Kōki sonrió al castaño, y abrazo al bebé- es hermoso, Sakurai-san.
Sonrió con cariño -. Ahora es aomine. Está preciosura es Daichi. Tiene un año.
-Felicitaciones- dijo mientras su cabello era jalado por las pequeñas manos regordetas.
-Suelta su cabello, Dai- con trabajo hizo que su hijo lo soltara.
Kōki saludo al pelimorado y a cambio recibió una paleta.
-Hey chihuahua.
-no me diga así, Aomine-san. Siempre se lo dije- respondió con un claro puchero.
-Bien. Entonces gelatina humana.
El puchero se hizo más grande y se resignó, el ojiazul no había cambiado.
-Kise-san. Kasamatsu-san.
-Un gusto volver a verte Furihata- dijo el azabache -. Kuroko estuvo muy triste cuando partiste.
-Si... Yo también.
-Asi que por eso se me hacía conocido el nombre, Furi-chan. Conocías a kuroko y por lo visto a los demás.
-Si. A Kise también. Me sorprendió volver a verlo y que no fuera tan... - no encontró forma de decirlo en voz alta.
-Infantil- dijo Yukio riendo -. Aun lo es.
-Ya veo.
Termino de saludar a todos -¿Kagami?
-No tarda. Hoy trabaja hasta esta hora.
-Ya veo- se giró hacia el último que faltaba -. Buena tarde, Akashi-san.
-Furihata-san- asintió pero aún así quería saber de dónde había salido el castaño.
-Kuroko ¿De dónde conoces a Furihata? Y los demás también.
-Seirin.
-¿Eh?
-Numero 12 de seirin. Era base.
-No lo recuerdo. Y mira que nos enfrentamos varias veces- ryōta miro al castaño en modo de disculpa.
-No era muy activo en los juegos. Era tan malo que siempre me la pasé en la banca.
-¡Furihata-kun! No digas eso. Sino fuera por ti hubiéramos perdido. Dejaste a Akashi desorientado cuando encestaste en su cara. 3 puntos muy buenos.
Entonces seijūrō lo recordó. Era muy escuálido y pequeño para ser varón. Siempre lo había visto animando el equipo. Recuerda que Tetsuya lloro mucho cuando se fue.
--¿Pero no eras varón?- pregunto Daiki al notar la ropa que llevaba.
-Si. Se supone. Toda mi vida fui criado como varón porqué eso le dijeron a mi familia. El único doncel era mi hermano.... O eso creímos hasta que tenía 19. Mi desarrollo fue muy tardío. Terminé desmayado y en urgencias- rio divertido. Pero no tenía nada de divertido en aquel tiempo. Fue un trauma muy grande.
-¿tú?...
-Fue un desastre. Estaba asustado. Me hicieron muchos estudios. Resulta que tengo un lento desarrollo hormonal, estuve varios meses en tratamiento.
-¿no va hacer complicado si tienes bebés?
Las mejillas del castaño se tiñeron de rojo por la pena de hablar del tema-. En realidad no he visto eso. Tengo que hacerme un chequeo.
-Si quieres Shintarō puede hacerlo. Es médico- dijo Kazunari.
-Ya veo... Bueno, no seria mala idea. Pero no sé si midorima-san quiera.
-Si. No tengo problemas. Lo espero mañana a las 9 en el hospital.
-Gracias.
Seijūrō observó la linda sonrisa.
Ryōta rio en voz baja ganándose la mirada de los demás -¿Qué? Vi algo divertido... Algo que te va gustar, Kurokochi.
-¿Qué?
Aunque se vio mal, Ryōta arrastró al peliceleste a unos metros para que no lo escucharán.
-¿Qué pasa?- pregunto curioso Tetsuya.
-AkaFuri.
-¿Akafuri?- cuestionó confuso.
Ryōta rodó los ojos -. Akashi y Furihata.
Tetsuya miró perplejo al rubio ¿Qué?
-Akashi cubre los requisitos de Furihata para un novio. Y seamos sinceros, Akashi no ha dejado de babear por Furihata-san desde que lo conoció.
Tetsuya sonrió y miro al par -. Me gusta la idea. Akafuri.