Kōki abandono el consultorio felizmente. Vio al peliverde de espalda -. Midorima-san. Si soy fértil.
Cuando se giró Midorima logro ver al pelirrojo -Akashi -san.
-Bien..me alegró por usted. Ahora vamos a mi oficina. Nos vemos Akashi - arrastró al castaño.
Kōki miro hacia atrás, el pelirrojo le sonrió y dijo algo pero no logró entender porque dieron la vuelta en el pasillo.
-Midorima-san podría ir más lento.
-Oh lo siento- libero al castaño -¿Le dió tratamiento?
-Si. Algunos. También me receto anticonceptivos... - murmuró avergonzado.
-entiendo. Le recetare algunos antiinflamatorios, y consulta a rehabilitación. ¿Como le va hacer para hacer sus cosas?
-Estoy con mi hermano.
- Esta bien- entraron a la oficina del peliverde.
.............
Kōki se levantó y despido.
-Pase a la farmacia.
-Bien. Los honorarios.
-Ya está todo pagado.
-¿Eh? - miro perplejo a Midorima.
-Usted solo vaya y surta su receta. Regrese en 2 semanas.
-Esta bien. Gracias- salió de la oficina, al salir se topo con Akashi Seijūro -. Akashi-san.
-Lo estaba esperando.
-¿A mí?
-Si. Vamos. Lo llevaré a su casa.
-Pero....
-Vamos.
-Esta bien. Pero tengo que pasar a la farmacia.
El pelirrojo asintió y ambos caminaron. El castaño se sonrojo al sentir que una mano se pasaba en el lado derecho de su cintura -. Akashi-san...
-Por aquí queda la farmacia- dijo jalado al castaño sin percatarse del gran sonrojo del castaño y de las miradas que la gente les daba.
Al llegar seijūrō tomo la receta -. Esperé aquí Furihata.
Asintió y se hizo a un lado. Noto las miradas de las personas y más las de las enfermeras.
Aquellas personas se preguntaban quién era ese bello doncel que andaba con el dueño. Pues nunca lo habían visto con alguien.
Surgieron las recetas,y se dirigieron al estacionamiento.
-Sube.
-Pero...
-Solo lo voy a ir a dejar.
-Esta bien- acepto y se subió al auto. El pelirrojo arranco el auto y salió rumbo a la casa de Tanaka.
En el trayecto platicaron un poco, aunque Kōki evitaba ver al pelirrojo. El beso seguía en su mente.
-Llegamos.
-gracias- sonrió mientras se quitaba el cinturón, o eso intentaba pero no pudo.
-Permiteme- dijo sujetando la mano del castaño. Lentamente quitó el cinturón y miro al castaño -Listo....
Mirada roja y café se encontraron, el corazón de Kōki salto al sentir la mirada. Sus mejillas se sonrojaron.
-Eres hermoso
-¿Qué?...- no pudo terminar de hablar porque sus labios fueron tomados en un dulce beso.
-Eres hermoso- volvió a repetir y nuevamente beso al castaño, pero está vez profundizó el beso.
-Mnggg~
-Akashi- gimió en medio del beso. El pelirrojo lo estaba volviendo loco. No sé entendía ni a él mismo. Su cuerpo respondía a los besos. La vivaz lengua arrasaba con sus sentidos.
-Eres precioso- murmuró en la boca del castaño.
-¿Porque? - logro decir.
-No lo sé- apoyo su frente con la sea castaño -. Simplemente es lo que siento. Apenas y te conozco. Dejame conocerte. Dame una oportunidad.
-Akashi-san - ¿Estaba pasando de verdad? El pelirrojo sentía algo por él?
-Solo una oportunidad - miro fijamente aquellos bellos ojos cafés.
-Esta bien- murmuró avergonzado. Tampoco sabía que le pasaba, no había podido apartar sus pensamientos del pelirrojo desde que se volvieron a entrar en Kyoto.
-Bien- dijo antes de volver a besar al castaño.
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Kōen había Mirado la escena. Cuando entro a Kōki lo miro -... Sabes que tienes que regresar a casa, verdad. ¿Vas a poder mantener una relación a larga distancia?
-...