico, tal vez la cobardía desaparezca, y lo hizo.
Salve a esa mujer embarazada y conseguí mi tan anhelada paz.

Creo que al quedarse callado dio indicios de que no tenía ningún pecado, eso quería decir que fui buena persona?, ese hombre, Dios o entidad, fue un mentiroso.
Claro que no lo era, cometí mis pecados, pero reconozco como pecados a aquellas cosas que me enseñaron en mi vida pasada, tal vez los verdaderos pecados nadie nunca los sabrá.

Ahora, otra vez, vuelvo a vivir.
Tengo todo tipo de comodidades, no me quejo, pero hay algo que odio.

Tengo que sobrevivir otra vez.
Tengo que seguir viviendo y luchar por mi vida.

Día a día, noche a noche, semana a semana, mes a mes, año a año.
La maldita vida se encargaba de mostrarme que podía seguir viviendo y aferrarme a ella, esa maldita es despreciable.

No me importa ser una princesa que puede hasta llegar a orinar oro.
Solo quiero estar en paz y sin preocupaciones, y el simple hecho de vivir ya es una preocupación.

Ahora soy alguien levemente inmortal, que de seguro seré sanada si trato de herirme.
Todo se interpone en mi camino, incluso ellos.

Ah~, otra vez lo mismo.

Otra vez los odio a todos, me odio a mí.

Ojalá el rey o alguien me mate y nunca más vuelva a la vida.

Una tibia mano tocó su mejilla haciendo que frunciera el ceño.

Sentía todo su cuerpo cansado y solo quería seguir durmiendo.
Pero el ardor en su garganta hizo abrir con pesadez sus orbes, revelando ese color dorado que parecía ser el mismísimo oro pero mucho más brillante y celestial.

||𝐋𝐔𝐙 𝐌𝐈𝐒𝐓𝐈𝐂𝐀.||² ⁽ᴾᵃᵘˢᵃᵈᵃ⁾.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora