Kōki tuvo un mal presentimiento al ver la sonrisa de Tetsuya. Conocía esa sonrisa, y le tenía miedo.
-¿Qué tanto se secretean?- pregunto Kazunari a la pareja y fue arrastrado por el rubio.
La sonrisa entusiasmada del azabache les hizo cuestionarse sobre su amistad.
-Hey. Vamos a comer.
-No- Kazunari sonrió -. Primero un juego. Veamos que tal lo sigue haciendo Kō-chan.
-ehh no creo que sea buena idea- dijo nervioso. Años que no jugaba.
-Oh vamos. Un rato y luego vas a jugar- ryōta sonrió al castaño.
-Bien- acepto ante la mirada de cachorro de Tetsuya y Kazunari -¿En qué equipo?
-En el mío - ryōta arrastró al castaño al otro lado de la cancha.
Los que iba a a jugar se colocaron en posición, ryōta termino cubriendo a Aomine.
Kōki miro a su contrincante... Miro al peliceleste -. Me va a dar una paliza.
-Oh vamos. No exageres. Tu juega.
El partido comenzó, seijūrō rápidamente arrebató el balón y se enfrentó al castaño.
Kōki frunció el ceño y cubrió al pelirrojo evitando que pasará.
Seijūrō se sorprendió cuando el castaño le cubrió los pasos, intentaba pasar y nada. Así que pasó el balón pero el castaño seguía marcandolo -y dijo que no sabía jugar.
-Nunca dije que no sabía jugar- se volvió a atravesar -. Dije que no soy bueno.
Seijūrō sonrió, era cierto -. Pues veremos.
Más que un juego se había vuelto un no dejar pasar el uno al otro.
Ryōta sonrió y sin querer empujó al castaño encuando paso a su lado.
-Waaa- cayó de frente. Intento meter la mano pero fue sujetado.
-Cuidado- seijūrō termino en el suelo con el castaño sobre él, en una posición bastante comprometedora.
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Kōki intentó levantarse apoyándose con sus manos pero estás dolieron por lo que termino cayendo sobre el pelirrojo y en el suelo, sus labios se unieron. El beso empeoró cuando intento quejarse, pues abrió su boca y una lengua ingreso en su cavidad vocal.
Seijūrō estaba sorprendido. Intento hablar pero al intentar hacerlo invadió la cavidad vocal del castaño.
-Aghh mggg shi.
La mirada llorosa y el pequeño gemido hicieron que se encendiera. Tomo al castaño del cuello y lo besó con más esmero.
Tetsuya y Ryōta se miraron al ver la escena frente a ellos. No habían planeado exactamente eso, pero había funcionado y bastante bien. Desde allí podría apreciar cierta situación en los pantalones del pelirrojo.
Kōki se separó abruptamente y se giró. Pues había escuchado los silbidos de Aomine. No sé atrevió a mirar a alguien. Se cubrió la cara completamente avergonzado.
Seijūrō se tocó los labios mientras miraba al castaño. Se levantó lentamente.
Cuando Kōki sintió que se aparto el pelirrojo intento levantarse apoyado su mano, sin embargo, se quejo ante el dolor.
-¿Qué pasa?- pregunto Kazunari acercándose.
-Me dolió la mano- fue levantado por el pelimorado.
-¿Tal vez te lastimo?- el pelo verde se acercó -.Permítame.
Shintarō tocó minuciosamente las manos -.gire.
Lo intento,.lo hizo pero con dolor -. Duele.
-Kazu. Ve por el maletín.
-Voy- el azabache se apresuró.
-Lo voy a vendar, y recetar algo para el dolor. Mañana le haré una radiografía. No olvidé ir a las 11.
-Gracias. Asistiré- prometió.
Los demás abandonaron la cancha y comenzaron a sus cosas. Kōki había ido a la banca con el peliverde,dónde fue vendado.
-No haga movimientos bruscos. Si es lo que pienso estará así una semana. Si no...
-¿Qué?
-Posible esguince, estará al menos un mes.
-¿Un mes? Regreso a Hokkaido en una semana. No puedo llegar así. Tengo que trabajar.
