.One-shots Kyman.

.Kyley-b.

Cuando un pelirrojo entró a la escuela, todos esperaban al usual Kyle vestido con su ropa habitual y su cara habitual, tal vez acompañado de Stan hablando de cualquier estupidez. Pero no, de la gran puerta entró un Kyle distinto, uno con el que nadie querría meterse, pues aunque solo lo habían visto una vez en acción, sabían de lo que era capaz.

Vestido con un pantalón de cuero, una musculosa blanca con su nombre escrito con plumón negro, cadenas de oro y el pelo levantado con abundante gel, se encontraba Kyley-b con una mirada dominante que aterraría a cualquiera.

Caminó directa y específicamente hacia el castaño robusto de ojos bicolor, Eric Cartman, el cual aunque pelea constantemente con Kyle sin temor, esto cambia radicalmente con Kyley-b, ya que aunque lo vio por primera y última vez cuando estaba en aquella situación con Snooki, sinceramente se sentía muy intimidado ante la presencia del judío en su versión Jersey.

Kyley lo acorraló en su casillero, sobresaltándolo. Todos los que estaban al rededor se pusieron en un círculo, pensando que habría algún tipo de pelea.

—Te veo en el gimnasio después de clases, si faltas te daré una paliza y me cogeré a tu puta madre. 

Le dio un ligero golpe en el hombro y se fue dirigiéndose a las aulas, dejando a Cartman recalculando, al igual que al resto de chicos. Cuando se recuperó del trance, se acercó hacia Stan.

—¿Qué coño hace Kyley-b aquí? La última vez que lo vi fue hace años.

—No lo sé, dude, tal vez vio algo de Jersey de camino o en su casa.

—Joder.

_____

Se encontraba yendo hacia el gimnasio, mientras comía una bolsa de cheesy poofs, con la mirada perdida pensando en qué quería el de Jersey con él. Y mentiría si dijera que no estaba un poco asustado.

Cuando llegó vio la cabellera pelirroja de lejos y tiró sus cheesy poof ya vacíos en un tacho. Inhalo y exhalo, puso su mejor cara para disimular que no estaba apunto de cagarse de miedo y se preparaba para salir corriendo ante cualquier situación, aunque conociendo su condición física, terminaría igualmente en el piso lleno de moretones.

—Hey —saludó casualmente.

—Por fin, casi creí que te cagarías y no vendrías.

Frunció el ceño molesto.

—Ya ve al punto judío, qué quieres —casi, CASI tartamudea, pero pudo disimularlo muy bien.

—No sé si no lo recuerdes, pero cuando nos conocimos no estabas en la mejor situación, pero vi algo en tí después de salvarte y... —subió su mano a su  nuca y suspiró— lo que quiero decir es que, cuando te vi me gustaste y quiero que seas mi novio.

Se quedó helado, con los ojos abiertos de par en par y si tuviera aún las frituras en sus manos, las hubiera tirado.

Estuvo apunto de reírse por la situación, pero se puso a analizarla cuidadosamente, hasta que se dio cuenta de que podría sacar provecho de esto, si nadie se mete con Kyley, mucho menos lo harían con él, si fuera su novio. Podría hacer y decir lo  que quisiera, nadie querría meterse con el de Jersey después de todo. 

—Bien, seré tu novio — sí, así de directo lo dijo, hasta el pelirrojo quedó sorprendido por eso. Estaba apunto de darse la vuelta e irse, pero el judío lo agarró de la muñeca y lo sostuvo de la cintura, miró hacia arriba confundido— ¿Qué ha... ¡Mhm!

Lo había besado, y aprovechó que justo tenía la boca abierta para meter su lengua, convirtiéndolo en un beso húmedo. Jugueteaba con su lengua como todo un experto, mareándolo, se sentía totalmente dominado, ni siquiera se dio cuenta de cuándo soltó su muñeca, además de que comenzó a perder el aire. Puso sus manos en el pecho contrario para alejarlo. 

Se separaron con un hilo de saliva. Respiraba agitadamente con un fuerte sonrojo mientras aún era agarrado de la cintura, aunque lo soltó luego de unos minutos.

—Tengo que irme, la estúpida de mi madre me castigará si llego tarde. Nos vemos mañana, lindo —Le dio un corto beso para luego irse por la puerta.

Eso había sido putamente caliente, tenía que admitirlo.

Tal vez su protección no sería la única ventaja.